Perros enviados al espacio en 1961. De izquierda a derecha: Belka, Zviózdochka, Chernushka, Strelka Fuente: TASS
Los cinco lagartos fueron enviados al espacio en un satélite Photon-M4 el pasado junio para estudiar los efectos de la ingravidez en su libido. El Instituto de Moscú de Problemas Médicos y Biológicos los escogió debido a su resistente metabolismo y a sus pegajosos pies, que les permitirían aguantar las duras condiciones de un viaje de dos meses. Sin embargo, el satélite volvió a la Tierra sin supervivientes.
Los científicos se quedaron tan confusos por la muerte de los lagartos que juraron no volver a mandar este tipo de reptiles al espacio. Roscosmos, la Agencia Federal Espacial de Rusia, estableció una comisión de emergencia para determinar por qué habían muerto. Se concluyó que un error técnico había provocado que los lagartos se congelasen en los módulos que tenían para mantenerse con vida.
Esta no era la primera experiencia de cría que Rusia hacía en el cosmos. Durante una década la estación Mir contó con el modulo Priroda (Naturaleza), donde nacieron las primeras codornices en 1990. No pudieron adaptarse a la ingravidez por lo que murieron poco después, aunque sí que hubo una pareja que sobrevivió y volvió a la Tierra.
Antes de los lagartos, la mayoría de los animales que Rusia había enviado al espacio eran perros. Los ratones, las ratas y las cobayas solo era útiles en los experimentos de laboratorio, mientras que los monos, a pesar de ser tan parecidos biológicamente a los humanos, se adaptan muy lentamente a las nuevas condiciones. EE UU envió al espacio cohetes con monos que habían sido drogados, pero los científicos rusos argumentaron que el narcótico devaluaba el experimento, debido a que el cortex cerebral estaba "apagado".
Los programas soviéticos utilizaban perros abandonados para sus misiones. En 1960, Belka y Strelka pasaron un día en el espacio, a bordo del Sputnik 5. Nikita Jruschov presentó a la familia de John F. Kennedy uno de los cachorros de Strelka durante un periodo de deshielo de la Guerra Fría. Recientemente Strelka ha servido de inspiración para una película de animación para niños.
Un mes antes del despegue de Yuri Gagarin en 1962, se realizó un vuelo de prueba con otro perro, Zviózdochka (Estrellita). Cuando aterrizó en un pueblo cerca de la ciudad de Perm, desapareció. La encontraron con un hombre local, que la había llevado a casa para darle de comer. Ahora tiene una estatua en su ciudad de nacimiento, Izhevsk. Aunque no todas las historias de perros que han salido al espacio tienen un final feliz.
La URSS envió perros al espacio por primera vez en 1951, desde el polígono de Kapustin Yar. El cohete P-1B, con Dezik y Tsygán a bordo, ascendió 88 km. Cuando se separaron el cohete y la cápsula, con los perros dentro, esta cayó cerca de donde había despegado con la ayuda de un paracaídas. Tanto Dezik como Tsygán estaban en buenas condiciones.
Una semana después hubo otro lanzamiento con Dezik y su nueva pareja, Lisa. Pero esta vez la cápsula con el paracaídas falló y ambos perros murieron, Después de este accidente, el académico y jefe del proyecto, Blagonravov, adoptó a Tsygán, el superviviente del primer vuelo. De hecho, en la URSS la entrega de cachorros de perros que habían realizado viajes espaciales era como una medalla al buen servicio.
El perro más desafortunado del mundo
En 1957 tuvo lugar otra tragedia. En honor del 40 aniversario de la Revolución se decidió que había que mandar un satélite en órbita con una criatura viva dentro. Anteriormente solo se habían enviado perros en cohetes espaciales y para un breve periodo de tiempo.
Los fotógrafos pidieron un perro blanco, ya que se podría ver mejor en las pantallas. Los científicos tenían tres candidatos: Albina, Laika y Muja. Albina estaba preñada y Muja tenía las patas algo torcidas, lo que la hacía menos fotogénica.
Antes del viaje a Laika le insertaron varios dispositivos para medir su pulso y la respiración. El lanzamiento tuvo lugar el 3 de noviembre de 1957. Las señales de radio del satélite confirmaron que había llegado con vida al espacio. El 5 de noviembre el diario The New York Times la llamó "el perro más peludo, solitario y desafortunado del mundo, orbitando a miles de millas por encima de la Tierra".
Cuando Laika murió los mandatarios soviéticos recibieron cartas desde EE UU y Europa en las que se protestaba por el cruel tratamiento de los animales por parte de los soviéticos, y sugiriendo que el propio Nikita Jruschov fuera enviado al espacio.
Las causas reales de la muerte de Laika solo se revelaron 45 años después. El investigador del Instituto de Problemas Médicos y Biológicos, Dmitri Malashenkov, explicó en un congreso en Houston (EE UU), que Laika había muerto pocas horas después del despegue debido al estrés y al calor. La historia de Laika sigue conmoviendo a la gente hoy en día. Hay blogs dedicados a ella, historias de ciencia ficción en los que es salvada por alienígenas, canciones e incluso programas de televisión.
Para la primavera de 1961, la URSS había lanzado 29 cohetes. Llevaban 48 perros, de los cuales nueve salieron al espacio. Muchos de ellos tuvieron vuelos exitosos, pero 12 de los 48 no volvieron con vida a la Tierra.
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