El portavoz de la cancillería rusa, Alexandr
Lukashévich, recalcó hoy, en cambio, que la postura frente al conflicto
no se ha modificado y sigue respaldando la puesta en marcha de los
acuerdos alcanzados en junio en Ginebra sobre el establecimiento de un
diálogo entre las autoridades y la oposición sirias.
Un
portavoz del Ministerio francés de Exteriores reconoció hoy que "es
difícil sacar conclusiones" después de esas declaraciones cruzadas, y
animó a Moscú a que tome nota del respaldo obtenido por la oposición
siria esta semana en Marraquech (Marruecos) y se una a esa corriente.
La amplitud de ese apoyo internacional, según la fuente, refleja "la
legitimidad creciente" de la Coalición Nacional de Fuerzas de la
Revolución y la Oposición Siria (CNFROS) y el hecho de que "el régimen
pierde su voz y progresivamente el control d su país".
"En los
contactos que tenemos con los rusos, muy estrechos y a todos los
niveles, les transmitimos ese mensaje", indicó el portavoz, recalcando
que la única conclusión que Rusia debería extraer del mismo es la
necesidad de unirse al resto de países.
Desde París se subrayó
que la ampliación de ese apoyo político explícito sigue siendo "la
prioridad", y se avanzó que todavía no se pueden adelantar las
consecuencias que se derivan del mismo a nivel internacional.
La declaración llega al mismo tiempo en que desde Bruselas los líderes
de la Unión Europea (UE) encargaron a sus ministros de Exteriores
explorar "todas las opciones" para ayudar a la oposición siria en su
lucha contra el régimen de Al Asad y permitir un mayor apoyo a la
protección de los civiles.
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