Las agencias estadounidenses de adopción
preparan su salida de Rusia después de que la Duma o cámara baja rusa
aceptara la víspera una enmienda que propone prohibir la adopción de
niños rusos por familias de Estados Unidos, informó hoy el diario
"Izvestia".
La polémica enmienda forma parte de la denominada
Ley de Dima Yákovlev, aprobada ayer en segunda lectura como represalia
por el "Acta Magnitski", promovido a su vez por el Congreso
norteamericano para imponer restricciones a funcionarios rusos por la
muerte en prisión preventiva del abogado ruso Serguéi Magnitski.
"Estamos listos para cerrar. Si la enmienda entra en vigor, qué otra
cosa podemos hacer. Todos saben que (los estadounidenses) se llevan a
niños enfermos, condenados a quedarse en los orfanatos, aquellos a los
que no quieren los rusos", lamentó la directora de New Hope Christian
Services, Galina Sigáyeva.
También preparan su salida del país
los representantes de Adopción Cristiana Internacional (ACI), una de
las cerca de 30 agencias de este tipo que funcionan en Rusia.
"Ya estamos moralmente preparados para cerrar nuestra representación.
(...) Nos han puestos trabas todos estos últimos años. En algunas
regiones nos dicen claramente que no nos darán a niños en adopción, que
los busquemos en otras regiones", aseveró la directora de ACI en Rusia,
Yekaterina Smislova.
El portavoz de otra agencia que ha preferido guardar el anonimato se pronunció en el mismo sentido.
"Hace un par de años que nos impiden activamente tramitar la
adopción, nos han quitado la posibilidad de llevar a cabo programas
humanitarios con el pretexto que lo hacemos para blanquear dinero", se
quejó.
la Ley de Dima Yákovlev, también conocida como la "Ley
Antimagnistski", que proponía inicialmente medidas contra funcionarios
de EE. UU. presuntamente implicados en la violación de los derechos de
ciudadanos rusos en territorio norteamericano, fue endurecida ayer por
la Duma.
Los diputados introdujeron la suspensión de las
actividades de las organizaciones no gubernamentales (ONG) "políticas"
que reciben financiación de EE. UU. o realizan programas, proyectos o
actividades que suponen una amenaza para los intereses nacionales.
Además, se prohíbe a los rusos que tengan ciudadanía estadounidense
ser miembros o dirigentes de ONG que participen en actividades
políticas, lo que también incluye a las filiales de organizaciones
extranjeras e internacionales.
La normativa pasó la criba de
la segunda lectura parlamentaria a pesar de que varios ministros rusos
se manifestaron en contra de la medida, como el de Exteriores, Educación
y Ciencia, y el de Relaciones con el Gobierno, al igual que el defensor
del pueblo.
Se calcula que hay cerca de un millón de
huérfanos y niños abandonados en Rusia, país donde sólo en los últimos
años las familias se han animado a acoger niños en régimen de adopción.
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