Dificultades para los observadores rusos en las elecciones de EE UU

La polémica que rodea a la misión de la OSCE en los comicios.

La polémica que rodea a la misión de la OSCE en los comicios.

Reuters
Disputas diplomáticas y contradicciones en el sistema de observación electoral cierran el camino a la mayoría de los observadores rusos.

Ella Pamfílova, presidenta de la Comisión Electoral Central de Rusia, asistió la semana pasada en Viena a un seminario sobre observación de elecciones con un grupo de expertos de diferentes países de la OSCE. Antes de la celebración de las elecciones de EE UU, la cuestión sobre si permitir o no la presencia de observadores rusos, fue motivo de disputa entre Moscú y los miembros de la OSCE. La fuente de la polémica es que Rusia se queja de un doble rasero en lo referido a la observación electoral por parte de Occidente, y de la OSCE en particular.

Alexander Lukashevich, represntate permanente de Rusia ante la OSCE, explicó a Russia Direct, que estos seminarios se celebran desde 2008 en la Oficina de la OSCE para Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR, por sus siglas en inglés) a petición de Rusia para "hablar de los principales problemas de funcionamiento de la ODIHR y de las misiones en diferentes países". El problema, según explicó es que "la metodología de la ODIHR no refleja la voluntad de los estados participantes", concretamente de Rusia.

Decepción con la OSCE


La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) es el mayor organismo de seguridad regional, creado con el objetivo de prevenir conflictos en Europa y su entorno. La OSCE tiene su origen en la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE), celebrada en Helsinki en 1975. Actualmente, la organización agrupa a 57 Estados de Europa, Norteamérica y Asia Central. ​


El caso de Rusia con la OSCE está lejos de ser sencillo. Por una parte Moscú muestra su decepción porque la OSCE no ha conseguido convertirse en la estructura inclusiva y dominante en relación a la seguridad europea. Los países occidentales la veían como una institución que debía "democratizar" las antiguas repúblicas soviéticas mientras la OTAN se expandía hacia el este.

Así que la OSCE "sufrió una fuerte degradación tras la Guerra Fría y se convirtió en un organismo de control de las elecciones en el espacio postsoviético", según comentaron recientemente los expertos Alexéi Miller y Fiódor Lukiánov. En su informe se explica que Moscú ya no acepta el papel de aprendiz en los seminarios de democracia liberal.

Además, la OSCE es la única estructura europea en la que Rusia es un miembro como los demás y esto hace que sea muy valioso para Moscú, que trata de impulsar un cambio desde dentro. De modo que el argumento sobre la metodología de observación de elecciones es una muestra más de la naturaleza de las tirantes relaciones.

Diferentes tipos de misiones

Hay diferentes misiones según los criterios que se establezcan. En ocasiones se trata de un pequeño equipo de dos personas que observan un problema concreto, como una nueva legislación electoral. Así fue en las últimas elecciones alemanas y austríacas.

Otra veces es una misión limitada. Los observadores llegan antes de las elecciones para monitorear la campaña y observar cuestiones específicas descritas por un equipo anterior. No hay observadores en día de las elecciones. Este tipo de misión fue la que participó en las elecciones serbias del pasado abril.

Otro tipo de misión incluye a un amplio grupo de observadores, que llegan antes de las elecciones, se distribuyen por diferentes lugares del país entre los colegios electorales. Normalmente entre los observadores hay parlamentarios de países de la OSCE que se coordinan con los técnicos.

La mayor misión de este tipo tuvo lugar en las elecciones presidenciales ucranianas de 2014. Fue una misión de más de 1.000 personas. En las elecciones a la Duma rusa celebradas en septiembre de este año hubo una misión de 480 personas. Actualmente hay unas 320 monitoreando las elecciones de EE UU, entre las que se incluyen algunos parlamentarios, explican en la OSCE.

Los principales criterios para determinar el tamaño y los objetivos de la misión tienen que ver con la confianza que los participantes internos tienen con el sistema electoral. Entre estos actores se incluyen los partidos políticos y los grupos de la sociedad civil. La palabra "confianza" se repite en cada informe que se realiza para determinar qué tipo de misión llevar a cabo.

¿Diplomacia o relaciones públicas?

La polémica alrededor de la observación de las elecciones estadounidenses es otro ejemplo de frustración de Rusia con este sistema. Las acusaciones sobre una intervención rusa en las elecciones de EE UU, tema que ha ocupado su espacio en al campaña, han complicado la cuestión. A mediados de octubre las autoridades de EE UU rechazaron una petición de la Comisión Electoral Central de Rusia para enviar una delegación de observadores a EE UU, y recomendaron que la enviasen como parte de la misión de la ODIHR. Sin embargo, el Kremlin rechazó participar en esta misión.

