Más de 20 años después de la caída de la URSS, son la segunda fuerza de Rusia y esperan volver al poder. Fuente: Reuters
El Partido Comunista de la Federación Rusa (KPRF) es la segunda fuerza política más poderosa de la Rusia moderna. En general, está considerado como el sucesor del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
En las últimas elecciones a la Duma Estatal celebradas en diciembre de 2011, el KPRF consiguió oficialmente un 11,57 % de los votos (Rusia Unida ganó las elecciones con un 64,30 % de los votos). Su candidato a la presidencia, Guennadi Ziugánov, también obtuvo en 2012 el segundo puesto después de Vladímir Putin, con más de 12 millones de votos (aproximadamente un 17 % del total). El partido está representado en 81 regiones y tiene 156.528 miembros.
Hoy en día, el antiguo partido gobernante se cuenta entre los grupos de la oposición. El objetivo principal del KPRF es volver a establecer el socialismo en Rusia; sus metas inmediatas incluyen la nacionalización de los recursos naturales, de la agricultura y de las grandes empresas, en el marco de una economía mixta que permita el crecimiento de pequeñas y medianas empresas en el sector privado.
De todos modos, no todas las personas con ideas comunistas están de acuerdo con la política del KPRF. El 2012 estuvo marcado por la creación de dos partidos comunistas alternativos: Comunistas de Rusia y el Partido Comunista de la Justicia Social. Comunistas de Rusia apareció por primera vez en 2009, pero en aquel momento se registró como organización pública.
La principal diferencia entre el KPRF y los otros dos partidos es su actitud hacia la religión. El KPRF ha realizado un significativo acercamiento a la Iglesia ortodoxa rusa. Guennadi Ziugánov, líder del KPRF, afirmó que uno de cada tres miembros de su partido es religioso, aunque en la URSS estuviese prohibida toda forma de religión. Sin embargo, los dos nuevos partidos insisten en que un “verdadero” comunista debe ser ateo, como antaño.
“Debemos admitir que una parte de nuestra sociedad siente nostalgia del pasado soviético. La mayoría asocia al KPRF con el antiguo Partido Comunista. Por tanto, el principal objetivo de los partidos emergentes es demostrar al electorado que también ellos son dignos herederos y ensuciar la reputación del KPRF”, explica el experto en ciencia política Konstantín Truevcev.
La opinión de que todos estos partidos modernos han traicionado los verdaderos valores comunistas está muy extendida en la sociedad rusa. Los expertos afirman que la gente está frustrada porque el Partido determinó la política nacional durante 70 años y fracasó.
Aunque los programas políticos de todos estos partidos son muy parecidos, todos reniegan de los demás. Los “nuevos” partidos acusan a Ziugánov de colaborar con el Kremlin. También afirman que el programa del KPRF está obsoleto y que por eso nunca llegará al poder. Los “nuevos” partidos están formados principalmente por exmiembros del KPRF que pidieron en su día la dimisión de Ziugánov.
El líder del Partido Comunista de la Justicia Social, Yuri Morózov fue miembro del partido en el poder, Rusia Unida. Este hecho sirve de base para que sus oponentes lo acusen de vinculación con Putin.
“Todos estos partidos pseudo comunistas fueron inventados por el poder oficial, porque el Kremlin nos tiene miedo. Quieren atraer al electorado hacia esos falsos partidos comunistas. Quieren controlar a la gente y minimizar nuestra influencia”, explica Leonid Kaláshnikov, el secretario de relaciones internacionales del Comité Central del KPRF.
Los Comunistas de Rusia se presentan como el partido de la juventud. Pero están en feroz competición con el KPRF, que cuenta con una organización filial, la Unión de Juventudes Comunistas de Rusia. También hay otras organizaciones para jóvenes, como la Liga de Juventud Comunista Rusa, la Liga de la Juventud Leninista de Rusia, la Liga de Juventudes Comunistas Revolucionarias o la Vanguardia de la Juventud Roja, cuyo líder, Serguéi Udaltsov, es una de las figuras más conocidas de la oposición rusa. Todas estas organizaciones están influidas por el KPRF.
En cualquier caso, a nivel regional estos partidos suelen colaborar. Por ejemplo, los Comunistas de San Petersburgo y de la Región de Leningrado, probablemente la organización comunista más conocida en Rusia, incluye miembros de todos los grupos comunistas e incluso ciudadanos que no pertenecen a ningún partido. Esta organización es famosa por su boicot a la exposición de pintura de Silvester Stallone en San Petersburgo el pasado octubre, denominándolo “la encarnación de la maquinaria militar de EE UU”. Unos años antes, habían exigido que se arrestase a James Cameron, el director de la película Avatar, porque había “plagiado la ciencia ficción de la URSS”.
Los expertos se muestran escépticos en sus pronósticos sobre las oportunidades que los partidos comunistas rusos tienen de alcanzar el poder.
“Los partidos comunistas rusos no han tratado de adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad moderna. Incluso parece difícil que el KPRF, que obtuvo buenos resultados en las pasadas elecciones, pueda gobernar Rusia. Además, los partidos comunistas en Rusia se están convirtiendo rápidamente en un símbolo del pasado”, afirma Truevcev.
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