Por la misma razón, varios centenares de
personas han tenido que ser atendidas por los servicios médicos, entre
ellos una treintena de niños.
En total, desde la llegada de la
ola de frío unas 1.745 personas sufrieron congelaciones, de las que
menos de la mitad tuvieron que ser hospitalizadas.
Moscú vivió
del sábado al domingo la noche más fría del invierno con 23 grados bajo
cero, según informó hoy el Servicio Meteorológico de la ciudad,
mientras en las regiones aledañas a la capital las temperaturas rondaron
los 28 grados bajo cero.
La ola de frío que recorrió todo el
país, desde sus fronteras más occidentales hasta el océano Pacífico, es
la más prolongada desde hace 75 años en un mes de diciembre.
Las temperaturas más bajas, inferiores a los 50 grados bajo cero, se han
registrado en la península de Chukotka y la región de Magadán, en el
extremo oriente del país.
Por este motivo, en las principales
ciudades del país las autoridades se han visto obligados a abrir lugares
de comida caliente y espacios públicos para guarecerse.
Según
los servicios meteorológicos, las temperaturas experimentarán un brusco
ascenso durante las próximas horas, hasta el punto de que mañana,
miércoles, los termómetros marcarán apenas varios grados bajo cero.
En la vecina Ucrania, país que fue golpeado con especial virulencia
por la ola de frío siberiano, más de 80 personas, en su mayoría
indigentes, perecieron.
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