"Esta decisión se tomó a nivel político", explicó Pamfílova la semana pasada en Viena al comentar la decisión de Rusia de no participar. "Probablemente como resultado de las constantes acusaciones sobre los intentos de Rusia de influir en las elecciones, nuestra ausencia es una prueba de que no queremos influir, incluso en las observaciones".

En cualquier caso, hubo un cruce de acaloradas declaraciones enter ambas partes. El Departamento de Estado acusó a Rusia de "hacer un ardid de relaciones públicas", mientras que la embajada rusa en Washington se mostraba "decepcionada" con la reacción de las autoridades de EE UU. Los diplomáticos rusos en EE UU solicitaron acceso a colegios electorales en Oklahoma, Louisiana y Texas pero fueron rechazadas porque estos estados no tienen una normativa concreta para observadores internacionales.

El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, declaró a la agencia RIA Novosti que quería "recordar a aquellos que tratan de enseñarnos de una manera arrogante" que durante mucho tiempo EE UU se ha negado a invitar a observadores internacionales y que el cambio de esta práctica se dio tras una serie de grandes esfuerzos.

"Si se nos priva la participación por motivos políticos, sacaremos nuestras propias conclusiones", dijo Riabkov. "Nuestros colegas estadounidenses no deberían esperar que nos olvidemos de esto en el futuro, es decir, cuando ellos quieran observar algo en nuestro país”.


Washington no deja a diplomáticos rusos presenciar el proceso de votación durante las elecciones presidenciales de este martes en EEUU, afirmó el viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, al calificar de inadmisible la restricción del acceso a los colegios electorales, informa Sputnik.

La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, dijo anteriormente que agentes del FBI habían bloqueado el coche de un empleado consular ruso en Houston, y el Departamento de Estado de EEUU, según la parte rusa, había emitido una nota que sugiere a diplomáticos rusos no acercarse por su cuenta a los colegios electorales.

Doble rasero

Evgueni Minchenko, consultor político ruso que se encuentra observando las elecciones de EE UU de manera privada, declaró que no deberían exagerarse estos hechos, tanto la negativa de  EE UU como la de Rusia. Según él, el motivo principal es la convicción del Kremlin acerca del doble rasero de la ODIHR y de Washington.

"El doble rasero es obvio, no solo en lo concerniente a la principal superpotencia sino también a sus satélites", declara a Russia Direct. "En concreto, se han ignorado gran cantidad de violaciones en las recientes elecciones en Moldavia y en Ucrania".

Según la ODIHR el acceso a las elecciones de EE UU se determina por estados, ya que no hay una autoridad federal electoral. Hay ochos estados que explícitamente permiten que haya observadores internacionales, mientras que hay 13 que lo prohíben, lo que contradice los compromisos de EE UU con la OSCE. Las reglas para los observadores internacionales son las mismas para todos, independientemente si son parte de la OSCE o de estados extranjeros.

De hecho, se trata de la primera vez que la OSCE envía una misión de gran escala a EE UU, lo que incluye observadores en los colegios electorales. Thomas Rymer, portavoz de la OSCE, explica que Rusia envió observadores de largo plazo en 2008, algunos de ellos incluidos en las misiones de la ODIHR. "Es totalmente una prerrogativa suya, de modo que no es problema de la ODIHR", considera Rymer.

En la OSCE afirman que la ODIHR trata a cada país de la misma manera, algo que no ocurre con las delegaciones parlamentarias. "Muchos observadores parlamentarios realizan declaraciones personales y, a menudo políticas, con el objetivo de conseguir atención en su propio país. Hay ocasiones que critican el país que van a observar, incluso antes de las elecciones para conseguir atención mediática", declara un antiguo observador.

"También hay problemas con los países a los que se va a observar las elecciones y no en todos se trata de la misma manera. Algunos países dan mayor libertad a los observadores, de modo que es imposible tratar de la misma manera a Serbia — que da amplios espacios de libertad —  y a Uzbekistán— donde la labor de los observadores está mucho más restringida", apunta.

Andréi Zolótov es editor de Russia Direct. Graduado en la Universidad Estatal de Moscú ha sido el corresponsal de política del periódico The Moscow Times.

Artículo publicado originalmente en Russia Direct.

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