El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, y su
homólogo brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, se reunieron hoy para
impulsar las relaciones bilaterales y profundizar la "asociación
estratégica" entre dos países que tradicionalmente han mantenido lazos
amistosos.
"Brasil es nuestro mayor socio comercial en América
Latina. Ambos países planeamos cumplir los acuerdos de (nuestros)
presidentes para aumentar en un futuro próximo el volumen de ventas
hasta los 10.000 millones de dólares", dijo Lavrov en una rueda de
prensa con su homólogo brasileño.
El titular de Exteriores
ruso se refirió así a los objetivos planteados por el presidente ruso,
Vladímir Putin, y su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, durante su
reunión en el Kremlin a mediados de diciembre pasado.
El
volumen de intercambio comercial entre los dos países se había
multiplicado por dos entre 2005 y 2008, un crecimiento que frenó la
crisis mundial pero que se recuperó en el año 2011.
Figueiredo
se refirió a la próxima reunión en Brasilia de la Comisión mixta de
cooperación económica y comercial entre Rusia y Brasil, y señaló que
"estamos trabajando fuertemente para dar un nuevo impulso y nuevos
estímulos al comercio bilateral".
Aseguró que están satisfechos del aumento de éste, así como de las inversiones mutuas en el otro país.
El ministro ruso destacó el nivel de colaboración entre los dos
países en distintas materias como defensa, ciencias, deportes y espacio.
Informó de que Rusia y Brasil han firmado una declaración en la que
se comprometen "a no ser los primeros en desplegar armamento en el
espacio".
Los cancilleres también abordaron el polémico programa nuclear iraní y el conflicto en Siria.
Lavrov destacó la contribución brasileña "en la búsqueda de vías para reducir las tensiones en torno a esa cuestión".
"Espero que la ronda de conversaciones entre Irán y el Sexteto que se
abre hoy (en Ginebra) sea exitosa", aseveró el ministro ruso.
Mientras, Figueiredo agradeció a Lavrov por "su papel en la resolución del conflicto sirio".
Los cancilleres hablaron también del problema del espionaje masivo
por EEUU, tema sensible para Brasil, que reaccionó con indignación
frente a la denuncia de que Washington espió los teléfonos y los correos
electrónicos de Rousseff.
"Nuestra tarea es garantizar la
protección de derechos humanos fundamentales como el derecho a la
intimidad", dijo al respecto Figueiredo.
Por su parte, Lavrov
abogó por implementar reglas de "comportamiento común en el
ciberespacio", y recordó que Moscú propone "aceptar obligaciones de no
interferir en las vidas privadas de los ciudadanos".
Figueiredo expresó su satisfacción por la decisión de la justicia rusa
de conceder la libertad bajo fianza a la activista de Greenpeace Ana
Paula Maciel, detenida con otra treintena de ecologistas en Rusia.
"Estoy muy contento con la coincidencia de que cuando yo llegué a
Rusia, me enteré de la decisión del tribunal", afirmó el canciller, en
referencia a la medida acordada ayer por la corte de San Petersburgo que
lleva el caso del "Arctic Sunrise", el barco de Greenpeace que organizó
una protesta el pasado 19 de septiembre.
"Me satisface que se
haya desarrollado así la situación, que ella pueda responder ante la
justicia rusa desde la libertad", agregó el ministro.
Figueiredo llegó ayer a Moscú en la que es su primera visita oficial fuera de América del Sur.
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