Los 3 mejores ‘wésterns’ soviéticos

Director Vladímir Motyl, 1970/Mosfilm, Lenfilm
En la URSS, las películas del Oeste americano fueron recreadas pero usando un estilo propio. Las praderas se sustituyeron por una estepa o un desierto, y en las películas aparecían soldados del Ejército Rojo en lugar de vaqueros.

A mediados del siglo XX, el género del Oeste arrasó literalmente en todo el mundo. Las películas de Hollywood sobre gallardos vaqueros, astutos gánsteres y despiadados indios de la frontera del “Salvaje Oeste” norteamericano se vieron con asiduidad en muchos países, en algunos de los cuales se intentó filmar algo similar.

Los italianos fueron los que más éxito tuvieron con los llamados “spaghetti westerns”. También fueron muy populares algunos “westerns rojos” de países del bloque socialista, principalmente de la RDA.

En la URSS también se hicieron películas similares. Sin embargo, decidieron revisitar el género del Oeste a su manera: el escenario del Salvaje Oeste de la segunda mitad del siglo XIX se “tradujo” a Rusia durante la Guerra Civil, mientras que las praderas se sustituyeron por la taiga siberiana, las estepas del sur de Rusia y los desiertos de Asia Central.

Así nació el llamado género de “películas del salvaje Este” en el que había persecuciones, tiroteos con matones y, por supuesto, la caza del oro, sólo que los vaqueros fueron sustituidos por bravos soldados del Ejército Rojo y y los indios por los temibles opositores del poder soviético: guardias blancos o luchadores basmachi de Asia Central.

Aunque el término de “películas del salvaje Este” no se utilizaba oficialmente en la URSS, se hicieron varias docenas de películas de este género. A continuación, nuestra selección de las tres mejores.

1. ‘Los vengadores escurridizos’ (1967)

Año 1920. El sur de Rusia está asolado por la Guerra Civil. Cuatro adolescentes, que sueñan con servir en el Ejército Rojo, se enfrentan a los cosacos anarquistas de Ataman Gnat Burnash.

Los vengadores escurridizos se rodó según los cánones del western clásico, con tiroteos, persecuciones y la clásica escena de matones borrachos disparando botellas y jarras en un pub.

Muchas de las acrobacias fueron realizadas por los propios jóvenes actores que interpretaban a los vengadores y, como no había suficiente gente en el plató, ¡incluso tuvieron que disfrazarse de cosacos de Burnash y perseguirse a sí mismos! 

La película tuvo dos secuelas: Las nuevas aventuras de los vengadores escurridizos (1968) y La corona del Imperio ruso o Los vengadores escurridizos de nuevo (1971). 

2. ‘Sol blanco del desierto’ (1969)

Principios de los años veinte. Un pequeño pueblo en la costa oriental del mar Caspio, aterrorizado por una banda de combatientes Basmachi de Abdullah el Negro. Nadie se atreve a contraatacar a los mafiosos, hasta que hace su aparición un soldado del Ejército Rojo llamado Fiódor Sujov.

El rodaje de la película fue largo y duro. Los responsables de la película criticaban constantemente ciertas escenas, exigiendo que se eliminaran o se volvieran a rodar. Incluso después de finalizar el rodaje, no permitieron que Sol blanco del desierto saliera en las pantallas.

En ese momento intervino Leonid Brézhnev, líder del país y gran aficionado a las películas del Oeste. La película se estrenó y se convirtió en un éxito nacional.

Para los cosmonautas rusos (y en su día soviéticos), Sol blanco del desierto es una auténtica joya. Se dice que la ven la víspera de cada lanzamiento y se llevan una copia al espacio. La superstición es que, gracias a ello, los vuelos transcurren sin contratiempos.

3. ‘Amigos entre mis enemigos’ (1974)

El sur de Rusia en los primeros años tras el final de la Guerra Civil. Un grupo de guardias blancos ataca un tren que los bolcheviques utilizan para transportar oro. Sin embargo, no tienen tiempo para alegrarse de su botín: ellos mismos son asaltados por la banda del cosaco Esaul Brilov.

Yegor Shilov, empleado de los servicios especiales soviéticos, va en busca del oro que se ha perdido en el tumulto. Su misión se complica por el hecho de que sus colegas creen que él mismo está implicado en el robo.

Amigos entre mis enemigos fue la ópera prima de Nikita Mijalkov, que más tarde se hizo famoso por el drama Quemado por el sol, que ganó el Oscar en 1994. En la película, también interpreta el papel del encantador villano Brilov, cuyo personaje se inspira en los spaghetti westerns protagonizados por Clint Eastwood.

Al director en ciernes se le asignó una película en color demasiado deficitaria, por lo que algunas de las escenas se rodaron en blanco y negro. Como resultado, esta característica se convirtió en un rasgo distintivo de la película.

Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes

LEE MÁS: 10 películas con las que disfrutar de la belleza natural de Rusia

La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.

Lee más

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies