María Dólina comandante de escuadrón del 125 regimiento femenino de aviación “Heroína de la unión Soviética”. Fuente: wikipedia
Poco después del inicio de la Segunda Guerra Mundial comenzaron a llegar numerosas cartas desde los clubes y escuelas de aviación. Eran mujeres que pedían que las enviaran al frente para luchar en las batallas igual que los hombres.
Al mismo tiempo, la heroína de la Unión Soviética Marina Raskova, conocida en todo el país por su legendario vuelo entre Moscú y Oriente Lejano sin escalas a bordo del avión ANT-37 “Ródina”, propuso la idea de formar un regimiento especial femenino. La escucharon y prometieron analizarlo, aunque fueron muchos los hombres que se opusieron a esta novedosa idea. Sin embargo, no paraban de llegar solicitudes.
Al final la piloto obtuvo el permiso de Stalin para formar un regimiento femenino y en otoño del 1941 empezó el reclutamiento de voluntarias. Tras un curso intensivo se formó el regimiento de guardia número 46, que se ha convertido la única división femenina de bombarderos nocturnos en el mundo.
La primera orden del grupo de aviación solicitaba que las mujeres se cortasen el pelo. Podían dejar sus trenzas con el permiso de Marina Raskova. El 27 de mayo de 1942 la escuadrilla aérea compuesta por 115 chicas entre 17 y 22 años de edad llegó a la frente. El primer vuelo de combate se realizó el 12 de junio.
¨Por Liuba!” “Por Vera!”
Volaban en pequeños biplanos de marcha lenta y apodaban sus aviones kukurúznik, mazorca de maíz. La cabina abierta con una protección de vidrio no las protegía de las balas ni tampoco del fuerte viento. No había comunicación por radio, la velocidad del avión era de tan solo 120 km/h y volaban a una altura de 3 km. Su única arma eran las pistolas TT. Fueron equipados con ametralladoras solamente en 1944.
No tenía bodega de bombas, y estas se colgaban por debajo del avión, de modo que no podía levantar muchas, pero las que lanzaba llegaban al blanco con precisión. En ocasiones llevaban las bombas en sus rodillas y las soltaban ellas mismas. Las chicas volaban de noche, haciendo hasta diez vuelos en un mismo día. Apagaban el motor y las bombas caían sobre el enemigo en silencio. Además transportaban material para los guerilleros: medicamentos, municiones, alimentos y cartas.
Los alemanes no podía ver por la armadura de madera chapeada y fueron ellos quienes le llamaban Brujas de la Noche, mientras que los soviéticos se referían a ellas como “hermanitas”. El piloto alemán que conseguía derribar un avión, obtenía el premio más alto: la Cruz de Hierro.
Las pilotos escribían en las bombas “¡Por la patria!”, pero después de que tuvieron a la primeras compañeras fallecidas ponían sus nombres, como “¡Por Liuba!” y ”Por Vera!”.
La tripulación de un PO-2 estaba compuesta por un piloto y un maestro de la nave. Los maestros en su mayoría eran estudiantes de universidad. Polina Guelman estudiaba en la facultad de Historia, Irina Rakobolskaia, en la de Física de Moscú, Raísa Arónova, en el instituto de aviación de Moscú. Imponían un ambiente especial en el regimiento: daban clases, publicaban revistas, escribían poemas.
La comandante del regimiento 46º de la guardia fue Evdokía Bershanskaia, la única mujer galardonada con la orden de Suvórov. Bajo su mando el regimiento peleó hasta el final de la guerra. En total, las pilotos realizaron alrededor de 24.000 vuelos de combate.
El Día de la Victoria las chicas estaban cerca de Berlín. Recordaban a sus amigas que habían caído. En las batallas perecieron 33 pilotos y nueve de ellas fueron condecoradas como héroes de la Unión Soviética.
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Formó parte del grupo de aviadoras rusas del 588º regimiento de bombardeo nocturno.
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