Fuente: Flickr / mbowman64
Hace frío. Llueve. El termómetro se acerca peligrosamente a cero. En la oficina el jefe Pavel Ivanich le echa la bronca al programador Vova Skvortsov:
- Vova, ¿qué pasa? ¿Te duermes en el trabajo? Tenemos que acabar a tiempo el proyecto.
- Estoy dormido, Pavel Ivanich... Los Skvortsov siempre empezamos pronto la hibernación... Pero no se preocupe, me levantaré pronto, ¡en febrero! Lo haré todo con la cabeza bien despejada. ¿Sabe lo bien que se trabaja con la oficina vacía?
- No sigas por ahí, Vova. ¡El proyecto tiene que estar para antes de la hibernación! ¡Antes! ¿Entiendes?
- Lo entiendo... ¿me voy a trabajar? Me voy a tomar un café primero...
Los ciudadanos más previsores alquilan pisos con protección, (¡los policías que no hibernan en invierno son muy apreciados! hay ladrones y maniacos que se quedan despiertos...) apuntalan sus puertas y sus ventanas, cuentan su dinero junto al televisor, mirando a presentadores que bostezan...
Los presidentes, tradicionalmente, cambian de cargo. ¡Un mandatario no puede dormir durante todo el invierno! Así que el presidente ruso se fue al hemisferio sur para vigilar el sueño invernal de los neozelandeses...
El presidente norteamericano se cambia el puesto con el de Brasil, el chileno con el de Canadá... ¿Y qué más da que en Brasil siempre haga calor? Es imposible cambiar las leyes de la naturaleza. Venimos del oso y llevamos la hibernación en los genes.
Los científicos sintetizan en los laboratorios medicinas para la hibernación. Pero los gobiernos prohíben su distribución, solo lo tienen permitido los servicios especiales y también hay una reserva estratégica para el ejército.
Porque ni las reservas de alimentos, ni de cualquier otro bien, están calculadas para todo el año de actividad humana...
El ejército de un pérfido país atacante (digamos que Uganda, ¿qué diferencia hay?) quiere invadir todo el hemisferio norte durante la hibernación. Han robado la medicina contra el sueño.
Pero James Bond ya está de camino para Uganda para detener los planes de los malvados. Bosteza, pero está dispuesto para el combate.
El espía ruso Shtirlits duerme en la cuneta entre Múnich y Berlín en su Mercedes 4x4. Dormirá exactamente un mes y tres días. Es algo que ha aprendido en el KGB. Cuando se despierte robará los documentos más secretos de la OTAN.
El mundo se adormece. Para ser más precisos, se adormece el hemisferio norte, los australianos se despiertan y se limpian los dientes.
Pero desde el norte, hacia las ciudades vacías y cubiertas por la nieve, se dirigen las razonables focas y morsas (en el hemisferio sur su papel lo cumplen los pingüinos). Jugarán todo el invierno por las calles.
No todo el mundo sabe que durante el invierno su lugar es ocupado por una raza más sensata. Solo los niños pequeños que se despiertan en mitad del invierno descubren que las calles están llenas de una gente extraña y divertida y establece contacto con ellos...
Ay. Esto es el 'Maravilloso invierno' de Tuve Jansson.
No hay que inventarse nada...
P.S. Este invierno será largo, ténganlo en cuenta. Largo y muy frío.
Cuídense.
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