Gatílov, que desveló que la secretaría
general de la ONU estudia en estos momentos diferentes variantes para la
presencia de fuerzas de paz en Siria, aseguró que el visto bueno para
tal operación sólo puede darlo el Consejo de Seguridad si se dan una
serie de condiciones.
"Dicho de otra forma, allí no hay una
paz que puedan garantizar las fuerzas de paz de la ONU o un régimen de
alto el fuego que puedan supervisar", subrayó.
El diplomático
subrayó que el despliegue de cascos azules, que la prensa cifra en entre
4.000 y 10.000 efectivos, es una idea recurrente desde el estallido del
conflicto hace casi dos años.
"El Gobierno sirio ya ha dejado
claro en varias ocasiones que se opone al emplazamiento de cascos
azules, cuando en el país no existe una clara línea de división entre
las partes beligerantes y la oposición recibe una creciente asistencia
militar y financiera del exterior", indicó.
Añadió que la
propia oposición rechaza también la presencia de cascos azules, ya que
sigue apostando por una solución militar para el conflicto.
A
su vez, Gatílov subrayó que Rusia se opone al uso de la fuerza en Siria y
recordó que tanto en Irak como en Libia esa política únicamente
contribuyó al recrudecimiento de la violencia.
La pasada
semana Rusia admitió por primera vez que los rebeldes sirios podrían
desbancar el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad
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