Nuevo museo 3D reconstruye feroces combates durante el sitio de Leningrado

Mijaíl Métzel/TASS
Para conmemorar el 75º aniversario de la ruptura del asedio de Leningrado, se ha abierto un nuevo museo panorámico en 3D cerca de San Petersburgo. Reconstruye un día de la operación “Iskrá”, en el curso de la cual las tropas soviéticas consiguieron abrir una grieta en el cerco alemán alrededor de la ciudad, por primera vez en un año y medio.

El sitio de Leningrado duró 900 días y costó a la URSS 1,5 millones de vidas. Desde su inicio, en el otoño de 1941, las tropas soviéticas intentaron romper las líneas alemanas que rodeaban la ciudad y sólo lograron hacerlo parcialmente en enero de 1943. El panorama-museo tridimensional “La Brecha” cuenta la historia de manera en que uno puede verse a sí mismo entre las tropas soviéticas atacantes.

Soldados “reales”

El panorama tridimensional ocupa 600 metros cuadrados, convirtiéndolo en uno de los más grandes del mundo. Hay partes de dos tanques soviéticos, muchos fusiles automáticos, granadas, proyectiles e incluso una copia (pero algo más pequeña que el original) de un avión alemán que se cierne sobre las cabezas de los visitantes.

También hay figuras de soldados. Estos no son simple maniquíes de cera: de los 18 soldados del Ejército Rojo que atacan posiciones alemanas momento, 12 son copias de personas reales que participaron en combates alrededor de Leningrado. Los restos de algunos de ellos fueron encontrados por voluntarios décadas después de finalizada la guerra.

“Cuando se leen las recomendaciones para que se les concedan condecoraciones, surge una disonancia: tenían entre 19 y 20 años. A pesar de su juventud siguieron adelante para enfrentarse al peligro y a la muerte. ¡Eran personas de un heroísmo indescriptible!”, dijo en una entrevista televisiva Dmitri Poshtarenko, el autor del panorama y uno de los voluntarios que buscan soldados rusos muertos durante la Segunda Guerra Mundial.

“Cuerpos no enterrados por todas partes”

El ataque que se reconstruye en el museo ocurrió el segundo día de la ofensiva “Iskrá” y tuvo lugar en el llamado Nevski Piatachok el 13 de enero de 1943. Nevski Piatachok (“piatachok” era el nombre de una moneda de 5 kopeks) fue una pequeña cabeza de puente tomada por las tropas soviéticas en la orilla izquierda del río Nevá, antes controlada por los alemanes. El Ejército Rojo se la arrebató a los invasores en septiembre de 1941 y la mantuvo la mayor parte del tiempo hasta la ruptura del bloqueo, a pesar de la increíble ferocidad de los ataques alemanes.

Era estratégicamente importante para las tropas soviéticas, ya que era el único trozo de tierra en esa orilla del río que podría ser empleada para lanzar una ofensiva con la intención de conectar con las tropas soviéticas en el continente. Esto era algo obvio también para los alemanes, por lo que esta pequeña cabeza de puente se convirtió en escenario de encarnizados combates. Como era extremadamente pequeña (1-4 kilómetros de ancho y 800-300 metros de profundidad), fue bombardeada casi constantemente por los germanos. Era muy difícil evacuar a los soldados heridos a través del río, así como el traer armas y equipo necesarios. Se dice que los regimientos soviéticos solían perder hasta el 95% de su personal inicial.

También era muy complicado el enterrar gente allí. “Cuando nuestra compañía desembarcó, todos los tramos estaban llenos de cadáveres. Yacían por todo el territorio de Nevski Piatachok. El refugio donde yo y mis camaradas estábamos estacionados tenía como techo cadáveres congelados... Todo el terreno era un cementerio de soldados y oficiales que no habían recibido sepultura... Poca gente pasó allí mucho tiempo. Un día o dos, una semana como máximo y luego, inevitablemente, llegaba una herida o la muerte, y uno era reemplazado por nuevas tropas”, rememoraba el soldado Yuri Poresh (sus recuerdos están en ruso) sobre su lucha en Nevski Piatachok.

La historia personal de Putin

Uno de los soldados que participó en los enfrentamientos de Nevski Piatachok fue el padre del presidente Vladímir Putin. De hecho fue una propuesta de Putin el crear un panorama 3D permanente en lugar de instalaciones temporales dedicadas al tema, como se venía haciendo desde hacía varios años. El padre de Putin, uno de los defensores de Leningrado, fue herido en Nevski Piatachok. Putin describió la experiencia bélica de su padre en un artículo de 2015.

El padre de Vladímir Putin tuvo suerte de volver de la cabeza del puente, ya que muchos soldados perdieron la vida allí. Existen diferentes estimaciones del número de víctimas caídas en Nevski Piatachok: oscilan entre 50.000 y 200.000 o incluso 240.000 muertos.

Un año y medio para recorrer 7 kilómetros

En esas condiciones, las tropas soviéticas no sólo lograron resistir a los alemanes, sino que también intentaron lanzar repetidos ataques para establecer contacto con las principales fuerzas rusas, que se encontraban a sólo 7 kilómetros de distancia. También intentaron reunirse con tropas procedentes de Leningrado, a medio camino. En abril de 1942 los alemanes finalmente capturaron este pedazo de tierra, pero en septiembre de ese mismo año el Ejército Rojo logró tomarlo de nuevo bajo su control.

Según Yuri Poresh, dadas las circunstancias Nevski Piatachok era la única esperanza de romper el sitio de Leningrado y salvar a miles de residentes de la ciudad de morir de hambre. Por esto, atrajo a muchos regimientos alemanes, lo que fue útil ayudó cuando, en enero de 1943, se rompió el bloqueo. El ataque soviético tuvo lugar hacia el norte, desde Nevski Piatachok, mientras que los alemanes consideraron este lugar como el más improbable para el comienzo de una ofensiva. Por lo tanto, hubo un elemento de sorpresa que ayudó a que esta fuese exitosa.

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