Finaliza el Festival de Cine de Moscú

Fuente: Iliá Pitalev / Ria Novosti

Fuente: Iliá Pitalev / Ria Novosti

Este año en él han predominado las películas sobre el enfrentamiento de las culturas tradicionales con el mundo contemporáneo y sobre la presión que ejerce la sociedad totalitaria sobre el individuo. RBTH ha conversado con directores extranjeros que han presentado sus películas en Moscú.

“En los años 70 y 80 a nuestro festival acudían los directores que no podían presentar sus películas en otros lugares. Sí, el festival siempre ha apoyado a los movimientos de izquierdas, a los directores de izquierdas. Y siempre han venido directores de gran talento”, - comenta a RBTH el director del gremio de críticos de cine de Rusia, Andréi Shemiakin. A principios de los 90, tras la caída de la URSS, el festival perdió este perfil de visitantes y comenzó a apostar por los éxitos de taquilla, un ámbito en el que el Festival Internacional de Cine de Moscú no podía competir con monstruos como el Festival de Cannes o el Festival de Berlín.

Sin embargo, en esta última edición, debido a la imagen negativa de Rusia que ha provocado la crisis en Ucrania, muchos directores no han acudido al festival, por lo que se ha vuelto al antiguo modelo. A Moscú han acudido únicamente directores, actores y productores que realmente se interesan por Rusia y por el cine ruso.

El diálogo de las culturas

— ¿Qué es un hombre feliz? – se pregunta el director de documentales francés Thomas Balmès en su película “Felicidad”, que se mostró en la parte de cine documental del festival, llamada “Pensamiento libre”. La película está rodada en Bután, cuyo rey no permitió hasta 1999 el uso de la televisión y de internet, a las que llamó “felicidad nacional bruta”. El protagonista es un niño nacido en una pobre familia de campesinos. Su madre no puede mantenerlo y lo envía a un monasterio budista. Gracias a la inmersión del equipo de rodaje en la vida de los campesinos, empiezas a comprender que no existe una receta de la felicidad, ni existe un equivalente bruto. La felicidad consiste en las pequeñas alegrías de la vida: las nuevas sensaciones de un viaje a la ciudad a comprar un televisor, donde el niño ve por primera vez las vitrinas de las tiendas y el televisor en el que al final de la película todo el pueblo mira con entusiasmo un extraño partido de fútbol.

El presente del Festival Internacional de Cine de Moscú constituye su 36. ª edición (desde la primera en 1935). Se trata del segundo festival más antiguo de cine del mundo después del de Venecia. Entre sus galardonados se encuentran maestros del cine mundial tales como Akira Kurosawa, Stanley Kramer, Federico Fellini, Ettore Scola, Andrzej Wajda y Krzysztof Zanussi.

 “Me es muy cercana la manera de entender el cine documental de los directores rusos,  - comenta a RBTH Thomas Balmès. – En Rusia, el propio género del cine documental sigue siendo algo puro. Los directores aquí se oponen a la televisión, que amenaza con mezclar géneros, y se oponen a las ideas políticas y propagandísticas, algo de lo que se peca a menudo en Francia”.

Asesinatos vs. iPhone

En el concurso participó la película “Tombuctú”, del director mauritano Abderrahmane Sissako, que saca a relucir la cuestión de los valores universales mostrando el ejemplo del trágico destino de una familia de Tombuctú ejecutada por los fundamentalistas islámicos cuando estos llegaron al poder. “Esta tragedia, - cuenta el director a RBTH, - coincidió con la salida a la venta del primer iPhone. Y los medios de comunicación hicieron enormes esfuerzos por publicar reportajes de las colas en las tiendas. Todo el mundo se preocupó de saber quiénes eran los afortunados que habían comprado los primeros teléfonos. Y nadie habló de la tragedia en Tombuctú. Mi deber como director era hablar de aquella tragedia”.

Por extraño que parezca, el director francófono africano Abderrahmane Sissako, que además es miembro del jurado del festival, forma parte de la escuela cinematográfica rusa. Estudió en la Universidad Estatal Rusa de Cinematografía a finales de los 80 y principios de los 90. Por su película “Octubre”, estrenada en 1993, que narra el amor entre un africano y una joven rusa y fue rodada cerca de Moscú, obtuvo el premio “Una cierta mirada” del Festival de Cannes. “Cuando llegué a estudiar a Rusia no tenía ningún bagaje cultural. Ningún conocimiento profundo sobre el arte: pintura, danza, música o cine. Mucho de ello lo aprendí aquí, yendo a los teatros de Moscú y alimentándome de la cultura rusa”.

