Fuente: Reuters
Hace tres semanas Sharápova hizo oficial su
relación con el tenista búlgaro Grigor Dimitrov, cinco años más joven que ella y
ex de Serena Williams. No había mucho lugar a dudas, los habían fotografiado
paseando agarrados y besándose por el centro de Madrid, ambos estaban en la capital esos días disputando un torneo. “Llevamos saliendo
ya algún tiempo, lo raro es que nadie nos haya fotografiado antes”, comentó la
siberiana al día siguiente.
Desde su salto a la fama en 2004 tras ganar Wimbledon con sólo 17 años, María
Sharápova se ha convertido no solo en una leyenda en activo del tenis sino
también, y pese a su discreción, en una habitual de los tabloides
sensacionalistas.
Su éxito en la pista y su belleza atemporal
son una receta explosiva en la prensa amarilla. Y como una cosa lleva a la
otra, desde entonces se le han atribuido cantidad de romances, aunque ella sólo
ha confirmado cuatro. Entre ellos,
Nacida en Siberia y criada tenísticamente en Florida, en la academia IMG
Bollettieri, Sharápova posee desde hace años vivienda en Manhattan Beach, Los
Ángeles, vecindario de celebridades.
Aunque a efectos legales su residencia está en Florida (es decir, donde tributa), es en la ciudad californiana donde la tenista rusa tiene la poca vida social alejada del tenis que le permite el exigente calendario WTA. Y precisamente en Los Ángeles o en el circuito ATP ha conocido María a la totalidad de sus parejas.
Con la mayoría de edad recién adquirida, allá por 2005, Sharápova mantuvo una efímera relación con Adam Levine, cantante del grupo musical Maroon 5. Fue la primera pareja con la que María se dejó fotografiar en público, aunque la cosa terminó como el rosario de la aurora, con unas declaraciones bastante desafortunadas del cantante, entrando en detalles de la vida sexual con la tenista (de las que después se retractaría).
Ese mismo año, se habló del tenista español Juan Carlos Ferrero. Aparentemente Masha estaba fascinada por él y no se perdía ninguno de sus partidos, aunque el valenciano, que llevaba años emparejado, no respondió a las llamadas de sirena.
Un año después saltó el siguiente nombre a los
tabloides, el del tenista norteamericano Andy
Roddick, por entonces top-5 del ranking mundial. El rumor partió de un
amigo común, pero ambos corrieron a desmentirlo públicamente y se definieron
como sólo buenos amigos, compañeros ocasionales de entrenamiento.
La primera relación seria conocida de Sharápova arranca en septiembre de 2008,
coincidiendo con un prolongado periodo de baja por una lesión de hombro.
El afortunado fue Charlie Ebersol, hijo del presidente de la cadena de televisión NBC. La pareja se dejó ver con frecuencia en fiestas y eventos sociales de Los Ángeles, fueron también las horas más bajas de la carrera profesional de Sharápova, que se alejó del tenis, deslumbrada por el starsystem de Hollywood, como hiciese su compatriota Kournikova antes que ella.
“La mente de María no está en el tenis, sino en el amor. Hace unos días hablé con su padre y él no sabe qué hacer, ha perdido toda influencia sobre su hija. Masha ha dejado de escucharle. Durante los seis meses de baja se ha acostumbrado a la buena vida y ahora no necesita nada ni a nadie excepto a ese tipo, Ebersol”, comentó entonces el padre de Anna Chakvetadze, compañera de selección de María.
A mediados de 2009 Sharápova terminó su relación con
Ebersol y retomó la senda del tenis.
El búlgaro Grigor Dimitrov, nuevo novio de Sharápova. Fuente: rolandgarros.com
Pasaron apenas unos meses hasta que María encontró de nuevo pareja, el esloveno Sasha Vujacic, jugador de baloncesto de Los Ángeles Lakers, ex de Paris Hilton y, por cierto, amigo íntimo de Paul Gasol, vecino de María en Manhattan Beach.
Vujacic y Sharápova se conocieron durante una barbacoa en 2009, cuando la rusa todavía salía con Ebersol. Al lado del jugador esloveno María encontró la estabilidad sentimental para poder centrarse en el tenis de élite.
La cosa iba tan en serio que en octubre de 2010 anunciaron compromiso oficial, sin embargo, se torció cuando en diciembre Vujacic fue traspasado por los Lakers a Nueva Jersey. Peor aún, en 2011 el esloveno fichó por un equipo turco, Efes Pilsen, en el que todavía milita. Así, en mayo de 2012 Sharápova y Vujacic pusieron fin de forma amistosa a casi dos años y medio de relación.
“Fue una decisión difícil para ambos", declaró entonces la tenista. "Fue un período muy agradable para los dos, pero los calendarios de nuestras carreras hacía extremadamente difícil vernos. Sasha no está en casa durante diez meses al año desde que juega en Turquía, así es muy complicado. Hablamos por teléfono a menudo y seguimos siendo amigos”.
Y así llegamos al pasado 10 de mayo, cuando Sharápova confirma su relación con el búlgaro Grigor Dimitrov, el último afortunado hasta la fecha.
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