El elemento más típico y reconocible de las iglesias ortodoxas es la cúpula, coronada con la cruz ortodoxa de ocho puntas. Las más comunes son las cúpulas de cebolla (3). Además de su función puramente práctica (la nieve no se acumula en una superficie de este tipo, lo que es extremadamente importante durante los inviernos rusos, cuando toneladas de nieve pueden aplastar un edificio), también tienen un significado simbólico: la forma de cebolla, apuntando hacia arriba, se asemeja a la llama de una vela.
Se cree que las cúpulas de cebolla empezaron a utilizarse de forma generalizada tras la construcción de la catedral de San Basilio en Moscú, es decir, a partir de mediados del siglo XVI. Muchas iglesias más antiguas, anteriores a la época mongola, que datan de los siglos XII-XIII, solían tener cúpulas en forma de casco (2).
A partir de finales del siglo XVI y principios del XVII, también se popularizaron las iglesias con tejado de tienda (4) y pequeñas cúpulas doradas en la parte superior. Además, las iglesias solían tener campanarios adosados.
Más tarde, las iglesias también podían tener cúpulas esféricas (1), que simbolizan la eternidad.
El color de las cúpulas permite saber a quién está dedicada una iglesia.
El número de cúpulas también es importante.
También pueden encontrarse números diferentes, como el 11 o el 15, pero son, en todo caso, la excepción.
La cúpula se alza sobre un tambor cilíndrico, el barabán (su diámetro suele ser mayor que el de la propia cúpula). La mayoría de los tambores están perforados con estrechas ventanas, que no son sólo un elemento de diseño, sino también una importante fuente de luz para la iglesia. Un tambor ciego sin ventanas se denomina sheya (cuello).
El volumen principal de la iglesia puede tener forma cúbica (no necesariamente en el sentido estricto de la palabra, ya que a menudo es alargado en longitud o altura), y entonces se denomina chetverik (cubo) (1).
También hay iglesias con un diseño de ocho lados, que reciben el nombre de vosmerik (octógono) (2).
Muchas iglesias, además, tienen una estructura de varios niveles, y un diseño muy utilizado era el vosmerik na chetverike (octógono sobre cubo).
El volumen principal de una iglesia puede tener distintas extensiones arquitectónicas. Una parte importante es el ábside, un saliente semicircular del edificio que alberga el altar. Su altura es algo inferior a la del volumen principal de la iglesia. Hay iglesias de un solo ábside, y también iglesias con tres o incluso cinco ábsides (por ejemplo, la Catedral de la Dormición en el Kremlin de Moscú).
Un elemento arquitectónico importante de una iglesia es la zakomara (el frontón arqueado) (1), el elemento semicircular o en forma de quilla que corona una de las secciones del muro principal de la iglesia. Los hastiales repiten las formas de la estructura interior de la iglesia. Si hay hastiales, significa que la iglesia tiene cubiertas abovedadas.
También hay falsos hastiales con una función puramente decorativa - se conocen como kokoshniki (arcos de ménsula) (2). En las iglesias construidas en estilo uzorochie (literalmente “trabajo de patrones"”- la versión rusa del barroco), puede haber muchos de ellos.
La sección vertical de un muro coronada por un frontón se denomina priaslo (1). Las columnas decorativas -piliastri (pilastras) (2)- suelen estar presentes entre los priasla vecinos, continuando las líneas de los frontones arqueados.
Algunas iglesias de estilo clásico tienen frontón en lugar de gabletes, elementos triangulares de doble vertiente que coronan la fachada.
El papert (pórtico) es un ala cerrada o abierta de la iglesia. Según una antigua tradición, los afligidos por enfermedad o alguna discapacidad se reunían aquí para pedir limosna.
Lapridel, o capilla lateral, es una extensión de la iglesia principal, o una sección especialmente asignada dentro de la iglesia donde se encuentra un altar adicional para el culto divino. Cada capilla lateral tiene su propia cúpula. Por ejemplo, la catedral de San Basilio tiene ocho capillas laterales dispuestas alrededor de la capilla principal, lo que hace un total de nueve capillas. La principal es la capilla de la Intercesión de la Madre de Dios y, de hecho, sólo una de las capillas laterales está dedicada a San Basilio.
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