Excursionismo, la contribución de la ‘edad de plata’ rusa al estudio de las ciudades

Nikolai Antsíferov fue el ‘Walter Benjamin’ de San Petersburgo. Fuente: Alexander Petrosyán

Nikolai Antsíferov fue el ‘Walter Benjamin’ de San Petersburgo. Fuente: Alexander Petrosyán

Las disciplinas académicas son construcciones sociales y culturales. Su aparición tiene poco que ver con el azar y está ligada a lo que acontece en ciertos lugares y momentos. Así, si en el Berlín de principios del siglo XX gente como Georg Simmel, Walter Benjamin o Franz Hessel establecían las bases de los estudios urbanos modernos (a pie y enfocado en las distancias, los arquetipos y las interacciones), en San Petersburgo Ivan Grevs y Nikolái Antsíferov organizaban ‘expediciones’ para entender la ciudad y establecían la ‘Ekscursionistika’ en el currículum.

A modo de flânerie, la metodología consistía en tomar descripciones (opisanie) y dibujar bocetos de escenas urbanas (ocherk) a través de paseos aparentemente distraídos (progulka). El objetivo era experimentar la ciudad “de forma holística” y explorarla “como un organismo social”.

Fuente: archivo

La figura más conocida de entre los ‘excursionistas’ fue Antsíferov, quien añadía que “la actividad social da a la ciudad pulsaciones” y “establece nudos”, “centros de gravedad” y “vectores”.

Antsíferov nació en San Petersburgo en 1889 y murió en Moscú en 1958. Fue detenido cuatro veces y pasó varios años en el gulag. En 1937, de camino a la prisión de Solovkí,  el filósofo Alexander Meie lo consolaba diciendo que “este campo se ha convertido en la capital de la intelligentsia rusa”.

El maestro de Antsíferov fue Ivan Grevs (1860-1941), quien presentaba la ciudad “como un espacio cultural… poseedor de alma”. En combinación con la Oficina Central de Estudios Regionales (Kraevedenie), durante los años 20 se desarrollaron en la Unión Soviética teorías innovadoras sobre la geografía cultural y humana. Estas teorías tenían influencia alemana e integraban ideas y metodologías de varias disciplinas como la sociología, la antropología, la arqueología, la economía y la historia del arte.

El sociólogo Oleg Yanitski asegura que en Rusia se alternan los períodos de modernización con los de des-modernización. Los excursionistas fueron reprimidos una vez que Stalin tomó el poder, acusados de estudiar sólo el centro de la ciudad y de describir palacios, monumentos e iglesias en lugar de interesarse por fábricas e intentar resolver la pobreza.

Algunas de las ideas de los excursionistas fueron desarrolladas décadas más tarde por Yuri Lotman en sus estudios sobre la semiótica. Pero para los excursionistas la ciudad no sólo era un texto, sino que tenía textura (es decir que podía ser entendida a través de los sentidos - tacto, olfato, vista, oído y gusto). Ellos se adelantaron a Calvino, Perec y Wenders explicando que los espacios urbanos tienen una gramática y valores, además de arquitectura.

La ciudad da lecciones a las que nosotros mismos respondemos, creando distorsiones y mitos. Por eso, para entenderla es necesario hacer zigzag mental, conectar lo micro con lo macro y tocar sus ensamblajes antes y después de imaginar su organización.

Cuando viajar era una experiencia catártica y caminar una actividad contemplativa, Antsíferov escribió dos libros pioneros en los estudios urbanos: El alma de San Petersburgo (1922) y Libro sobre la ciudad (1926). Para él, pasear por la ciudad era como organizar expediciones a lugares lejanos.

Los espacios urbanos son producidos por la actividad humana, están sujetos a mitologías y responden a condiciones locales y arquetipos abstractos. Esto hace que las ciudades tengan auge, degradación e incluso desaparezcan de los mapas. Igual que las disciplinas académicas.

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