La propia palabra bábushka derrite el corazón del ruso más taciturno. La bábushka simboliza el amor y la ternura, siempre te cuida, tengas la edad que tengas. Pero, al mismo tiempo, una bábushka rusa... ¡puede ser muy dura! Exploremos este fenómeno tan ruso, ¿vale?
Abuelas y nietos, 1955, región de Krasnodar
Alexánder Oskin / Rusia en fotoLa palabra rusa bábushka se traduce literalmente como “abuela”. Bábushka tiene su origen en la palabra baba, que, en ruso, hacía referencia históricamente la mujer campesina (y ahora se considera una palabra muy grosera para llamar con ella a una mujer). La definición oficial de abuela solía ser babka, pero ahora también se considera una palabra fea, mientras que el diminutivo bábushka se ha convertido en más común.
Los rusos tienen cien maneras de hacer que la tierna palabra bábushka sea aún más bonita: babulia, babusia, babúsenka, etc. En un sentido más amplio, bábushka es una señora mayor, un sinónimo de starushka. Si ves a una señora muy mayor por la calle, puedes intentar (atreverte) a llamarla bábushka.
El gran poeta ruso Alexánder Pushkin llamó dulcemente starushka a su vieja niñera en su famoso poema Tarde de invierno. “Где же ты, моя старушка?” (“Gde zhe ty, moya starushka” - literalmente “¿Dónde estás, mi starushka?”) Al español starushka se tradujo como “vieja” o “viejita”.
A veces, la gente llama erróneamente bábushka al pañuelo que lleva una abuela rusa. Pero el pañuelo en la cabeza de la bábushka es sólo una atribución y sería más correcto decir “pañuelo en la cabeza de la bábushka” o “pañuelo en la cabeza al estilo de una bábushka”.
La reina Isabel II asiste al cuarto día del Royal Windsor Horse Show en Home Park el 12 de mayo de 2018 en Windsor, Inglaterra
Max Mumby / Indigo / Getty ImagesPor cierto, a la reina Isabel II también le gusta este atuendo al estilo de bábushka. Pero, ella añade un elegante nudo con un lazo.
A veces, una bonita bábushka con pañuelo en la cabeza puede llamarse con un modismo: божий одуванчик (bozhi oduvanchik), que significa literalmente “diente de león de Dios”. Esto significa que parece que una persona no haría daño a una mosca.
Parece que ningún padre puede querer a su hijo como una verdadera bábushka rusa quiere a su nieto. Como si toda su vida fuera una preparación para este altísimo destino o incluso misión: cuidar de la descendencia de sus hijos (y mimarlos también).
La directora de escuela jubilada Valentina Chernysh con su nieta Margarita, 1997
Raisa Pestova, Vladímir Siomin / MAMM / MDF / Rusia en fotoUna bábushka rusa aterrorizará a un niño con mimos y besos. Comprará cualquier cosa (y especialmente dulces y juguetes que los padres no compran y no permiten). Dejará que el niño haga todo lo que quiera y encubrirá todas las travesuras delante de los padres.
“Cuando era niño, solía pasar todo el verano con mi bábushka en el campo, mientras mis padres trabajaban”, recuerda Alexánder, de 35 años. “Ahora no puedo imaginar lo duro que era para una anciana cuidar de un odioso niño durante tres meses seguidos. Pero nunca se quejó y, hiciera lo que hiciera y por muy polvoriento y sucio que llegara a casa, me lavaba y me alimentaba con sabrosas tortitas”. Ahora, siendo un hombre adulto con su propia familia, Alexánder sigue visitando a su bábushka para comer sus tortitas.
Maria Trífonova con sus nietas Nadia y Tania, 1982
Serguéi Subbotin / SputnikLa comida es otra cosa con la que una bábushka demuestra su amor. Siempre le pregunta al niño qué quiere que le cocine y, aunque se pase entre sartenes todo el día y el niño no acabe comiéndose lo solicitado, siempre estaba dispuesta a hacer otra comida. Una bábushka suele ser una maestra de cualquier cosa, ya sea borshch, tortitas o algunas tartas complicadas. Además, al haber crecido en los duros tiempos soviéticos, puede hacer una cena perfecta con cualquier sobra o cualquier cosa que encuentre en la nevera.
“En Año Nuevo, visité a mi amigo en Moscú y fuimos a cenar al apartamento de su bábushka. Te juro que si hubiéramos estado en una pequeña cabaña en el bosque, me habría convencido de que alguien me estaba engordando para el luego meterme en un horno”, cuenta el escritor estadounidense Benjamin Davis sobre su experiencia. “Ensaladas rusas, pan, mantequilla sobre pan, caviar sobre pan, carne sobre pan, carne sobre carne, queso sobre carne sobre pan. Estaba cenando en un plato mágico que nunca se vaciaba”.
