El fotógrafo ruso Danila Tkachenko se inspira en las paradojas rusas

La serie "Escape" retrata a eremitas que viven Rusia y Ucrania. Fuente: Danila Tkachenko

La serie "Escape" retrata a eremitas que viven Rusia y Ucrania. Fuente: Danila Tkachenko

El joven fotógrafo Danila Tkachenko, ganó el concurso internacional World Press Photo 2014 en la categoría “Retratos preparados”. Barba larga, zapatos cómodos, mochila, cigarrillo en mano… Todo en él transmite un auténtico aire bohemio. “Son las paradojas de la realidad rusa las que le han ayudado a desarrollar su potencial creativo”, dice.

En sus veinticinco años de vida Danila ha viajado mucho y declara con seguridad. “En el extranjero parece todo concebido para poder vivir de un modo confortable. Pero semejante estilo de vida no encierra nada intrigante, no estimula ninguna pregunta, al contrario de lo que sucede en Rusia”. Precisamente ha sido su búsqueda de respuestas lo que ha permitido que Danila resultara premiado en el concurso internacional de fotografía World Press Photo 2014. Su serie “Escape”, dedicada a los eremitas, obtuvo el primer puesto en la sección “Retratos”. Danila ha llevado a cabo una investigación a lo largo de tres años en los lugares escogidos como hábitat por algunos eremitas, viviendo con ellos, registrando sus testimonios con un magnetofón y filmándolos.

Este proyecto fotográfico representa para Danila una búsqueda de su propia identidad. “Trato de definirme a mí mismo más allá del contexto histórico-cultural vinculado a categorías y estereotipos sociales”. Antes de encontrarse con los eremitas exploró en solitario las montañas Altái, donde se perdió y pasó un mes entero en contacto con la naturaleza salvaje de aquellos lugares, encontrándose por primera vez en su vida aislado del mundo, pues Danila creció en Moscú.

Fotos: "Escapes", la serie ganadora en World Press Photo

“Cuando pasas mucho tiempo aislado de la sociedad, empiezas a olvidar las convenciones sociales y a verlo todo desde otra perspectiva y a comportarte de un modo completamente diferente. En el seno de una comunidad social es difícil descubrir quién eres, estás condicionado por la sociedad y probablemente el modo en el que te comportes no esté en sintonía con la que es tu verdadera naturaleza”, explica el fotógrafo.

La cámara fotográfica que sostiene en las manos la compró hace cinco años. Antes trabajaba como camarero y luego se hizo trabajador independiente. Apasionado de la fotografía, se inscribió a una escuela de fotoperiodismo y colaboró durante algún tiempo con un periódico, pero sin emprender una carrera periodística. “No quería trabajar por encargo. Te transformas en una máquina que produce estampas que luego son utilizadas por editores para manipular la conciencia social”. Danila estudió en Moscú, en la escuela de fotografía y de técnicas multimedia A. Ródchenko donde se entusiasmó por la fotografía de autor, dejó el periódico y dirigió toda su energía a sus propios proyectos. 

La fotografía como vida de eremita

Los eremitas con los que se encontró Danila durante sus viajes por Rusia se comportan de modo diverso. Algunos construyen sus propios tótems, creando una religión personal; otros hacen voto de silencio y plasman sus pensamientos sólo sobre el papel. Otros excavan un estanque, cultivan nuevos tipos de ginseng y le piden a Danila que les lleve una botella de buen vino y cigarrillos. Pero, según el fotógrafo, el rasgo común entre ellos es la espontaneidad. “He notado que cuando están de mal humor se comportan en consecuencia, sin fingir”, cuenta Danila.

El libro con sus fotografías de los eremitas se ha publicado en la editorial alemana Peperoni Books y fue presentado en junio en el Viena Photo Book Festival. “Lo que cuenta Danila Tkachenko en sus fotografías no es sólo un reportaje sobre personas sin recursos y marginados de Rusia. Su proyecto trasciende las fronteras de Rusia e indaga en los problemas de la relación entre el hombre y la sociedad y el hombre y la naturaleza. Los mismos elementos que encontramos en las fotografías y leemos en las palabras de los eremitas podemos hallarlas en cualquier rincón de nuestro mundo. Y esto conmueve a cualquier persona hasta el fondo del alma”, cuenta a RBTH Hannes Wanderer, fundador de la editorial Peperoni Books.

Danila también se considera a sí mismo un eremita. “Mi forma de vida de eremita es la fotografía. Para crear hay que renunciar a mucho para poder dedicar toda la vida al proceso artístico: renunciar a la cotidianidad, a la familia, salir del modo de vida estandarizado, Cuando empiezas a poner en tela de juicio algunas reglas normalmente aceptadas por la sociedad, no puedes vivir como todos los demás”. 

La colisión con la realidad

Danila lo pone todo en duda: la posibilidad de que pueda existir un fotoperiodismo objetivo, el uso de la globalización, la estructura de la sociedad contemporánea. Otro proyecto de Danila, “Restricted Area”, está dedicado, por ejemplo, a la utopía del progreso tecnológico, que a su modo de ver es un mecanismo de manipulación del poder dirigido a la conquista de bienes que en absoluto son necesarios para un individuo. El fotógrafo considera que el progreso sólo puede darse a través de la esfera de la creatividad y de la evolución espiritual. Precisamente por este motivo una parte de sus fotografías no las toma con cámara digital, sino con una peculiar cámara analógica Pentax 645.

Para su nuevo proyecto fotográfico, Danila viaja por toda Rusia a la búsqueda de instalaciones abandonadas que deberían haber aportado un gran futuro científico al país y que, por alguna razón, nunca se han utilizado. Un cosmódromo inacabado, la mina abandonada que debería haber garantizado perspectivas de progreso, o la antena de conexión con Marte nunca utilizada. O la pequeña ciudad de los Urales en la que se fabricó la primera bomba atómica, alrededor de cuyos lagos contaminados siguen viviendo personas. Paradojas de este tipo se encuentran permanentemente en el punto de mira de Danila: “Rusia es un país único, con muchos aspectos irracionales, absurdos”.  

¿De dónde le llega la inspiración a Tkachenko para su obra? El fotógrafo lo explica así: “Toda la creación nace de un conflicto con el mundo circundante. Cuando veo algo que me chirría comienzo a buscar las respuestas por medio de la fotografía. Es como si la realidad entrase en colisión y no puedo vivir sin ser consciente de ello”.

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