¿Cómo ha cambiado la educación en Crimea este año?

Escolares en una escuela de Crimea ante las banderas de Rusia y la península. Fuente: RIA Novosti.

Escolares en una escuela de Crimea ante las banderas de Rusia y la península. Fuente: RIA Novosti.

Los estudiantes rusos apenas estudian en ucraniano y las universidades no reciben ya subvenciones europeas. Ahora se estudia lengua rusa y forman parte de un nuevo sistema educativo.

En otoño, una buena parte de los profesores crimeos tuvo que cambiar prácticamente de especialidad: en lugar de lengua, literatura e historia de Ucrania, empezaron a impartir lengua, literatura e historia rusas. Estos profesores pasaron el verano preparándose en cursos de capacitación. Sin embargo, lo más difícil les ha tocado a los niños que estudiaban exclusivamente en ucraniano, como los alumnos del Instituto Ucraniano de Simferópol. 

En este instituto, comenzaron a introducirse cambios inmediatamente después de que Crimea pasara a formar parte de Rusia. En abril del año pasado, las reuniones de padres en el instituto se convirtieron en mítines para decidir en qué idioma estudiarían sus hijos.  

Los padres tuvieron que votar si deseaban que sus hijos asistieran a las clases en ucraniano o en ruso. Ahora, de los 986 alumnos que tiene la escuela, solo 143 recibe las clases en lengua ucraniana. En total, son 1.990 niños —de los 215.000 escolarizados en toda la república— los que han optado por la educación en ucraniano.

Tras los acontecimientos de la primavera, cerca de un 10 % de los profesores abandonó la escuela, según la directora del instituto Valentina Lavrik. “Aproximadamente 50 niños se han marchado a Ucrania, pero este verano han venido muchos niños de Rusia y también refugiados del sureste de Ucrania”, añade. 

La vida en las universidades

En las universidades, las repercusiones de la anexión han sido tan profundas como en las escuelas. “El ambiente en primavera del año pasado estuvo cargado de tensión”, recuerda Vadim Japaev, profesor del departamento de Historia de las Relaciones Internacionales en la filial de la MGU (Universidad Estatal de Moscú) en Sebastopol.  

El 16 de marzo de 2014 se celebró un referéndum en Crimea para la salida de la península de Ucrania. Dos días después, el 18 de marzo, pasó a formar parte de Rusia. Los países occidentales no reconocen la legalidad del referéndum y por ello se han impuesto sanciones a Rusia y Crimea. La península formó parte de Rusia hasta 1954, año en el que el entonces líder soviético Nikita Jruschov la cedió a la vecina Ucrania. ¿Cómo se desarrolla Crimea ante las sanciones de Occidente?

 

“Los chicos se dividieron en partidarios y contrarios a la 'primavera rusa”. “La mayoría de los contrarios eran jóvenes del área ‘continental’ del país [así es como se refieren en Crimea a Ucrania], y una buena parte de ellos se ha marchado”, cuenta.

A los estudiantes lo que les preocupa en realidad son las cuestiones prácticas. “En los cuatro meses del primer semestre hemos tenido que sacarnos de la cabeza toda la historia de Ucrania. No ha sido fácil examinarse de la historia de Iván el Terrible cuando en las aulas hemos estudiado a Bogdán Jmelnitskogo”, protesta Maxim, un estudiante.

El cambio de gobierno se ha cobrado un precio. La universidad de Crimea que más estudiantes ha pedido ha sido la Universidad Nacional de Energía Nuclear e Industria de Sebastopol. A finales de marzo de 2014, durante el arriado de la bandera ucraniana, una parte de los estudiantes cantó el himno estatal y se marchó en el izado de la bandera rusa como gesto demostrativo. Según el rector actual, Vladímir Kiriáchenko, más de la mitad de los estudiantes de la universidad se marchó tras la anexión de Crimea a Rusia.

“En este momento, quienes tienen la oportunidad intentan marcharse de la península, y es que la oficialidad de los títulos es aún un interrogante”, comenta un estudiante de una facultad de Sebastopol.

“No está claro de qué nos servirá el título universitario ruso. Si uno planea vivir en Crimea o en Rusia, no hay ningún problema. Pero en el caso de querer desplazarse a trabajar a Europa, puede que ocurra lo mismo que con los pasaportes y nuestros títulos no sean reconocidos en ninguna parte”, opina un alumno de la antigua Universidad Nacional Táurida (desde 2014, Universidad Federal de Crimea, KFU).

Una cortés negativa

Las universidades y organizaciones científicas de la península no pueden publicar sus artículos en las revistas científicas de Occidente. Según el rector de la KFU, Serguéi Donich, de momento los trabajos de su universidad están siendo “rechazados cortésmente”.

 

Se han perdido becas y programas de colaboración con Europa. Según informa la decana de la facultad de Filología Eslava y Periodismo de la KFU, Galina Bogdanovich, la BBC concedió hace ocho años a su facultad (que entonces formaba parte de la Universidad Nacional Táurida) una beca para la adquisición de equipos de televisión y radio para los estudiantes de periodismo.

En 2012, la facultad obtuvo una subvención de la Unión Europea. Además de financiar las estancias en el extranjero de los mejores profesores y estudiantes, la facultad planeaba emplear estos fondos en 2014 para renovar las instalaciones.

“El proyecto debía finalizar en 2015, pero nos han excluido”, explica Bogdanovich. “Todas las universidades incluidas en el programa han recibido equipos de calidad, mientras que los nuestros llegaron a la región ucraniana de Ivano-Frankivsk y se quedaron allí. Todo esto pasó en marzo de 2014”.

Publicado originalmente en ruso en Kommersant.

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