El nuevo cine ruso en Cannes

Konstantín Malkin-Fam, director general de Roskino, Catherine Mtsitouridze, Nasib Piriyev y María Ivánova en la apertura del pabellón de Roskino en la 67º edición del Festival de Cannes. Fuente: Getty Images/Fotobank.

Konstantín Malkin-Fam, director general de Roskino, Catherine Mtsitouridze, Nasib Piriyev y María Ivánova en la apertura del pabellón de Roskino en la 67º edición del Festival de Cannes. Fuente: Getty Images/Fotobank.

En la 67ª edición del Festival Internacional de Cine de Cannes el pabellón de Rusia ha mostrado proyectos de productores rusos que buscan inversores para coproducir, y ha presentado a los potenciales distribuidores el programa anual “En el foco: el nuevo cine ruso”.

Este año hay diez proyectos para coproducción, dos veces más que en la anterior edición. Entre ellos, la antología cinematográfica Svidételi (Testigos) del director y productor Konstantín Fam, una trilogía de cortometrajes, dedicadas a la memoria de las víctimas del Holocausto. Una de las historias, que ha contado con la participación de cinco países, Túfelki (Los zapatos), ya se ha filmado. Ahora falta conseguir 5 millones de dólares más para las otras dos y para el concierto que pone fin a la película en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.

Anastasía Perova, productora de la película Svetlana, espera poder contar con el apoyo de la India. Su película está basada en una historia real de amor entre Svetlana Allilúyeva y un enfermo terminal, el indio Brajesh Singh.

En el pabellón de Rusia se han presentado otros proyectos biográficos: Uskolzáyushaya Olga (Olga la escurridiza), sobre la actriz Olga Chéjova (sobrina del escritor Chéjov y estrella de cine del Tercer Reich) y 20 zhiznei (20 vidas), sobre el submarinista Shavarsh Karapetian, que en 1976 salvó a los 20 pasajeros de un trolebús que había caído en un embalse de Ereván (Armenia).

En la zona del pabellón dedicada al cine de autor se presenta el proyecto de la película Kámushki útrennei zari (Los guijarros del amanecer), que narra la historia del país a través del destino de una niña de Chukotka. En el pabellón de Rusia Dmitri Mamulia ha presentado  una película bastante diferente a lo acostumbrado. Su thriller Sobaki. Strast. Smert (Perros. Pasión. Muerte) explicará cuatro historias sobre la locura.

En la presentación de “En el foco: nuevo cine ruso-2014” Serguéi Dvortsevói ha hablado sobre un antiguo proyecto que ha tenido una evolución compleja, Moi Málenki (Mi pequeño). Es la historia de una chica que abandona a un niño en una casa de maternidad, pero después decide recuperarlo.

Tatiana Malova también ha presentado una película con una larga historia detrás, Rudolf Nuréyev. Miatezhni demon (Rudolf Nuréyev. El demonio rebelde). La primera parte, en formato documental, ya se distribuyó con éxito en Rusia, y la segunda, llena de acción, estará dedicada a la vida de Rudolf Nuréyev hasta los 23 años, e investiga de dónde salen este tipo de genios y quién los educa.

Los espectadores podrán disfrutar de un espectáculo extravagante con la nueva película de Andréi Proshkin con guion de Yuri Arábov, Orleán (Orléans), una parábola filosófica en forma de comedia negra grotesca que, según el productor Ígor Mishin, no tiene análogos en la cinematografía nacional rusa y tal vez solo sea comparable con Fargo de los hermanos Cohen o Blue Velvet de David Lynch.

Trailer de la palícula Túfelki (Los zapatos)

Artículo publicado originalmente en ruso en Kommersant.

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