El presentador del programa de noticias
"Vesti KBR" de la televisión de Kabardino-Balkaria, Kazbek Guekkíev, fue
asesinado ayer cuando se dirigía a su domicilio en Nálchik, capital de
esa república de mayoría musulmana vecina de Osetia del Norte.
Putin, que hizo estas afirmaciones al reunirse con el Defensor del
Pueblo ruso, Vladímir Lukin, aseguró que, "a juzgar por todo, (el
asesinato) está relacionado con el derecho a la difusión de información,
ya que se trataba de un periodista".
"Esto nos hace pensar cuán eficaz es nuestro trabajo en defensa de los derechos humanos en el país", dijo.
El líder ruso destacó que Guekkíev era un periodista joven y con un brillante futuro por delante.
"Estoy seguro de que nuestras fuerzas de seguridad hacen todo lo que
pueden para que los criminales sean desenmascarados y castigados",
agregó.
Por su parte, Lukín pidió al jefe del Kremlin que haga
todo lo posible para que las fuerzas de seguridad locales protejan de
manera más eficaz a los periodistas.
"Pero hay que proteger a todas las personas independientemente de sus actividades", comentó al respecto Putin.
Al parecer, según testimonios de sus compañeros de canal, los
asesinos se acercaron a Guekkíev y le preguntaron si él era el que
presentaba diariamente las noticias y, tras recibir una respuesta
afirmativa, le dispararon en la cabeza.
Los colegas de
Guekkíev aseguran que el asesinado y otros periodistas de la televisión
local habían recibido amenazas en sus domicilios, mientras las
autoridades locales buscan a dos personas como responsables del crimen.
Dos empleados del canal tuvieron que dejar sus puestos de trabajo tras recibir amenazas de extremistas.
El representante del Kremlin en el Cáucaso Norte, el viceprimer
ministro Alexandr Jloponin, aseguró que Putin controla directamente la
investigación y ha enviado a la zona al jefe del Comité de Instrucción,
Alexandr Bastrikin.
El presidente de Kabardino-Balkaria, Arsén
Kanókov, aseguró que "no se puede descartar que el terrible asesinato
sea un intento de asustar a los periodistas que ejercen honestamente su
deber profesional".
Mientras, el presidente de la Unión de
Periodistas de Rusia (UPR), Vsevolod Bogdánov, expresó su consternación
por el asesinato, al tiempo que aseguró que "es difícil decir porqué lo
mataron", ya que Guekkíev no se dedicaba a cubrir asuntos políticos o
temas sensibles.
"No se dedicaba al periodismo de investigación. Era una persona esmerada y educada", dijo.
Según la UPR, "330 periodistas han muerto en Rusia (de forma violenta) desde la caída de la Unión Soviética"
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