Klitschkó asume alcaldía de Kiev entre las dudas sobre el futuro del Maidán

El líder del partido ucraniano UDAR (Golpe), Vitali Klitschkó, asumió hoy la alcaldía de Kiev con promesas de "tolerancia cero" con la corrupción y entre las dudas sobre el futuro del Maidán, símbolo de las protestas contra el depuesto presidente Víktor Yanukóvich.

"Hoy, todos juntos estamos construyendo un nuevo país de gente libre y decente. Los cambios en Ucrania empezarán por la capital, Kiev", aseguró Klitschkó tras asumir el cargo.

Klitschkó, estrecho aliado del presidente electo, Petró Poroshenko, prometió que reformará todo el sistema administrativo de la capital para hacerlo accesible a los ciudadanos y convertirá a Kiev en una ciudad europea moderna.

El antiguo campeón de los pesos pesados de boxeo logró el 56,7 % de los votos en las elecciones municipales celebradas el pasado 25 de mayo, tras lo que anunció un programa de 500 días para transformar la ciudad.

Para empezar deberá decidir qué hacer con el Maidán, ciudadela que ocupa desde noviembre la Plaza de la Independencia y la adyacente Avenida Kreschatik, aunque casi todas las barricadas erigidas durante las revueltas con nieve y neumáticos ya han sido retiradas.

Klitschkó considera que el Maidán, escenario de protestas pacíficas durante tres meses y que desembocaron en febrero en violentos disturbios, ya ha cumplido su función, la ciudad debe volver a la normalidad y todas las personas deben regresar a sus lugares de residencia habituales.

Aunque aseguró que no empleará la fuerza contra esos activistas, que para muchos son héroes de la revolución que derrocó a Yanukóvich, en la que murieron mas de cien personas y más de 300 están desaparecidos, según las listas colgadas en la misma plaza.

En cambio, los líderes del Maidán tienen intención de permanecer en el corazón de Kiev hasta que las autoridades cumplan sus promesas, entre las que figuraría el control popular de la labor de los diputados que salgan elegidos en los próximos comicios parlamentarios.

Algunos de los habitantes de la ciudadela de tiendas de campaña no tiene adonde ir, en especial los procedentes del este rusohablante, que temen ser represaliados por haber apoyado a las autoridades de Kiev.

El campamento levantado en noviembre de 2013 dispone de enfermería, comedor, dormitorios, centro de ayuda psicológica e incluso una pequeña capilla, y estos días es uno de los lugares preferidos de los turistas.

Algunos grupos han propuesto erigir en el Maidán un monumento en recuerdo de los caídos en los disturbios y dejar un pabellón permanente para informar a los ciudadanos y visitantes sobre el legado de la revolución contra Yanukóvich.

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