Fuente: Ria Novosti
El Nuevo Banco de Desarrollo no debería convertirse en otro Banco Mundial que financie el mismo tipo de proyectos en los mismos países, utilizando las mismas herramientas y esquemas mentales. Al mismo tiempo, su propósito no debería consistir en simbolizar el deseo de los países emergentes por demostrar sus poder financiero y político. La razón de ser de su creación debe estar llena de contenido.
El Nuevo Banco de Desarrollo debería basarse en contenidos completamente nuevos y en la utilización de estrategias novedosas. Podría ser fácil que el NBD siguiera la estela del Banco Mundial, ya que se dedica a lo mismo. Pero el Nuevo Banco de Desarrollo debe resistirse a ello desde el primer día.
Los objetivos prioritarios del Nuevo Banco de Desarrollo deberían ser conseguir los tres ceros para el año 2050: cero pobreza, cero desempleo y cero emisiones de carbono.
Propongo tres objetivos básicos para el NBD que me parecen relevantes a nivel global. Cada año el Banco podría publicar un informe acerca del progreso de los BRICS en la consecución de estos objetivos.
El Nuevo Banco de Desarrollo podría lograr estos objetivos utilizando una serie de estrategias básicas.
La primera estrategia consistiría en dar rienda suelta al poder creativo y a la participación de la nueva generación de jóvenes. Si los BRICS son capaces de movilizar el poder de la juventud, será más fácil que logren sus objetivos.
La segunda estrategia consistiría en centrarse en las innovaciones tecnológicas para resolver los problemas humanos. En la actualidad la tecnología está controlada por intereses económicos y bélicos. Debería pasar a las fuerzas comprometidas socialmente, que actualmente son invisibles. La combinación del poder de los jóvenes y la tecnología creará una fuerza inquebrantable.
Esto nos lleva a la tercera estrategia: la confección de empresas sociales que movilicen su poder creativo para resolver antiguos y complejos problemas sociales, económicos y ambientales.
El negocio social es una nueva variedad de empresa que se aparta de la obtención de beneficios, como fin exclusivo. Son negocios que tienen una misión y se dedican a resolver problemas humanos. Después de que la compañía obtiene beneficios, el inversor recupera su dinero pero no obtiene más beneficios. Los beneficios adicionales se reintroducen en el negocio, con el objetivo de extenderlo y mejorarlo.
Los negocios convencionales no pueden resolver problemas sociales. Otros actores, como el Estado y las ONG, suelen ser insostenibles e ineficientes. Los negocios sociales son sostenibles, eficientes, replicables y transferibles.
La creación y promoción de este tipo de negocios a lo largo y ancho del mundo ya ha obtenido grandes resultados. Este tipo de negocio social debería convertirse en la pieza central de la estructura institucional del NBD y de su programa. Se trata de un modelo que puede ser fácilmente replicado en diferentes contextos.
El desempleo puede ser reducido a cero mediante iniciativas de negocio social. El desempleo no es más que el producto de una interpretación teórica y defectuosa acerca de lo que somos los seres humanos. Desde su nacimiento, las personas no son buscadoras de trabajo, sino emprendedoras. El emprendimiento está en el ADN de los humanos. Somos luchadores, tenemos ambición y resolvemos problemas. Los negocios sociales pueden convertir el desempleo en emprendimiento. El NBD puede adoptar esto como algo básico de sus programas.
Una vez que el NBD cree un nuevo marco para financiar y promover los negocios sociales, conseguirá atraer a jóvenes y a ancianos, a hombres y a mujeres, a individuos y a organizaciones, todo ellos con ideas de negocios sociales. Al mismo tiempo, el Banco puede estimular a los negocios convencionales para que creen negocios sociales junto con sus actividades principales.
El Nuevo Banco de Desarrollo podría crear fondos de negocios sociales a nivel nacional que funcionasen como joint ventures con socios locales. Podría también crear negocios sociales a nivel regional en los que el Banco tuviera una participación minoritaria en el capital, mientras que la participación mayoritaria correspondería a los inversores locales.
Con la creación de negocios sociales se puede asegurar el acceso a servicios financieros y sanitarios a las personas pobres y con menos recursos.
El NBD realizará numerosos proyectos de infraestructura y debería tomarse muy en serio la propiedad y el mantenimiento de estas. En la actualidad tenemos ejemplos de importantes infraestructuras que son propiedad de los que solamente buscan hacer dinero. En los viejos días, esto era dominio exclusivo del Estado.
Ademas de la propiedad estatal y de la comercial, hay ahora otro tipo de propiedad: la de los negocios sociales. Desde la perspectiva de los usuarios, esta última es mucho más satisfactoria que las otras dos alternativas.
Finalmente, los derechos humanos y la buena gobernanza deberían estar en el centro de las operaciones del Nuevo Banco de Desarrollo. En sus comienzos el NBD tiene la oportunidad de crear objetivos correctos y las estrategias apropiadas para su implementación.
Le deseo todos los éxitos al Nuevo Banco de Desarrollo a la hora de rediseñar el mundo para hacerlo más sostenible.
Muhammad Yunus ha ganado el Premio Nobel de la Paz por sus proyectos de microcréditos. Es director del Yunus Center en Bangladesh.
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Artículo publicado originalmente en Russia Direct.
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