Esta coproducción ruso-serbia está basada en hechos reales ocurridos en Kosovo en 1999, cuando los albaneses planearon el genocidio de la población serbia local. Para proteger a los serbios, se ordenó a las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz que realizaran una incursión rápida e inesperada desde Bosnia a Kosovo, y que tomaran el control del aeropuerto local de Slatina antes de que llegaran las tropas de la OTAN.
Según el guión de esta película, antes de la llegada de las fuerzas de mantenimiento de la paz se produjo un frenético enfrentamiento entre un pequeño grupo de fuerzas especiales rusas y cientos de milicianos albaneses de Kosovo. Aunque aparentemente condenados, se mantuvieron firmes hasta el final para mantener abierto el aeropuerto a sus camaradas.
Línea Balcánica ya ha recibido una cálida acogida por parte del público, tanto en Rusia como en Serbia, ya que la película intensifica los sentimientos patrióticos y reaviva la olvidada amistad entre los dos países.
“Después de la película de Angelina Jolie y muchas otras sobre ‘serbios bestias’, se muestra por lo menos una visión desde el otro lado. Y es genial que la película sea buena”, escribió un espectador.
Durante la campaña rusa en Europa contra Napoleón, muchos oficiales tuvieron la oportunidad de ver de primera mano cómo las condiciones de vida eran muy diferentes en Rusia y en el extranjero. Desesperadamente ansiosos por conseguir reformas, como la abolición de la servidumbre y la monarquía, algunos de estos oficiales organizaron sociedades secretas. En diciembre de 1825, el zar Alejandro I murió, y aunque su sucesor Nicolás aún no había ascendido al trono, los conspiradores decidieron promover un levantamiento.
Desde la caída de la Unión Soviética, los cineastas rusos no habían realizado ningún proyecto importante dedicado al Levantamiento Decembrista, como más tarde se conoció a la rebelión de la que hablábamos. Ahora, con un presupuesto de más de 11 millones de dólares, la película dedicada a este episodio promete ser un espectáculo maravilloso que podría cambiar completamente el curso de la historia rusa.
Después de mucho tiempo, el cine ruso vuelve al tema de la guerra soviético-afgana. Salir de Afganistán, estrenada este año, describe una serie de acontecimientos relacionados con la retirada soviética del país. Para empezar, una división del Ejército tiene que pasar por el túnel de Salang, pero este se encuentra controlado por un gran grupo de muyahidines.
Para asegurarse un paso seguro, el teniente Vasili Zhelezniakov se convierte voluntariamente en rehén de un líder afgano. Si algo sale mal, responderá con su cabeza.
En los últimos años, el tema de la guerra de Afganistán había aparecido solo ocasionalmente en el cine ruso. Basada en hechos reales, Salir de Afganistán, es (en casi 15 años) la primera película importante de acción ambientada esa guerra.
En 2019, Rusia celebra el 75º aniversario del fin del sitio de Leningrado, uno de los capítulos más trágicos de la Segunda Guerra Mundial, que costó la vida a más de 700.000 civiles.
Los cineastas rusos no podían quedarse de brazos cruzados ante este importante aniversario, por lo que se han producido varias películas. En una de ellas, Corredor de la Inmortalidad, se cuenta la historia de un grupo de jóvenes y muchachas que construyen una vía férrea secreta que conectará la ciudad sitiada con el resto del país.
Pincha aquí para saber cuáles son las 10 mejores películas bélicas rusas de la historia.
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