Los Tolstói, el orgullo de una familia

Fuente: servicio de prensa

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La estirpe de los Tolstói es una de las más multitudinarias de Rusia. Únicamente los descendientes directos de Lev Tolstói ascienden actualmente a unos 400. Muchos de ellos continúan la misión cultural e instructiva de su ilustre bisabuelo y llevan su apellido con dignidad.

La familia tenía un más importante para el gran escritor ruso Lev Tolstói. En Anna Karénina la familia adquiere un carácter casi sagrado. La protagonista de la novela Guerra y paz, Natasha Rostova, que en un principio aparece como un personaje frívolo que se divierte con hombres encuentra la verdadera felicidad en la familia y los hijos.

El propio Lev Tolstói tuvo 13 hijos, cuatro de ellos murieron en la niñez o en la juventud. Casi todos los demás emigraron tras la Revolución de 1917. En vida de Tolstói, toda su familia le ayudaba y vivía de su obra, y este afecto se conservó incluso durante su muerte.

Su esposa, Sofia Andréyevna, rescribió varias veces de su puño y letra Guerra y paz, su hija mayor, Tatiana, en 1917 se convirtió en la primera conservadora de la finca museo Yásnaia Poliana (región de Tula, a 200 kilómetros de Moscú). Otras dos hijas, María y Alexandra, también trabajaron como sus asistentes y personas de confianza.

Los Tolstói en nuestros días

En estos momentos, según la página web The Tolstoys, Lev Tolstói y Sofia Andréyevna tienen ya casi 400 descendientes. Muchos de ellos continúan con los asuntos de su antepasado, cuidan de su patrimonio y estudian sus numerosas obras.

Vladímir Tolstói, tataranieto del escritor, tiene ahora 52 años. En los años 90 escribía artículos sobre la tala ilegal de los bosques en la finca Yásnaia Poliana. Finalmente, en 1994 el entonces ministro de Cultura de la Federación Rusa nombró a Vladímir director del museo. Durante los años en que dirigió la finca, esta ha recobrado la vida y se ha convertido en un centro cultural multifuncional.

 

Fuente: Vladímir Presnya / Ria Novosti

Fue el propio Vladímir quien en el año 2000 hizo volver a los Tolstói a sus raíces y organizó en Yásnaia Poliana un encuentro de los descendientes del escritor que se convirtió en una tradición y que ahora se celebra en esta finca una vez cada dos años.

En 2012 Vladímir Tolstói se convirtió en consejero de cultura del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y Yásnaya Poliana recibió como nueva directora a Ekaterina Tolstaya, la esposa de Vladímir.

El Lev Tolstói contemporáneo

El año 2015 ha sido declarado Año de la Literatura en Rusia, Vladímir Tolstói forma parte del comité organizativo y el año pasado fue uno de los promotores del proyecto “Todo Tolstói en un clic”, considerado por muchos el principal acontecimiento literario del año.

Los 90 tomos de las obras completas de Lev Tolstói, incluidos diarios y cartas poco conocidos del escritor, han sido digitalizados y publicados en internet para su descarga gratuita en ruso.

“Al crear la versión electrónica de las obras completas con la ayuda de las tecnologías modernas, hemos cumplido la voluntad de Lev Tolstói: hemos conseguido que sus obras sean accesibles para todos”, comenta Fiokla Tolstaya, conocida presentadora de radio y televisión, directora del proyecto y también tataranieta del escritor.

Fuente: PhotoXpress

La propia Fiokla opina que Tolstói “es en sí mismo una marca reconocida en todo el mundo” que promueve activamente las obras de este escritor.

Los Tolstói en la TV

Un primo lejano de Fiokla, también tataranieto de Lev, Piotr Tolstói, dirigió durante siete años, hasta el año 2012, el principal programa informativo del país, el dominical Vremia en el Primer Canal.

 

Fuente: PhotoXpress

Piotr es miembro de la Cámara Pública de la Federación Rusa, que se dedica a defender los intereses de los ciudadanos ante los órganos del gobierno.

Piotr no cree que su famoso apellido le haya ayudado ni molestado en la vida, aunque en una entrevista recordaba sonriendo cómo una vez en el ejército sus compañeros se negaron a ayudarle, diciéndole: “No, Tolstói, no te vamos a dar nada, tu abuelo en la escuela ya nos aburrió bastante” [las obras de Tolstói, incluida Guerra y paz, son lecturas obligatorias en el programa escolar en Rusia].

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