Algunos festivales de cine musulmanes se han interesado por su película. Se ha anunciado que se mostrará en Arabia Saudí, y durante la presentación del film en el Festival de Cine de Moscú, los comisarios del Festival de Cine Musulmán de Kazán rogaron encarecidamente al director que presentara su película en su foro.

Las deportaciones de Stalin

La cuestión musulmana se trata también en el cine ruso. En el marco del festival se mostró la película “Se ordena olvidar”, sobre la deportación de chechenos e ingusetios en 1944. En el film se muestra la brutalidad de la policía política de Stalin, que reprimió duramente a los habitantes del pueblo de montaña de Jairab. A finales de la Segunda Guerra Mundial, Stalin ordenó deportar a varios pueblos, acusándolos colectivamente de ayudar al ejército nazi. Entre ellos se encontraban los chechenos. Solamente durante la deportación del pueblo de Jairab se asesinó a 700 personas.

Esta película está relacionada con un gran escándalo: el Ministerio de Cultura se ha negado a expedir la licencia para su distribución. Los funcionarios aseguran que los hechos que se muestran en la película no están documentados. Los creadores niegan estas declaraciones: “Se trata de una película basada en hechos históricos, hemos utilizado los documentos de dos comisiones gubernamentales de los años 1957 y 1991”, - declara el director de la película, Juseín Erkenov.

Las mejor vestidas del Festival de Cine de Moscú

Durante el estreno del film en el festival, en la sala grande del cine Oktiabr no quedó ni un solo sitio libre: incluso las escaleras se llenaron de gente.

Una película rusa sobre los habitantes del Extremo Norte

En el concurso del festival han participado dos películas rusas: “Sí y sí”, de la polémica directora Valeria Gai Guermánika, que narra el extraño amor entre una maestra y un artista loco, y “Musgo blanco”, sobre la que conviene detenerse un poco más. El film está basado en una novela de Anna Nerkagui, una escritora nénets. El programa del festival de cine está muy trabajado y, de algún modo, las películas dialogan entre sí. Del mismo modo que “Se ordena olvidar” trata de los chechenos, esta película habla también de un pequeño pueblo de Rusia, los nénets, que viven en la costa del Océano Ártico. Del mismo modo que la película “Felicidad”, que habla de un niño de Bután, esta película se alimenta de un rico material etnográfico, desconocido para el mundo occidental.

Se trata de la historia del trágico amor de un nénets por una joven que se niega a llevar una vida nómada y se marcha a la ciudad para siempre. A través de esta historia, que parece no tener grandes pretensiones, los autores de la película hablan del enfrentamiento entre los valores tradicionales y la invasión de la civilización. En la película ya se han interesado varios festivales de cine escandinavos, donde el problema de la relación entre las pequeñas etnias con la cultura europea es igualmente agudo.

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PREMIOS DE LA 36. ª EDICIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MOSCÚ

Premio principal, el ‘San Jorge de Oro’

MI HOMBRE / WATASHI-NO OTOKO (dirigida por KAZUYOSHI KUMAKIRI, Japón)

Premio especial del jurado, el ‘San Jorge de plata’

LA LUZ DE MIS OJOS / GÖZÜMÜN NÛRU (dirigida por MELIK SARAÇOĞLU, HAKKI KURTULUS, Turquía)

‘San Jorge de plata’ al mejor director

VALERIA GAI GERMANIKA (SÍ Y SÍ, Rusia)

‘San Jorge de plata’ a la mejor interpretación masculina

TADANOBU ASANO (MI HOMBRE, Japón)

‘San Jorge de plata’ a la mejor interpretación femenina

NATALKA POLOVINKA (HERMANOS. LA ÚLTIMA CONFESIÓN, Ucrania)

‘San Jorge de plata’ a la mejor película documental

AMOR PROFUNDO (dirigida por Jan P. Matuszynski, Polonia)

Premio al mejor cortometraje

14 PASOS (dirigido por Maxim Shavkin, Rusia)

Premio por su contribución al cine mundial

Glev Panfilov (Rusia)

Premio especial a ‘la conquista del arte dramático y a la fidelidad a los principios de la escuela de K. S. Stanislavski’

INNA CHURIKOVA (Rusia)

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