La destacada presencia rusa en la música clásica de Chile

El Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago de Chile, Konstantín Chudovsky. Fuente: cortesía de Konstantín Chudovsky

El Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago de Chile, Konstantín Chudovsky. Fuente: cortesía de Konstantín Chudovsky

Los músicos profesionales de la tierra de Chaikovski y Shostakóvich vienen a Chile para vivir, tocar, dirigir y transmitir los secretos de interpretación aprendidos con los pedagogos de la gran escuela de música rusa.

Hace poco los amantes de la música clásica se enteraron de que el nuevo Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago de Chile será el maestro ruso Konstantín Chudovsky. Graduado con honores del Conservatorio Estatal Chaikovski de Moscú y galardoneado con el Premio a la Crítica 2012 por sorprender al público con su dirección sin partitura de Borís Godunov. Este músico de 30 años encargará de dirigir óperas y ballets en el Teatro Municipal de Santiago.

Konstantín, totalmente enamorado del público chileno que aplaudió parado en los espectáculos de "Boris Godunov" en el Municipal, comparte sus impresiones: "El teatro es buenísimo, no en vano su escenario recuerda a los grandes músicos del siglo XX, y el público que empatiza tanto con los músicos, merece un gran respeto y tiene un gran futuro".

¿Será tan inusual que un artista ruso venga a trabajar a un país tan lejano como Chile? La verdad, es que no.

En la sureña ciudad de Temuco vive un compositor ruso que tuvo el honor de ser alumno y colega del gran Dmitri Shostakóvich, del cual se considera “eterno discípulo”. Yuri Pronin, nacido en 1938, fue disidente soviético, así que cuando tuvo la oportunidad de cambiar de país de residencia, se fue a Chile. Lleva ya 20 años en el país, creando sus obras y enseñando a estudiantes músicos y compositores.

Últimamente en la vida musical chilena se ha producido una considerable afluencia de músicos extranjeros.

“En los cinco años que trabajo aquí, he observado un gran cambio tanto en la actitud del público, como en el nivel de los músicos," comenta Alexánder Shitikov, reconocido violinista, director de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Mayor y docente del mismo centro educativo.

Su colega en el escenario y en las aulas del Conservatorio, el cellista Eduard Shvarts, agrega: "Parece que el país está tratando de recuperar a pasos gigantes lo que ha perdido culturalmente durante los años de dictadura. Hay más estudiantes de música, se crean orquestas infantiles y juveniles, iniciativa que se ha convertido en el programa nacional."

Actualmente en Chile trabajan cerca de 30 músicos rusos, la mayoría contratados por la Orquesta Filarmónica de Santiago y otras orquestas del país.

Más de uno combina el trabajo en la orquesta con actividades pedagógicas, y hay varios profesionales que han podido forjar su carrera como solistas, directores de orquestas o profesores de conservatorios.

Por ejemplo, Yelena Scherbakova, Concertista en Piano y Master of Fine Arts del Conservatorio Rimski-Korsakov de San Petersburgo que hace unos años tomó el cargo de directora del Conservatorio de Música de la Universidad Mayor.

La creación de este Conservatorio es un hecho relevante en la vida musical de Chile. En sus nuevo años de existencia, este primer y único conservatorio que nace en una universidad privada ha logrado convertirse en un importante centro de estudios musicales profesionales superiores.

"La particularidad de nuestro conservatorio, y su gran riqueza, es el cuerpo docente internacional conformado por profesionales de diferentes partes del mundo, entre los que varios son de Rusia. Esto produce intercambio de metodologías, conceptos e ideas", dice Yelena.

Otro hecho que otorga el valor a los profesores, es que ellos no se limitan a enseñar, sino siguen desarrollando su maestría, saliendo a los escenarios más importantes del país.

Así, el año 2012 nace en la base del Conservatorio el proyecto del único en Chile conjunto de cámara profesional: el trío, conformado por Alexánder Shitikov en violín, Eduard Shvarts en violoncelo y Yelena Scherbakova en piano.

Este conjunto que no oculta sus ambiciones  de conquistar el público no sólo chileno sino internacional, ya ha realizado conciertos presentando las obras de Beethoven, Rajmáninov, Shostakóvich en uno de los mejores escenarios de Chile, el Teatro Municipal de Las Condes, donde volverán a tocar el 19 de marzo el Triple Concierto de Beethoven con orquesta, antes de que en abril el trío se vaya de gira por la ciudades de Ucrania.  

Las dificultades que encuentran

Si bien para trabajar en la orquesta es suficiente dominar el universal idioma de la música, para ser profesor ya no basta con esto. Eudokia Ivashova, solista y profesora de viola, se ríe, recordando historias curiosas que le pasan a uno mientras no domina el español a la perfección: “Una señora me preguntó si su hijo podía aprender a tocar violín si era zurdo. Y yo escuché que el niño era sordo, así en vez de tranquilizarla traté de explicarle que por mucho que quisiera no podría enseñarle a un sordo tocar violín”.

Pero el verdadero problema que reconocen Eudokia y sus colegas es que si en Rusia la formación musical profesional es muy exigente y extensa (16 años de estudios, que en la mayoría de los casos llegan a ser 20), en Chile hay que formar a un profesional en 12 años, tarea que bordea lo imposible.

"Aquí no he notado tanta responsabilidad del músico ante sus profesores, su instrumento y ante sí mismo cuanta nos han enseñado tener en Rusia. Me gusta el dicho de que el profesor comparte su destino con el alumno," dice Eduard Shvarts.

 

 

Alexánder Shitikov y Denís Kolobov, fundador de la Cátedra de Violín en el Conservatorio de la Universidad Mayor, conocido solista y director de orquesta, ambos alumnos de Zarius Shikhmurzaeva, así recuerdan a su profesora: "Nos crió como si fuéramos sus hijos. Nos enseñó no sólo a ser instrumentalistas y pedagogos, nos enseñó a vivir."

"Los músicos somos responsables por el destino musical de cada obra. Y también del destino del arte en general. Si las personas que nos han escuchado hoy, vuelven al teatro otra vez. Si aman o no el arte. Por si este arte les ayuda. Está en manos de los músicos la oportunidad de ayudar a las personas a ser mejores”. Quizá estas palabras de Konstantín Chudovsky demuestran mejor que nada que los jóvenes chilenos que llegan a estudiar música con los rusos están en buenas manos.

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