Se trata de una economía en expansión con una baja tasa de paro donde hay numerosas oportunidades de trabajo. Fuente: Reuters / Vostock Photo
La globalización tiene muchos efectos y uno de ellos es la migración laboral, que se ve acentuada en el actual contexto de crisis económica. Cada vez más personas consideran trabajar en el extranjero y si anteriormente las opciones que se barajaban eran Estados Unidos y países de Europa Occidental, en la actualidad llaman más atención los mercados emergentes.
Por ello, no es de extrañar que los occidentales valoren Rusia cómo un mercado laboral y no únicamente como un destino turístico.
Rusia puede presumir de una situación laboral dinámica, siendo un país que pasó de exportar emigrantes a ser el segundo receptor de mano de obra extranjera después de Estados Unidos.
El 2012 se cerró con una tasa de desempleo del 5.2 % (alcanzando su mínimo histórico), habiendo alrededor de un millón y medio de vacantes disponibles, según ha comentado la vice primer ministra Olga Golodets.
Cabe destacar que se trata de un mercado laboral equilibrado, ya que el desempleo del 5.2% se considera una tasa natural de paro.
En 2013 Rusia va a necesitar importar 1.745.584 trabajadores, según informa su Ministerio de Trabajo. Además, se ha aumentado la necesidad de mano de obra cualificada, que supondrá un 79% del total de los trabajadores extranjeros.
Sberbank ha publicado en su página web la lista de las profesiones más demandadas: “risk managers”; especialistas de perfil técnico en el área de extracción de petróleo, gas y metales preciosos; directores de marketing; directores financieros; especialistas en IT; especialistas en RRHH; contables y especialistas de banca.
Para trabajar en Rusia, los extranjeros deben obtener previamente el permiso de trabajo.
El conocimiento de la lengua rusa se valora muy positivamente, aunque si se trata de un profesional muy solicitado, no sería imprescindible. Por otra parte, para trabajar en el sector servicios, el permiso de trabajo está vinculado al conocimiento del idioma.
PorquétrabajarenRusia
Trabajar en Rusia tiene ciertas ventajas: bajo impuesto de la renta, vacaciones por maternidad hasta tres años, jubilación a los 55 años para mujeres y a los 60 para los hombres, son algunos de ellas.
El IRPF ruso es del 13%, independientemente del salario percibido, lo que resulta muy atractivo para los ciudadanos europeos acostumbrados a dejar entre el tercio y la mitad de su sueldo en impuestos.
Tanto es así, que el actor francés, Gerard Depardieu, acaba de tramitar la nacionalidad rusa, motivado por la decisión del gobierno francés de elevar el impuesto de IRPF al 75% para las grandes fortunas.
La maternidad es un bien especialmente protegido: las mujeres tienen derecho a estar de baja hasta que el niño tenga año y medio, percibiendo un subsidio del 40% de su media salarial.
Además, la mujer puede seguir trabajando a media jornada o desempeñar sus labores desde casa, conservando el derecho al subsidio. Posteriormente, se puede continuar la baja hasta que el niño alcance la edad de tres años, preservando el puesto de trabajo. Opcionalmente, pueden disfrutar de la baja el padre, los abuelos u otros parientes que realicen de hecho los cuidados del niño.
Otro de los grandes atractivos que ofrece la legislación laboral rusa es la edad de jubilación. Actualmente, tienen derecho a la pensión por jubilación los ciudadanos que lleven cotizando un mínimo de 5 años y hayan cumplido 55 años (en caso de las mujeres) ó 60 (en caso de los hombres).
Aparte de los beneficios legalmente previstos, existen otros factores a favor de trabajar en Rusia. Entre ellos se encuentran: trabajos de mayor responsabilidad y mayor grado de autonomía, así como una rápida promoción vertical. No es nada extraño que un directivo sea menor de 30 años.
De hecho, lo normal es que a los 27-28 años los rusos tengan una carrera profesional consolidada. Se trata de una cuestión cultural.
Loquehayquetenerencuenta
Moscú está considerada como la ciudad más cara de Europa, paradójicamente los salarios no parecen estar a la altura. Así, en 2012, el salario medio en la capital rusa ascendió a 46.000 rublos mensuales (aproximadamente 1150 euros).
No obstante, existen salarios muy competitivos para los especialistas altamente cualificados y para los grandes ejecutivos. Por ejemplo, un buen contable puede llegar a los 8.000 euros al mes y un director financiero superar los 10.000.
Al mismo tiempo, el mercado laboral ruso presenta sus peculiaridades. Hay una débil cultura corporativa, falta de transparencia y de estabilidad, además de los incumplimientos de la legislación laboral, pocos beneficios sociales, así como salarios pagados “en negro”. Estos vicios generalmente son más propios de las empresas rusas, las multinacionales instaladas en el país no suelen tener estas características.
En resumen, como todo en la vida, trabajar en Rusia tiene sus luces y sombras. Es un mercado que puede plantear la elección ente la seguridad laboral y la rentabilidad.
Para los que buscan estabilidad la mejor opción sería trabajar para una empresa extranjera instalada en Rusia, mientras que para los que persiguen altos ingresos sería más conveniente una empresa rusa. No obstante, no hay una fórmula mágica, más bien se trata de fijar el coste de oportunidad y acudir al viejo método de ensayo y error.
AlinaBondarenkoesabogadayTécnicoenComercioExterior
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