¿Se han acabado las giras de Madonna en Rusia?

Un cambio en la legislación migratoria trata a los artistas como emigrantes en busca de trabajo. Fuente: AP

Un cambio en la legislación migratoria trata a los artistas como emigrantes en busca de trabajo. Fuente: AP

Rusia corre el peligro de quedarse fuera del recorrido de las giras de los grandes artistas internacionales debido a problemas con los visados. En este momento, en Rusia han dejado de emitirse visados especiales para actividades artísticas. Por otra parte, ninguno de los visados que se expiden a los extranjeros actualmente otorga derecho a organizar espectáculos o conciertos comerciales.

El pasado mes de julio, el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa dejó de emitir visados bajo el rótulo “relaciones culturales” para artistas extranjeros que van a Rusia de gira. La razón oficial es sencilla: dichos visados están destinados a personas que vienen a realizar actividades no comerciales en el territorio de la Federación.

Pero el caso es que ningún otro tipo de visado – tampoco los visados turísticos o los de negocios – otorga a los artistas el derecho para hacer una  gira. La única opción viable que queda es sacarse un permiso de trabajo a través del Servicio Federal de Migración (FMS por sus siglas en ruso), lo cual es una tarea muy, pero que muy complicada.

En primer lugar, el proceso es largo, ya que dura alrededor de medio año. En segundo lugar, para optar a este permiso, el artista tiene que rescindir los contratos laborales que tenga en su país. Es difícil creer que Madonna, por ejemplo, fuera a rescindir los contratos con sus agentes para hacer una gira en Rusia.

Vladímir Aristárjov, viceministro de Cultura, comenta a este respecto: “No hay que confundir las relaciones culturales que Rusia mantiene y desarrolla con éxito con la mayoría de los países, con el mundo del espectáculo. El apoyo al mundo del espectáculo no forma parte de las tareas que tiene pendientes el Ministerio de Cultura. Estamos dispuestos a apoyar los conciertos de algunos artistas de gran talento, pero no tenemos derecho, ni tampoco la intención de violar la ley. Me imagino que el Servicio Federal de Migración deberá ofrecer alguna solución a esta situación”.

Formalmente, los artistas que quieran entrar en el país con objetivos comerciales podrían hacerlo con un visado humanitario siempre y cuando durante su estancia en el territorio ruso no firmen ningún contrato de trabajo ni reciban compensación económica. Más aún, en la ley no está formulada de manera explícita ninguna prohibición de actividades comerciales. Es algo que se  desprende de manera implícita.

Por otra parte, en el caso de solicitar un visado de trabajo, los artistas extranjeros tendrán que enfrentarse a toda una serie de desafíos, incluyendo la necesidad de firmar un contrato de trabajo en la Federación Rusa por el período de gira, y la obligación de rescindir los contratos vigentes con los representantes extranjeros.

En consecuencia, Rusia podría volver a convertirse en un país separado por un 'telón de acero’.

Edgard Zapashny, director general del Gran Circo Estatal de Moscú: “Al comienzo de este año, los domadores italianos que invitamos llegaron con una semana de retraso a causa de problemas con sus visados. Ahora, en la víspera del Festival Internacional de Circo, que se va a celebrar el próximo mes de octubre, estamos firmando contratos con más de 15 países diferentes y cada día nos topamos con dificultades de alguna clase. Nosotros ofrecemos contratos de seis meses, lo cual – si hablamos de visados humanitarios – es una violación de la ley. Por otra parte, un visado de trabajo es muy difícil de obtener: se demanda que los artistas rescindan sus contratos con los representantes extranjeros, pero dado que todos los artistas trabajan con varias agencias a la vez, esta demanda causa una gran confusión. Además, en el régimen de visado de trabajo, si resulta necesario sustituir a  un artista o a alguien del personal técnico,  todos los permisos se anulan y hay que volver a empezar”.

Andréi Kliukín,director general del Grupo J y del Festival Díkaya Miata(Menta salvaje en ruso): “El festival viene a presentar las culturas de diferentes países. Con los años, hemos logrado establecer una colaboración con las embajadas y traer a los artistas dentro del marco del intercambio cultural. No obstante, cuando se trata de conciertos comerciales ordinarios, los organizadores se topan con problemas de visados. Pero hemos de tener en cuenta que, después de todo, Rusia es un país que no se puede permitir de repente dejar de contar con los espectáculos de las estrellas internacionales del mundo de la ópera, el ballet, el jazz, el pop o el rock”.

Dmitri Saráyev, director ejecutivo de la agencia de conciertos RIFF: “En todos los países civilizados, los artistas tienen la posibilidad de obtener visados especiales que se emiten siguiendo un proceso simplificado. En cambio, en Rusia, ahora nos vemos obligados a recurrir a distintas estratagemas para no violar la ley pero a la vez lograr cumplir con nuestro trabajo en el plazo previsto, porque los artistas no tienen mucho tiempo para sacarse los visados. Y es que los visados comunes no les sirven a los artistas.

Iliá Bortniuk, director general de Light Music: “A fin de cuentas, un hombre de negocios que viene por seis meses y un artista que llega por tan sólo dos días presentan dos situaciones muy diferentes. Si se empiezan a emitir tan solo los visados de trabajo, los artistas simplemente dejarán de venir a Rusia porque para obtener un visado de trabajo se necesita medio año y, encima, cuesta una fortuna. Pero hay un montón de artistas que vienen a dar conciertos a los clubes, donde se les paga entre 200 y 300 euros por concierto. Les saldrá más caro obtener el visado que lo que sea que lleguen a recaudar durante su gira por Rusia, por lo que sencillamente dejarán de venir. Al final, los que se verán afectados serán el público de espectadores y la reputación de nuestro país”.

Eduard Rátnikov, presidente de TCI (una gran agencia de conciertos en Moscú): “Yo casi nunca he utilizado visados culturales para traer a los artistas, recurriendo  normalmente a los visados de negocios. Pero ahora también con estos visados hay problemas: si alguien desea ponerte trabas a la hora de su emisión, tiene todas las facilidades para hacerlo. Nuestra Dirección del Servicio Federal de Migración (UFMS, por sus siglas en ruso) todavía no ha elaborado un reglamento para los artistas. Tienen unas regulaciones generales para los trabajadores extranjeros, absolutamente herméticas. Pero este reglamento no sirve para emitir un visado a Madonna, Elton John, Lady Gaga o Rammstein. En los países civilizados, existen visados especiales para los artistas. Es algo tan lógico y tan sencillo como dos y dos son cuatro. Es algo que debería existir”. 

Artículo basado en materiales publicados por Izvestia. 

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