Rojo, blanco, azul: el simbolismo del color en ruso

Dibujado por Niyaz Karim

Dibujado por Niyaz Karim

En todas las lenguas las palabras que designan colores tienen significados adicionales. El ruso no es una excepción.

El color más brillante en la lengua rusa, y el que tiene connotaciones más positivas, es el color rojo. La palabra “rojo”, en ruso “krasni”, tiene la misma raíz que la palabra “bello” (“krasivi”), y el significado de estas dos palabras está muy próximo. La principal plaza de Moscú se llama Plaza Roja. Históricamente se cree que se le puso ese nombre no por la presencia de edificios rojos en ella, sino debido a su belleza. Así que sería más apropiado llamarla Plaza Bella.

A principios del siglo XX la palabra “rojo” adquirió un nuevo significado y desde entonces se ha asociado con la ideología comunista. Desde la Revolución bolchevique de 1917, el rojo se convirtió en el color de la bandera nacional bajo la cual el país vivió hasta 1991.

En la mitología soviética se consideraba que el rojo era el color de la sangre derramada por los trabajadores en su lucha por zafarse del yugo del capitalismo. Los soviéticos se sumergían en el simbolismo rojo desde su mismísima infancia: de los diez a los catorce años casi todos los escolares eran pioneros y como señal de pertenencia a esa organización comunista juvenil tenían que llevar puesta (al menos en la escuela) una corbata roja triangular.

Después de la Revolución, el antónimo ideológico de “rojo” fue “blanco”. Precisamente fueron los ejércitos Rojo y Blanco los que combatieron entre sí entre 1918 y 1920 durante la guerra civil, en el curso de la cual el Ejército Blanco fue derrotado y conducido fuera del país. Los supervivientes se convirtieron en “emigrados blancos”, mientras que la palabra “blanco” pasó a ser sinónimo de “contrarrevolucionario” y “enemigo” en la Unión Soviética.

En el arco iris ruso hay siete colores: rojo (krasni), naranja (oranzhevi), amarillo (zhiolti), verde (zelioni), azul (goluboi), índigo (sini) y violeta (fioletovi). Para recordar su secuencia se utiliza una frase mnemónica que todos conocen. Cada palabra comienza con la letra del color correspondiente: Kazhdi Ojotjik Zhelaet Znat Gdié Sidit Fazán (Cada cazador desea saber dónde se posa el faisán).

En el espectro del arco iris al lado del rojo está el color naranja que hace poco ha adquirido una nueva connotación ideológica en la lengua rusa. Tras la Revolución Naranja ocurrida en Ucrania hace unos diez años, la palabra “naranja” empezó a designar a los integrantes de la oposición liberal y prooccidental.

Los colores amarillo y verde se asocian con unos significados aceptados universalmente: la palabra “amarillo” se emplea para describir a la prensa sensacionalista, mientras que la palabra “verde” se utiliza para referirse a las agrupaciones que luchan por la protección del medio ambiente.

La palabra “violeta” en el argot ruso se utiliza como símbolo de la indiferencia total. En ruso se puede decir: “Esto a mí, violeta”, que significa “no me interesa en absoluto”.

La palabra “azul”, sin embargo, está relacionada con un fenómeno único en la lengua rusa, pues ha desarrollado asociaciones diferentes y realmente inesperadas. Tradicionalmente, este era fue un símbolo de las personas de noble cuna y la expresión “de sangre azul” se empleaba para describir a los miembros de la aristocracia.

En la era soviética, especialmente en la década de 1960, el azul se asoció con el romance y la excitación de explorar y desarrollar las tierras remotas del país (una de las canciones populares de aquellos tiempos, que llamaba a los jóvenes a unirse a los proyectos de construcción de Siberia, se titulaba “Ciudades azules”). La palabra “azul” se utilizó también para describir aspiraciones y sueños de gran alcance. Además, el programa de televisión más popular de aquella época se llamaba “Luz azul” (en asociación con el color real de la televisión en blanco y negro).

Aun así, la palabra “azul” ha sufrido su metamorfosis más curiosa en las últimas dos décadas. Una vez que se permitió hablar abiertamente sobre homosexualidad la palabra “azul claro” se convirtió en un eufemismo para referirse a los homosexuales. Además, este significado una vez periférico ha ido relegando a un segundo plano a los otros.  Así, el dibujo animado infantil de nombre “cachorro azul”, completamente inocente, (que va de un perrito solitario al que nadie quiere) ha desarrollado un doble sentido erótico que sus creadores es poco probable que pudieran llegar a imaginar.

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