Un actor ruso en 'Juego de tronos'

Juego de tonos es uno de los productos de más éxito del canal de televisión estadounidense HBO. En su momento, el canal dio un giro revolucionario a la televisión con la serie Los Soprano, que apostó por un público más exigente y habló a este en su propio lenguaje, lo cual llevó a una reformulación de la política de marketing televisivo y definió un nuevo orden en el mundo de las series de televisión. 

Yuri Kolokólnikov, de 33 años, interpretará a Styr, Magnar de los Thenn (lo que quiera que signifique esto), uno de los líderes salvajes. No tendrá ni orejas ni pelo. Le quitarán las orejas y le afeitarán la cabeza. Bajo las órdenes de Styr, los salvajes atacarán el Muro para conquistar el Castillo Negro. Como todos los fans se han dedicado a desentrañar detalladamente las novelas, muchos conocen ya el destino que le espera a Styr.

Kolokólnikov pasó su infancia en Estados Unidos y Canadá, donde su madre trabajaba como traductora, e incluso tiene la nacionalidad canadiense. Sin embargo, regresó a Rusia para estudiar teatro y volvió a EE UU en el año 2000. Estuvo durante cerca de un año intentando comenzar su carrera como actor en Hollywood, ganándose la vida como podía, hasta que desistió y volvió a Rusia. Allí se labró una exitosa carrera.

Yury Kolokólnikov. Fuente: Legion media

Actuó en uno de los teatros más conocidos de Moscú, el Sovreménnik, así como en cine y en televisión. Figura en el reparto de muchos éxitos de taquilla como el film de temática militar En agosto del 44, la serie de televisión Los hijos del Arbat o película estrenada recientemente “Lugares íntimos”, un filme de autor que ha cosechado un gran éxito en Rusia.

Sin embargo, durante este tiempo Kolokólnikov no ha abandonado la esperanza de conquistar Hollywood, y por ahora este es el resultado obtenido. Aunque no sea Hollywood, un proyecto tan exitoso como Juego de tronos ya supone un hito en su carrera.

Kolokólnikov no es ni mucho menos el primer actor ruso que actúa en series estadounidenses. El ejemplo más famoso de ello fue el papel del bailarín Mijaíl Baríshnikov en la serie Sexo en Nueva York. También son conocidos los papeles de Alla Kliuká y Oksana Lada en la serie Los Soprano. Lada interpretaba a la amante del protagonista, Tony Soprano, y Kliuká interpretó un papel memorable, el de la amiga de Lada, de una sola pierna.

Menos suerte tuvieron Natalia Andreichenko y Elena Solovéi. En Rusia eran estrellas de cine. Andreichenko actuó en la película Sibiriada de Andréi Mijalkov-Konchalovski, reconocida internacionalmente, y en el musical ruso Mary Poppins, hasta la vista, basado en las historias de la escritora británica Pamela L. Travers. Solovéi actuó en películas de Nikita Mijalkov y de muchos otros directores reconocidos. Entre otras películas, Solovéi participó Esclavos del amor, en la que interpreta a la actriz de cine mudo Vera Jolódnaya.

En EE UU, los papeles de ambas actrices se vieron limitados por su acento, por lo que únicamente pudieron interpretar a representantes de minorías nacionales, es decir, personajes secundarios, y aparecer en contados episodios. Aunque en este sector a algunos actores les va bastante bien. Iliá Baskin, por ejemplo, tiene casi monopolizados los papeles de personajes rusos en el cine y las series de Estados Unidos.

Las nuevas generaciones de actores rusos lo tienen más fácil. Los que no han vivido en EE UU han estudiado inglés desde la infancia. Uno de ellos es Antón Yelchin, una joven promesa en el cine norteamericano, o Margarita Levíeva, que aparece en la nueva serie La Lista Negra y que en 2005 fue nombrada por la revista New York Magazine como una de las 50 personas más bellas de Nueva York. A esta generación pertenece también Kolokólnikov. Este posee una buena formación estadounidense, tiene ambición y talento, lo que significa que cuenta con muchas opciones de conquistar primero la televisión norteamericana y después Hollywood.

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