Vladímir Karpets, un clásico del ciclismo español

El antiguo corredor del Katusha y del actual Movistar de Eusebio Unzué reside en un pequeño pueblo de Navarra. Fuente: Servicio de prensa de Movistar

El antiguo corredor del Katusha y del actual Movistar de Eusebio Unzué reside en un pequeño pueblo de Navarra. Fuente: Servicio de prensa de Movistar

Tras 10 años compitiendo para equipos españoles y desde hace 12 afincado en el país, el ruso Vladimir Karpets es ya un clásico del pelotón nacional. Comenzó en el ciclismo a los nueve años en su San Petesburgo natal, “no era un deporte muy habitual”, nos explica.

Debido al frío, no es fácil entrenar en Rusia. Cuando hacía buen tiempo alternaba práctica en carretera y velódromo. En los meses de nieve, cambiaba el ciclismo por el esquí de fondo. Paradójicamente, sobre la bicicleta Vladímir rinde mejor con calor que con frío. A partir de los 14 años comenzó por a salir al extranjero, periodos de dos o tres meses en países de la Europa meridional para entrenar o competir, principalmente España.

Al principio Vladimir sólo tomaba parte en pruebas contrarreloj, especialidad con cierta tradición en Rusia y que se ajustaba a su físico. Karpets es un tallo para esto del ciclismo, uno de los más altos del pelotón con su 1,91 metros de estatura. 

“En Rusia no tenemos muchas carreras, hay poca afición y tampoco puedes entrenar bien debido el frío. En el sur hace menos, pero no se puede comparar a España”, relata Karpets, cuyo primer equipo fue el Lokomotiv de aficionados, que tenía su base de entrenamiento en Tarragona. 

En 2001 pasó al profesionalismo de la mano de Itera, un proyecto similar al Katusha actual, un intento de aunar en un solo equipo a los mejores ciclistas rusos, aunque en su caso con escaso éxito. 

El verdadero salto de calidad en la carrera de Karpets se produjo a finales de 2002, cuando pese a las reticencias del Itera, firmó por el equipo Banesto: “Echavarri y Unzué han sido importantes en mi carrera, confiaron en mí, me dieron la oportunidad de correr las grandes vueltas y de convertirme en un verdadero profesional”, nos cuenta el ciclista, una persona bastante reservada.

Antes incluso de fichar por Banesto, Karpets estableció su residencia en España, concretamente en Gerona. Después siguió el ejemplo de su compatriota Menchov, con quien compartió equipo en 2003, y se instaló en un pequeño pueblo de Navarra, por cierto, una zona habitual de residencia entre los ciclistas extranjeros que corren en equipos españoles. 

“Me gusta más San Sebastián, pero no me alcanza el dinero”, confiesa el corredor ruso. Su carrera despegó en el Banesto y las expectativas se dispararon cuando en el Tour de Francia de 2004 ganó el maillot blanco al mejor ciclista joven, tenía sólo 23 años. Sin embargo, en las siguientes temporadas Karpets no consiguió refrendar con resultados aquellas expectativas y se convirtió en un corredor de equipo, un gregario de lujo.

Tras seis años en el Banesto, que cambió varias veces de patrocinador y nombre, en 2009 Vladimir fichó por el recién creado Katusha, la gran esperanza del ciclismo profesional ruso, donde estaba llamado a ser uno de los referentes.

 

Fuente: servicio de prensa de Movistar

“Cuando fundaron el equipo buscaron a los ciclistas rusos desperdigados por conjuntos de todo el mundo. Con el tiempo Katusha se ha conseguido asentar, ha logrado armar un equipo potente, con corredores importantes y que gana victorias de etapa en casi todas las vueltas”. 

A pesar de que Rusia tiene por fin un equipo profesional en la elite, Karpets mira con cierto escepticismo la evolución del ciclismo de su país, que vivió quizá sus mejores tiempos en los años 90: “La generación actual de jóvenes ciclistas progresa un poco lento, no veo a ninguno con opciones de ganar una de las grandes vueltas en los próximos dos o tres años. Lo que necesita el ciclismo ruso para crecer es organizar más carreras, que son la que crean afición. Antes se organizaban algunas, pero ahora apenas quedan, sólo hay competiciones en pista”.

El paso de Karpets por el Katusha, en plena madurez profesional, no fue todo lo brillante que cabía esperar. Pese a firmar meritorias actuaciones en la Vuelta y el Giro de 2010, finalizando en ambas entre los 15 primeros de la clasificación general, el Tour de aquel año supuso una notable desilusión, pues acudía como jefe de filas y se retiró en la novena etapa por una lesión en la mano. 

Al año siguiente, con la irrupción del español ‘Purito’ Rodríguez como líder absoluto del Katusha, Karpets pasó a un segundo plano. En 2012 decidió regresar a ‘casa’, al equipo Movistar, heredero del Banesto, de nuevo a las órdenes de Eusebio Unzué. Vladimir tiene ya 32 años y aunque le queda ciclismo en las piernas y otro año de contrato, la opción de la retirada comienza a asomar en el horizonte: “Mi sueño antes de retirarme sería ganar una etapa en cada una de las tres grandes vueltas”. 

Katusha, la gran apuesta del ciclismo ruso

En 2009 y bajo el auspicio directo del Kremlin nacía el equipo Katusha, mismo nombre que los famosos cohetes del Ejército Rojo en la II Guerra Mundial. Se trata de la gran apuesta del ciclismo ruso, cuyos corredores han tenido históricamente que emigrar para poder enrolarse en equipos de élite. Gracias al patrocinio de importantes compañías, encabezadas por Gazprom, Katusha cuenta con un presupuesto notable, 15 millones anuales. Aunque la idea inicial era un equipo formado únicamente por rusos, en 2010 Katusha fichó y nombró jefe de filas a Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, una apuesta de riesgo, pues por entonces el ciclista español era poco más que un especialista en clásicas. De la mano del mediático ‘Purito’, gracias a sus múltiples victorias de etapa y podios en grandes vueltas, Katusha se ha hecho un nombre en el pelotón internacional. El equipo vivió el episodio más difícil de su corta historia a finales de 2012 cuando la UCI le retiró bajo pretextos poco consistentes la licencia World Tour, algo así como una plaza en la primera división del ciclismo mundial. Katusha apeló la decisión a la corte de arbitraje deportivo y la ganó, recuperando así la licencia y asegurándose la permanencia de su estrella, ‘Purito’ Rodríguez, recientemente renovado hasta 2015.

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