Y cuando por fin te alejas de la casa de la bábushka, seguro que te mete comida en el equipaje, incluyendo enormes tarros con encurtidos o mermeladas.
'Hijas de la abuela', Irkutsk, 1970-1973
Víktor Ershov / MAMM / MDF / Rusia en fotoLas bábushkas modernas tienen un aspecto diferente. No llevan pañuelos en la cabeza, suelen trabajar, son activas y quieren ser amigas de sus nietos, compartiendo todos los secretos y teniendo con ellos relaciones de confianza. El abuso de la comida suele transformarse en la entrega de algo de dinero extra.
Abuela y su nieto con la máquina de coser, 1984
A. Zybin / SputnikDespués de todas las bonitas palabras que hemos dedicado a las bábushkas, por fin ha llegado el momento de desvelar las cartas. Una bábushka también puede ser extremadamente diferente. En serio, ¡hay algunas bábushkas que deberían llamarse “babka dura”!
Benjamin Davis tuvo una vez una experiencia extremadamente diferente con una anciana con la que se encontró en la calle que, según él, tenía un aspecto brutal. “Podría darme una patada en el culo si quisiera”. A una señora así no querrás ayudarla a cruzar la calle.
Tales bábushkas son siempre las primeras en cualquier fila (empujando a todos a un lado con los codos y las bolsas de la compra con ruedas). Tales babushkas suelen sentarse cerca de su casa o edificio y observar a la gente que entra y sale... y nunca dudará en hacer un comentario tóxico sobre tu aspecto. Una babushka de este tipo puede llamar fácilmente “prostituta” a una joven vestida de forma elegante. Mientras que todos los chicos jóvenes que salen o se van de fiesta se convierten automáticamente en “drogadictos”. Estas son las definiciones más populares que una bábushka puede dar a los jóvenes, y también hay muchos memes en Internet dedicados a ello.
Valentina Kuleshova, de 85 años, pensionista convertida en popular bloguera, con su bisnieta Alexandra, en Krasnodar, el 5 de marzo de 2018
Valeri Matytsin / TASS“Las bábushkas (abuelas) son lo que hace funcionar a la Madre Patria. Controlan las entradas de los bloques de apartamentos y ofrecen vigilancia gratuita. No te metas en la ley de la bábushka. Estás avisado”, dice un usuario en Quora. Me parece justo y no hay nada más que añadir.
Quizá recuerde una comedia protagonizada por Sylvester Stallone llamada ¡Detente o mi madre disparará! (1989). Pues bien, la madre retratada en ella bien podría ser la cara más dura de una bábushka rusa.
Muchas bábushkas rusas tampoco son tímidas. Hay bábushkas moteras, bábushkas viajeras, bábushkas blogueras y muchas otras.
Maratón de baile en el marco del programa de Longevidad de Moscú en el Parque de Sokólniki
Sofía Sandúrskaia / Agencia MoskváTodo el mundo habla de las bábushkas rusas. Pero, ¿qué pasa con su marido, el abuelo o, mejor dicho, dédushka? A lo largo de la brutal historia del siglo XX, muchos hombres murieron durante varias guerras y purgas. Las bábushkas soviéticas a veces tenían que criar a sus nietos solas y era una práctica normal que los padres dejaran a sus hijos a los abuelos, no sólo para las vacaciones, sino simplemente para vivir mientras ellos trabajaban duro.
Además, en 2021, la esperanza de vida media de los hombres en Rusia se sitúa en torno a los 65 años, mientras que la de las mujeres se acerca a los 74 (y estas cifras son más o menos las mismas desde los años 90). Así que es muy común que una bábushka acabe viviendo sola durante varios años y que lo único que le importe sean sus nietos. Y, a veces, estas madres se vuelven tóxicas hacia sus propios hijos, preguntando constantemente cuándo van a dar a luz y darle nietos. “¿Quieres que me muera sin ver a mis nietos?” Les encanta actuar como reinas del drama.
Sin embargo, un dédushka también es un protagonista de las anécdotas. Por lo general, le molestan “esos niños ruidosos” (y el nivel de atención que suele darles su mujer). La mayoría de los rusos recordarían que un dédushka solía fumar (y tal vez beber), la mayoría de las veces permanecía en silencio, iba a pescar o a recoger setas e intentaba no perder la calma. Pero esa ya es otra historia.
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