La operación se engloba en la estrategia de
ventas a la que se comprometió KBC con la Comisión Europea (CE) para
obtener su visto bueno a los alrededor de 7.000 millones de euros en
ayudas públicas que recibió entre 2008 y 2009.
Según explicó
la entidad en un comunicado, la transacción supone "un nuevo hito en el
programa de desinversión" acordado con Bruselas, que pasa por que el
banco se centre en su negocio minorista y con pymes en sus mercados
clave de Bélgica y Europa centra y oriental.
KBC devolvió este
mes al Gobierno federal belga 3.000 millones de euros -acompañados de
una prima de 450 millones- y tiene pendiente la devolución de otros
1.170 millones de euros a las autoridades públicas en el primer semestre
de 2013.
La venta anunciada hoy, que está aún sujeta a la
aprobación de las autoridades reguladoras, incluye también la devolución
a KBC de 700 millones de euros colocados por la entidad belga en
Absolut Bank.
Además, liberará a KBC de 2.000 millones de
euros en activos de riesgo y le permitirá mejorar su ratio de solvencia o
Tier 1 alrededor de cuatro décimas, según el banco.
Absolut
Bank quedará en manos de un conglomerado de empresas rusas que controlan
el segundo mayor fondo de pensiones privado del país, Blagosostoyanie.
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