¿Por qué los rusos desconfían del examen de acceso a la universidad?

Estudiantes acceden al examen pasan por un detector de metales. Fuente: RIA Novosti.

Estudiantes acceden al examen pasan por un detector de metales. Fuente: RIA Novosti.

En sus siete años de existencia, el Examen Estatal Unificado (el EGE) se ha convertido en una operación especial a gran escala que moviliza a la policía, pero no ha sido capaz de obtener la aprobación de la sociedad rusa.

El EGE se convoca en el mismo horario para todo el país. Matemáticas y Lengua rusa son las asignaturas obligatorias; la tercera materia depende de la futura especialidad del postulante. El resultado se evalúa con una escala de cien puntos, y para ingresar en un centro de enseñanza superior se suma el total de puntos obtenidos en los tres exámenes.

Con la introducción de este examen se pretendía solucionar los dos problemas principales de la educación rusa: el aislamiento de las provincias y la corrupción. Se partía del supuesto de que, gracias a este examen, un estudiante de un pequeño pueblo de la taiga siberiana y un graduado de Moscú tenían los mismos derechos para ingresar en cualquier centro universitario del país.

Pero a pesar de que se consiguieron resolver estos dos problemas de forma considerable, la improvisación con que se puso en marcha en un principio y los escándalos por copiar o filtrar contenidos en internet le granjearon un montón de enemigos, tanto en los centros de secundaria como en los de enseñanza superior.

Además, el rector de la Universidad Estatal de Moscú, Víktor Sadóvnichi, considera que la prueba no es eficaz para de detectar a los postulantes con talento, por esto a partir de 2013 se otorgó a las Universidades Estatales de Moscú y San Petersburgo el derecho a realizar exámenes de ingreso adicionales. Más adelante, cinco instituciones más también recibieron este derecho.

Irregularidades y dimisiones

El principal problema del EGE no es que no sea eficaz para detectar talentos, sino que resulta relativamente fácil falsificar sus resultados: año tras año, los once husos horarios que cruzan Rusia y los dispositivos móviles han hecho posible que, gracias a los colegas de Vladivostok, los estudiantes de otras regiones conozcan de antemano todas las respuestas.

Los alumnos que se han presentado al EGE tampoco se han examinado en igualdad de condiciones. En un video de YouTube, supuestamente grabado en 2013 en el Cáucaso Norte, se puede ver a unos alumnos que, sin cortarse, se sacan fotos unos a otros, con los examinadores, impasibles, de fondo.

 

Una investigación de la Fiscalía General confirmó a los medios que en Daguestán y otras regiones había estudiantes de nueva hornada que, habiendo obtenido la máxima nota en Lengua rusa, cometían errores gramaticales elementales.

En 2013, en plena época de exámenes, para luchar contra el copiado o las filtraciones de resultados en internet se puso en marcha una campaña que se saldó con la dimisión del jefe del Servicio Federal de Supervisión en Educación y Ciencia de Rusia, y obligó a replantear por completo las condiciones en que los alumnos se examinaban.

Por ejemplo, en 2014 los sobres precintados que contienen las pruebas se empezaron a remitir a las regiones mediante mensajeros oficiales armados. En la entrada de los puntos en que se realizaba el EGE se colocaron agentes de policía y detectores de metales para que los alumnos que se examinaban no pudieran entrar en el aula con dispositivos móviles; se inició un seguimiento en las redes sociales; se creó un centro de información para periodistas y en algunos puntos se emplearon medios para bloquear las señales de la red de telefonía móvil.

“Si oyeran eso en cualquier otro país, pensarían que se trata de algún tipo de operación de los servicios especiales”, dijo Dmitri Medvédev, entonces primer ministro.

 

Los cambios también afectan al contenido: en 2015 los exámenes tipo test prácticamente han desaparecido, y las pruebas se han sometido a un riguroso control de calidad. Finalmente, por iniciativa de Vladímir Putin, se ha reinstaurado el comentario de texto en las escuelas, que ha pasado a ser una prueba obligatoria para poder presentarse al EGE, y se contabiliza como una bonificación adicional para ingresar en los centros de enseñanza superior.

Sin embargo, a pesar de esas últimas modificaciones, aún queda mucho por hacer para que la sociedad apruebe plenamente esta forma de examinarse. Según los resultados de una encuesta elaborada en mayo de 2014 por el Centro Ruso de Estudios de Opinión Pública (VTsIOM) a 1.500 personas, en la mayoría de las regiones de Rusia menos de un tercio de la población opina que el nuevo EGE es mejor que los exámenes anteriores para evaluar los conocimientos de los estudiantes.

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