"La crisis es muy complicada porque la
solución no está solo en manos de los sirios, hay mucha partes
implicadas y es un asunto internacional", explicó a Efe por teléfono
Abdelazim, que aseguró que han quedado "más tranquilos" tras hablar con
Brahimi.
El dirigente opositor adelantó que tras su visita a
Siria el enviado especial tiene intención de regresar a Ginebra para
continuar con sus contactos tanto con rusos como con estadounidenses.
Durante el encuentro, los opositores agradecieron a Brahimi sus
"esfuerzos mediadores con ministros de Exteriores de otros países para
hallar una solución pacífica a la crisis y una transición pacífica del
poder", subrayó Abdelazim.
Brahimi, que permanecerá en
territorio sirio hasta el próximo domingo, les pidió que le pusieran al
día de lo que ha ocurrido en Siria desde la última reunión que
celebraron hace casi dos meses.
"Le explicamos que la
situación va de mal en peor y que la violencia ha aumentado tanto por
parte de las fuerzas del régimen como de la oposición armada", señaló
Abdelazim, que destacó que se ha incrementado el número de muertos y
heridos, y que hay ciudades enteras destruidas.
Por otro lado,
Brahimi les informó de los esfuerzos que desarrolla y de sus reuniones
con responsables árabes e internacionales, además del contenido de su
encuentro ayer con Bachar al Asad.
"Sentimos que (Brahimi)
insiste en su trabajo y ha negado que esté pensando en dimitir. Él es
consciente del sufrimiento del pueblo sirio, pero no se desespera porque
continuará con sus esfuerzos, aunque haya avanzado hasta ahora muy
lentamente y no pueda anunciar resultados", resaltó el líder opositor.
El mediador calificó ayer de "preocupante" la situación en el país
árabe en una rueda de prensa tras entrevistarse con al Asad, que le
expresó "el interés del Gobierno (sirio) por trabajar el éxito de
cualquier esfuerzo que beneficie a los intereses del pueblo sirio y
preserve la soberanía e independencia de la nación".
Poco ha
salido a la luz del contenido de la reunión con el mandatario, aunque
fuentes diplomáticas consultadas por Efe previamente habían adelantado
que Brahimi trajo a Siria una propuesta acordada con Washington y Moscú
durante un encuentro en Ginebra la semana pasada.
Esa
iniciativa contempla la formación de un Gobierno transitorio compuesto
por ministros que no pertenezcan ni a la confesión alauí, que profesa el
presidente, ni a los suníes radicales.
Además, estipula que
Al Asad continúe en el poder hasta la segunda mitad del 2013 pero sin
que tenga derecho a presentarse a las próximas elecciones
presidenciales, previstas para el 2014.
Poco después de las
consultas de Brahimi con la oposición interna, la principal organización
en el exilio, el Consejo Nacional Sirio (CNS), reveló en un comunicado
que el general Abdelaziz al Shalal había desertado.
Según el
CNS, el jefe de la Policía Militar llegó hoy a Turquía tras unirse a las
filas de los rebeldes, aunque el "número dos" del Ejército Libre Sirio
(ELS), Malek Kurdi, negó en declaraciones a Efe que esté en territorio
turco, aunque confirmó su deserción.
"Se encuentra en un lugar seguro", afirmó Kurdi, sin dar más detalles.
Asimismo, los insurgentes anunciaron hoy la toma de control esta
mañana de la población de Harem, situada en la provincia norteña de
Idleb y fronteriza con Turquía, tras "liberar" su ciudadela histórica,
el único punto de esta localidad que quedaba en manos de las fuerzas del
régimen.
La violencia continuó hoy en otras partes del país
donde decenas de personas fallecieron, según los grupos opositores,
sobre todo, en Damasco y su periferia.
La oposición denunció
que hubo bombardeos del régimen en localidades de las afueras de la
capital como Zabadani, Yobar, Duma, Yabrud, Daraya, Harasta y Muadamiya,
entre otros
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