El artista detrás de ‘Animales fantásticos’ es el ruso Max Kostenko. ¡Y fuimos a conocerlo!

Max Kostenko
Max Kostenko vive en Podolsk, una pequeña ciudad a 40 kilómetros al sur de Moscú, pero se gana la vida como artista para películas de Hollywood... algo de lo que hasta sus mejores amigos apenas saben nada. Nos lo cuenta en ‘Russia Beyond’.

Animales fantásticos: los сrímenes de Grindelwald (la secuela del film de 2016 Animales fantásticos y dónde encontrarlos, dirigido por David Yates y ambientado en el universo creado por J. K. Rowling) barrió recientemente las taquillas de Estados Unidos y Rusia. Al igual que la primera película sobre las criaturas mágicas del universo de Harry Potter, el ilustrador ruso Max Kostenko estaba detrás de muchas de las “bestias”.

Max nunca ha estudiado dibujo y no cuenta con una educación especializada. Cuando dejó la escuela quería estudiar artes gráficas en la universidad, pero no obtuvo las calificaciones requeridas. Así que se embarcó en hacer un curso de derecho en lo que él llama un “establecimiento dudoso” no lejos de Podolsk. Al mismo tiempo trabajó en varias fábricas y obras de construcción, así como empacador.

Soñando con escapar del trabajo en la fábrica y hacer algo más creativo, Max aprendió a usar Photoshop. Más de 12 años después, hoy en día, trabaja como freelance para el estudio de animación DreamWorks de Hollywood, así como en publicidad para las más importantes marcas, como Volkswagen y Mercedes. Su portafolio incluye obras realizadas para películas como Kong: La Isla Calavera y Monster Trucks.

Russia Beyond fue en busca de la historia de cómo Max Kotensko creó un puente virtual entre Podolsk y Hollywood.

Trabajar para Hollywood

Después de dejar la fábrica, Max encontró trabajo en un estudio diseñando páginas web. Pero pronto se dio cuenta de que aquello tampoco era para él. Comenzó a dibujar ilustraciones, inicialmente publicándolas gratuitamente en webs como Revision. Pronto empezaron a aparecer clientes. Cuando tuvo suficientes pedidos para un mes o más, dejó su trabajo de diseño y se hizo autónomo.

“Unos meses después, un agente de Francia se puso en contacto conmigo. Y me enteré de que había una red de agencias de ilustración. Por una comisión, estas te encontraban clientes en mercados occidentales. Más tarde también conseguí agentes en el Reino Unido y en Estados Unidos”, dice.

Tuvo su gran oportunidad cuando un estudio de efectos especiales London Special FX necesitó un personaje similar a los que él creaba. Fue recomendado y empezó a trabajar para ellos: “El mundillo del arte conceptual en el negocio del cine es bastante pequeño. Todo el mundo se conoce. Obtienes trabajo a través de recomendaciones. Esencialmente, todo lo que hacía era actualizar a menudo mi portafolio y publicarlo en todas partes donde podía. Ya era bastante conocido en la comunidad profesional incluso antes de que aparecieran mis proyectos de Hollywood”, añade.

Trabaja por correo electrónico: las ofertas de trabajo llegan con un encargo de diseño y un plazo de entrega y le corresponde a él cumplir con los requisitos del cliente.

“Mi inglés no es perfecto: no tengo problemas para comunicarme por correo electrónico, pero no me siento muy cómodo recibiendo llamadas telefónicas”, comenta Max.

Trabajo de oficina o ‘freelance’

Max solía soñar con trabajar en oficinas centrales de Hollywood de estudios de animación tan famosos como Pixar, Disney o DreamWorks. Pero después de cinco años como freelance de ilustración de conceptos, ha cambiado de opinión.

Los trabajadores por libre tienen lo mejor de cualquier proyecto. Cuando uno trabaja en una oficina, es un subordinado y se le puede pedir que haga cualquier trabajo. En una oficina puedes acabar dibujando en fondos o colocando espadas. Pero cuando un cliente necesita que alguien dibuje un personaje principal, entiende que es mejor preguntarle a un especialista. Y recurren a mí”, explica.

Sobre el dinero

Los plazos de entrega de los proyectos cinematográficos suelen ser ajustados, entre quince días y seis meses. ·La tarifa media por día para un artista conceptual freelance en Occidente es de entre 500 y 1.000 dólares. La tarifa puede subir hasta 1.500 o 2.000 para los mejores”, afirma Max.

Estuvo empleado durante unos tres meses en una sección de Animales Fantásticos solo, añade.

Sobre la vida en Podolsk y los ‘Animales fantásticos’

A Max le preguntan a menudo qué hace en Podolsk, una ciudad de 200.000 habitantes que sólo tiene un cine y ninguna sala IMAX, dado que ahora puede permitirse el lujo de vivir donde quiera.

“Estaba confundido. Todo el mundo parece pensar que una vez que se alcanza un cierto nivel de éxito hay que alejarse. Ahora no lo creo. He vivido en Podolsk toda mi vida; mis amigos y mi familia están aquí; vivo cerca de un bosque, el aire es bueno. Me siento bien aquí”.

Vi por primera vez Animales fantásticos en un cine de Moscú. No sentí ninguna emoción en particular. Para mí era sólo un producto. No grité de alegría ni lloré de felicidad cuando vi a mis personajes en la pantalla. Para ser honesto, no soy un fan de Animales fantásticos y el cine palomitero. Hayao Miyazaki [el animador y cineasta japonés] es más de mi gusto.
“Mis amigos y conocidos apenas tienen idea de a qué me dedico en realidad. Ellos saben que yo dibujo. Así que no hacen comentarios sobre nada, y no recibo comentarios.

Creación de personajes

“La inspiración no es parte de mi proceso de trabajo. No es el tipo de campo en el que se puede depender de algo así. Me siento en mi escritorio y simplemente empiezo a dibujar”, dice Max.

El proceso es similar al montaje de un conjunto Lego, dice: todos sus personajes son combinaciones de formas muy simples que a menudo no están relacionadas entre sí. Surge algo complejo y original. El estudio coteja los dibujos y continúa finalizándolos y animándolos. “Al final, una criatura puede ser un 60 por ciento de tu creación, mientras que otra sólo el 20%”.

“Para ser honesto, soy muy crítico con mis criaturas. Me gustan cuando las estoy creando, pero después detecto pequeños defectos y empiezo a tener mis dudas. Actualmente, mis favoritos son el mono blanco perezoso de la primera parte de Animales fantásticos (sólo se le ha cambiado la nariz) y mi versión del gran gato ‘chino’ de la segunda parte. En la película lo han cambiado un poco, pero yo prefiero el mío”.

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