Las mujeres soviéticas no podían a seguir blogueras de moda como hoy en día y a menudo buscaban inspiración en el cine. Tan pronto como una nueva película estaba en pantalla, las locas por la moda iban a la peluquería para arreglarse el pelo como los actores.
La película de los 60 Babette se va a la guerra con Brigitte Bardot conquistó el corazón de millones de damas soviéticas de todas las edades. Se peinaban así para cualquier ocasión: para el teatro, las citas, el trabajo y la escuela. Estos peinados parecían un enorme moño alto con un bouffant. Hacerlo no era fácil: había que tener el pelo largo y grueso, spray (que siempre escaseaba), así como algunas habilidades y fantasía. Por ejemplo, en lugar de laca para el cabello, las mujeres a menudo usaban jarabe de azúcar o cerveza y añadían el volumen al moño con más moños.
En invierno, era un todo desafío caminar con ese cabello expuesto, porque nada podía cubrirlo excepto las bufandas.
El pelo liso y suave al estilo de la actriz soviética Natalia Varlei en la película La prisionera del Cáucaso(1967) fue muy popular entre las estudiantes y las mujeres deportistas. El pelo liso como una dama se veía elegante y a la moda, pero en contraste con el peinado ‘Babette’, permitía moverse libremente, sin tener que preocuparse de que la ‘torre de Babel’ se derrumbara. Por supuesto, este volumen también se lograba con un bouffant.
El “bob” fue uno de los peinados favoritos en la época soviética, y además del cabello liso, las mujeres también lo usaban rizado. Era popular hacer muchas ondas diminutas usando una permanente o rulos eléctricos. Mezclarlo con el pelo rubio evocaba involuntariamente parecidos con los fideos. Algunas chicas irónicamente llamaban a este pelo “explosión en la fábrica de pasta”.
A las jóvenes soviéticas les encantaban los cortes de pelo cortos y hacerse la permanente era una especie de pasatiempo común. Se inspiraron en la película Noche de Carnaval (1956) con Liudmila Gurchenko. Su personaje era una chica activa y ambiciosa, con la mentalidad soviética “correcta”, pero a la vez muy femenina, siguiendo las líneas del nuevo look de Dior. ¡Muchas mujeres querían parecerse a ella!
Uno de los peinados más populares en los años 70 y 80 fue la “cascad”", cuando los mechones de la cara a la espalda tenían diferentes longitudes. Por supuesto, siempre se podía usar un rulo de pelo para hacer ondas.
Las mujeres que no querían despedirse de su pelo largo hacían diferentes tipos de trenzas. Las colegialas llevaban una o dos trenzas, mientras que las mujeres preferían hacer moños con ellas.
Este peinado fue popular a finales de los años 80 entre los músicos y artistas y sus fans. El pelo largo de la espalda se teñía de colores brillantes y las mechas cortas se encrespaban en el la parte frontal. Y sí, un peinado así podía ser rizado. ¡Se veía espectacular y recogía completamente el espíritu de la perestroika!
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