La federación presenta un plan de 6.900 millones de dólares para los próximos seis años, con la vista puesta especialmente en el Mundial de 2018. Fuente: www.rfs.ru
Un proyecto similar, con una dotación económica también generosa, sirvió para reflotar el nivel del país en deportes de invierno en el último ciclo olímpico, pasando de un indigno decimoprimer puesto en el medallero de Vancouver 2010 al reciente triunfo en Sochi.
El momento elegido para el anuncio del plan no
parece casual, pocos días después de que Vladímir Putin señalase precisamente
al fútbol (además del hockey) como la oveja negra del deporte ruso en la
actualidad. “El triunfo en el medallero de Sochi constata el regreso de Rusia a
la élite del deporte mundial. Sin embargo, tenemos un problema sistémico en
disciplinas colectivas, como fútbol y hockey, debido en parte al exceso de
extranjeros en sus ligas”, comentó el presidente Putin.
La llamada ‘Estrategia para el desarrollo del fútbol en Rusia’, como se bautizó
al proyecto, prevé la construcción de nuevos campos, tanto al aire libre como
cubiertos. Estos últimos en las zonas más frías del país, donde la práctica del
fútbol es casi imposible durante la mitad del año, debido a las condiciones
meteorológicas.
El plan prevé también la renovación de
instalaciones existentes, así como la puesta en marcha de programas de
captación y desarrollo de talento. El presidente de la Federación, Nikolái
Tolstij, dijo que la aprobación del plan está todavía pendiente de la firma de
los miembros regionales del organismo, en una conferencia que tendrá lugar este
mes de abril.
“Si los presupuestos de nuestros grandes clubes, como el Zenit, el Spartak o el
Lokomotiv, se asemejan cada vez más al de los grandes clubes europeos, no puede
ser que el presupuesto de nuestra Federación sea menor. Por ejemplo, la
francesa cuenta con 200 millones de euros anuales, mientras que la rusa sólo
con 50. Esperamos que para el año 2020 el presupuesto de la federación ronde
los 150 millones de euros anuales”, explica el secretario general, Anatoli
Vorobiov.
Este plan estratégico, aplaudido por los organismos del fútbol base en Rusia
pero criticado por los clubes, consta de tres principales líneas de actuación.
En primer lugar, se busca crear una infraestructura de instalaciones modernas para fomentar la práctica. En segundo, consistiría en la formación del personal en nuevos métodos al servicio de la industria del fútbol, así como el fomento de la cantera, a través de la implementación de programas educativos en las escuelas. El tercer punto trata del perfeccionamiento del sistema organizativo para acoger competiciones en todo el país.
El Gazprom Arena será el estadio de fútbol más caro del mundo
“La mayor parte de los 6.900 millones de
dólares asignados al plan (80%) se destinarán a la construcción de nuevos
campos y estadios cubiertos, así como a la reforma de instalaciones deportivas
ya existentes y al equipamiento de centros de formación, con campos de césped
artificial, iluminación y calefacción”, explicó el presidente a propósito del
plan de acción. El plan completo, de 77 páginas, se puede consultar en ruso en la web de la
Federación.
Este proyecto es paralelo a la organización de la Copa del Mundo de 2018 propiamente dicha, que incluye la construcción o renovación de doce estadios
adecuados a los estándares FIFA.
Recordemos que el verano pasado, en plena crisis por los sobrecostes de construcción de Sochi, el Ministerio de Deportes ruso anunció la reducción de presupuesto para la organización del Mundial, los 16.000 millones de dólares iniciales se quedaron en 8.000, de los que se espera que una parte significativa parta del sector privado.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: