¿Cómo será la educación rusa dentro de diez años?

Se prepara para su integración en el sistema internacional. Fuente: Ria Novosti

Se prepara para su integración en el sistema internacional. Fuente: Ria Novosti

La educación rusa es muy competitiva debido a la rápida implantación de enfoques innovadores, pero, aun así, para tener éxito en el mercado, debe integrarse con mayor celeridad en el sistema internacional. RBTH habló de este aspecto y del futuro de la educación con expertos en el Foro “Innovación abierta 2014”, celebrado en Moscú.

Hasta 2020 las universidades y los institutos superiores rusos prepararán a especialistas para impartir programas completamente nuevos: meteoenergéticos, IT-médicos, asesores genéticos, diseñadores de dirigibles, ecoauditores, así como cosmobiólogos, cosmogeólogos, etc.

Estas y muchas otras especialidades figuran en el “Atlas de las nuevas profesiones”, publicado este año por la Agencia de Iniciativas Estratégicas y la Escuela de Negocios Skolkovo.

“El futuro se distribuye de un modo desigual. En algunas partes vivimos ya en 2025 en cuanto a acceso a la información y a la tecnología”, dice Leonid Bugaiev, director creativo y fundador de Nordic Agency.

Natalia Tsarevskaia-Diakina, directora ejecutiva de la Fundación “Sinergía de la innovación”, cita un ejemplo de futuro que ya existe: “Los estudiantes de la Universidad Estatal Técnica de Moscú NE Bauman ‘digitalizaron’ uno de los laboratorios de la institución. Ahora funciona ‘en la nube’ las veinticuatro horas del día y se puede acceder a él desde cualquier punto de Rusia”.

Los expertos consideran, no obstante, que para que la innovación y los enfoques innovadores en el ámbito de la educación se conviertan en la norma aún debe pasar tiempo y la educación rusa debe integrarse en el sistema educativo global.

Todo comenzará en las escuelas

“Las nuevas generaciones han nacido en mundo digital”, dice Alexander Laszlo, presidente de la Sociedad Internacional de Ciencias Sistémicas (ISSS).

La comprensión de esta realidad ha llevado a empresas como Rovio Entertainment -creadora de Angry Birds- a diseñar programas de educación interactivos que resulten atractivos para los alumnos de la enseñanza secundaria. La compañía cuenta con un vicepresidente para educación. Lo que hacen es un claro ejemplo de “ludificación” (a veces también denominado “jueguización” o “juguetización”) en el campo de la educación.

“El Ministerio de Educación y Ciencia de la Federación de Rusia, por ejemplo, alienta a las editoriales que nutren de contenido educativo a las escuelas de secundaria para que pasen el contenido del papel a dispositivos electrónicos. No se trata de hacer copias electrónicas de los libros, sino de crear contenidos interactivos”, dice Yákov Mendeléiev, director del departamento de desarrollo del proyecto “La escuela electrónica del futuro”, de la compañía Rostelekom.

En este momento la tecnología ya está presente en las escuelas, aunque, por desgracia, no en todas, ni mucho menos: no sólo está destinada a niños con capacidades normales, sino también a niños que nunca estuvieron incluidos en el proceso de aprendizaje completo.

La compañía Samsung ha lanzado el programa “Educación para todos” en Rusia. Es un programa concebido para niños discapacitados que estudian en casa. Para ellos, la tecnología es su única forma de socializar y de recibir formación”, dice Serguéi Pevnev, director de marketing para Rusia de la compañía Samsung.

Luego, las universidades

Los niños que han crecido en la era digital y que no conocen la vida sin Internet llegarán a las universidades no dentro de una década sino al cabo de pocos años. Y esto cambia de manera fundamental la manera en que se presenta y se asimila la información en los centros de educación superior.

“El mayor desafío es involucrar el cerebro del estudiante, comprometerle con donde vive y con los desafíos a los que se enfrentará en sus circunstancias de vida particulares”, dice a RBTH Alexander Laszlo, de la Sociedad Internacional de Ciencias Sistémicas.

Aún no está clara la manera en que la educación superior resolverá el principal (en su opinión) problema: atraer a los estudiantes a la educación, aunque algunos elementos del futuro ya están en funcionamiento. De nuevo, no en todas las universidades, sino donde hay demanda de especialistas por parte del sector de los negocios.

“Nuestro programa de programación (la Escuela IT Samsung) opera en 20 regiones, (por eso) sin la utilización de tecnologías móviles, de seminarios web, de exámenes en línea, es sencillamente imposible mantener un estándar único y un nivel de calidad”, dice Serguéi Pevnev de Samsung.

Según Pevnev, una práctica semejante también se llevará a cabo en las universidades clásicas. “Además de tecnologías móviles, en el futuro veremos en las universidades rusas la posibilidad de construir tecnologías educativas individuales, a medida de cada estudiante”, considera el experto de Samsung.

El ruso como ventaja

La educación superior rusa se esfuerza por crecer en los rankings internacionales y ya se ha reconstruido conforme a los parámetros internacionales.

En esta situación, según Alexander Laszlo, el ruso, sumado a los enfoques innovadores en la educación, puede representar una ventaja para Rusia en el mercado internacional.

En cuanto a tecnología, Michael Stopfold, director ejecutivo de la empresa americana Weber Shandwick, considera que en Rusia hay de sobra, por eso la principal tarea de las universidades rusas ahora es fortalecer las alianzas internacionales y seguir integrándose en el sistema de educación global.

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