Los ministros de Exteriores de Australia y
Rusia se reunieron hoy en Indonesia para tratar la detención de un
tripulante australiano de un barco de Greenpeace que afronta cargos de
piratería tras protestar contra la exploración petrolífera en el Ártico.
El pasado 18 de septiembre, el australiano Colin Russel escaló, junto
a otros 29 activistas, una plataforma petrolífera, propiedad de
Gazprom, en el Mar de Barents para denunciar los planes de Rusia para
perforar en el Ártico.
Los activistas, que viajaban a bordo
del barco Arctic Sunrise, fueron detenidos por las autoridades rusas y
se enfrentan a la acusación de piratería organizada, un delito penado
con hasta 15 años de prisión.
La canciller australiana, Julie
Bishop, después de conversar con su homólogo ruso, Igor Morgulov, en el
marco del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) que se
celebra en la isla indonesia de Bali, señaló su "preocupación sobre el
caso".
Bishop instó a las autoridades rusas a "otorgar un
debido proceso legal para los detenidos" y añadió que el país oceánico
se encuentra estudiando si estas "graves acusaciones" son apropiadas.
"Estamos buscando asesoramiento sobre los detalles de la acusación de
piratería. Entendemos que fueron detenidos bajo las leyes rusas, pero
estamos buscando consejo sobre si los cargos son los apropiados", apuntó
la canciller australiana.
Greenpeace, por su parte, niega que
los miembros de la tripulación -procedentes de 18 países diferentes-
hayan cometido algún delito.
El foro APEC, que se prolongará
hasta el próximo martes, alberga representantes de 21 países bañados por
el Pacífico: Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Corea del Sur,
Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México,
Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia,
Taiwán y Vietnam.
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