Continúan las polémicas marchas en honor a los Waffen-SS en Estonia y Lituania

Cada año en estas repúblicas bálticas se realizan homenajes públicos a veteranos que lucharon codo con codo con las tropas de Hitler. Fuente: AP

Cada año en estas repúblicas bálticas se realizan homenajes públicos a veteranos que lucharon codo con codo con las tropas de Hitler. Fuente: AP

Cada año, en Letonia y Estonia se celebran fiestas dedicadas a los veteranos que lucharon en las SS. Repasamos algunos de los argumentos que esgrimen sus defensores y ofrecemos algunas respuestas a estos mitos.

La Marcha de Erna, se celebra anualmente en Estonia el 28 de julio en recuerdo del batallón especial de las Waffen-SS. Repiten el recorrido desde la capital Tallinn hasta una antigua base militar nazi situada a 150 kilómetros. En 2011, el entonces ministro de Defensa y antiguo primer ministro, Mart Laar, lanzó la iniciativa de reconocer a los estonios de las Waffen-SS como “luchadores por la libertad”, aunque ante la reacción internacional el gobierno se vio obligado a declarar en enero de 2012 que su intención era “reconocer a quienes lucharon por la independencia de Estonia”, categoría en la que entrarían los veteranos nazis del país.

En Letonia, se celebra cada 16 de marzo un homenaje a la legión letona de las Waffen-SS, iniciativa que se instauró en 1994, poco después de la desaparición de la URSS. La legión llegó a estar integrada por más de 100.000 hombres y partició en el sitio de  Leningrado, donde murieron más de un millón de ciudadanos soviéticos. En este país es común equiparar el régimen nazi con la URSS. En la actualidad en Letonia, el Partido Comunista está prohibido, y los comunistas actúan bajo el nombre de socialistas.

Repasamos algunos de los argumentos que utilizan los defensores de estas marchas. 

Primer argumento: los legionarios fueron obligados a luchar y, por lo tanto, son inocentes.

Luego, debemos reconocer que la 'lucha por Letonia' o la 'por Estonia' en las filas de la Alemania nazi no fue un acto ni consciente ni heroico. Si hubieran sido reclutados a la fuerza, esos hombres habrían luchado con un palo y de mala gana. 

Segundo argumento: los legionarios no tenían otra opción que la de enfundarse el uniforme alemán para defender el país y frenar el avance de las tropas.

Con su "heroica lucha", los legionarios no sólo impidieron la llegada de las tropas soviéticas, sino que también permitieron a sus hermanos de armas en las zonas de retaguardia seguir con el genocidio judío en los campos de concentración y de civiles de otras nacionalidades.

Cada día que lograban contener a las tropas soviéticas, permitían que en Salaspils, Klooga y otros "campos de la muerte" se asesinara a cientos de personas.

Además, ninguno de los funcionarios de la Alemania nazi afirmó nunca la posibilidad de autonomía de Lituania, Letonia y Estonia, como parte de una Gran Alemania. Por no hablar de independencia. En consecuencia, los legionarios no lucharon por su país, sino por la Alemania nazi, que al final fue derrotada en la guerra. 

Tercer argumento: el tribunal de Nuremberg, que obligó a la comparecencia de las SS, consideró que no eran criminales de guerra.

Esto es un hecho, pero hombres reclutados por una organización criminal por la fuerza no harían gala, después de 50 años, de lo que había en ella.

Y si una persona se siente orgullosa y no se avergüenza de hablar de ello, es que optó por unirse a la organización criminal de manera consciente. Por lo tanto, es un criminal, de acuerdo con las resoluciones en materia penal del Tribunal de Nuremberg. 

Cuarto argumento: El 16 de marzo, en Riga y Sinnimäe (Estonia), los ancianos que lucharon en las Waffen-SS, se reúnen en silencio para recordar a los compañeros caídos. Pero el ruido de los medios sobre el tema, detona la histeria.

Los veteranos no son tan pocos ni tan "viejos". Se reúnen políticos y jóvenes. Cada vez que estas reuniones se llevan a cabo tiene lugar o bien alguna acción política, o bien una marcha solemne como en Riga.

No parece un "día para el recuerdo de los compañeros en silencio". Es un acto público, efusivo y, con la participación de los políticos actuales, una excusa para quienes juraron lealtad a Adolf Hitler. 

Quinto argumento: la ocupación soviética fue más brutal que la nazi

Ante todo, muchos de los veteranos que lucharon en armas contra la Unión Soviética (y desde el punto de vista legal, eran traidores a la URSS), no sólo han sobrevivido hasta nuestros días, sino que además se han beneficiado de la seguridad social y la sanidad soviéticas y, a menudo han hecho buena carrera.

La Unión Soviética, a diferencia de la Alemania nazi, no sólo sugirió una cierta autonomía para las repúblicas en el mismo estado, sino que hizo esfuerzos para crear élites nacionales en estas repúblicas, que co-optararan a los órganos superiores de gobierno.

Publicado originalmente en ruso en Regnum. 

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