Marte, cada vez más cerca

Se prepara una expedición de un año a la Estación Espacial Internacional que tiene como objetivo preparar a los astronautas a largas estancias en el espacio. Fuente: NASA

Se prepara una expedición de un año a la Estación Espacial Internacional que tiene como objetivo preparar a los astronautas a largas estancias en el espacio. Fuente: NASA

La decisión de llevar a cabo una expedición de un año de duración a la EEI es otro paso adelante en el programa de preparación de los vuelos pilotados a otros cuerpos del Sistema Solar. El cosmonauta ruso Mijaíl Kornienko y el astronauta estadounidense Scott Kelly harán una expedición a la Estación Espacial en primavera de 2015 y volverán a la Tierra en primavera de 2016. Ambos comienzan sus entrenamientos a principios de 2013.

La expedición tiene el objetivo de ayudar a los científicos a entender cómo reaccionará el cuerpo humano a una estancia prolongada en el espacio, algo inevitable para futuros viajes alrededor de la Luna, asteroides y, finalmente, a Marte.

Se investigará la reacción del cuerpo humano a las condiciones extremas del espacio y la capacidad de adaptarse a ellas

Estas estancias de 12 meses de la tripulación en la estación ayudarán a conseguir una evaluación real de la capacidad de trabajo de la tripulación y de su estado de salud, así como a identificar y confirmar con mayor precisión las medidas de reducción de riesgos relacionados con futuros planes de investigación para misiones a órbitas lunares, asteroides y, en un estadio final, a Marte.

“La selección de los candidatos para la misión de un año de duración ha sido una tarea difícil porque teníamos varios cosmonautas que se adaptaban perfectamente a ella”, comentaba el director de Roskosmos, Vladímir Popovkin.

“Hemos escogido a los hombres más responsables, experimentados y dispuestos, y tenemos absoluta confianza en ellos”, añadió Popovkin.

Sobre las peculiaridades del próximo vuelo el director del Centro de Preparación de Cosmonautas, Serguéi Krikalev, comentaba: “El año de duración del viaje no es el objetivo en sí mismo. Yuri Romanenko en su momento voló 11 meses, Titov y Manarov estuvieron un año exacto trabajando en órbita, y Poliakov ha volado 14 meses.

Así que la duración del viaje no es una novedad. Este vuelo no se realizará hasta 2015, por esto hay tiempo para preparar un programa eficaz de investigación”,  subrayaba Kirkalev, que posee el récord de duración total en varios viajes espaciales.

Lo que está claro es que lo importante en la organización de estas expediciones pilotadas de larga duración es el ser humano, y más exactamente, sus posibilidades individuales para superar las dificultades de un viaje espacial tan largo.

En las expediciones de varios meses de duración acechan a la tripulación varios peligros fatales. Por ejemplo, dependen totalmente del funcionamiento del sistema de soporte vital (SSV).

Según especialistas del Instituto de Problemas Médico-Biológicos de Rusia, la tarea principal en la preparación de las expediciones interplanetarias es el aumento de la capacidad de aislamiento del SSV.

Este sistema será muy distinto al SSV de la EEI, que no utiliza un ciclo completo de la materia, es decir, no es una biosfera cerrada. Para la creación de un sistema capaz de garantizar un proceso de regeneración total de los elementos básicos necesarios para la vida se necesitará por lo menos 10 años.

El problema principal de los científicos es cómo conseguir una producción ininterrumpida de oxígeno, agua, alimentos y a la vez una eliminación de los desechos.

Lamentablemente, la solución de estas cuestiones no reduce el problema de la estancia prolongada del ser humano en el espacio. Las condiciones de la microgravedad, el componente psicológico y otros muchos aspectos que influyen en la actividad vital plantean un enorme peligro para nuestro organismo.

La estancia en el espacio tiene sentido sólo si existe la correspondiente tecnología capaz de llevarlo a los objetos espaciales y se está trabajando en esta línea.

En enero de 2011 el subdirector general del centro espacial Jrunichov, Anatoli Kuzin, declaraba que su empresa había desarrollado una concepción que unificaba los sistemas espaciales de los programas pilotados a la Luna y a Marte, en base a la familia de cohetes superpesados tipo Angara

También está prevista la creación de una nave de aterrizaje y despegue en Marte para una tripulación de hasta cuatro personas, una nave de aterrizaje de carga en Marte capaz de transportar 40 toneladas de carga, un módulo de despegue y una nave de regreso a la Tierra.

Según Kuzin, el lanzamiento de una nave tripulada a Marte se podría conseguir en 2037.

En abril de 2011 Vitali Lopota, presidente de la mayor corporación de cohetes espaciales rusa, Energuia, aseguraba que el módulo energético de transporte espacial con reactor nuclear y motor eléctrico, el llamado “remolcador espacial” se podría crear hacia 2018 con una financiación de alrededor de mil millones de dólares.

 Según Vitali Lopota, para un viaje a Marte en una nave espacial es necesario un reactor con una potencia de unos 24 MW.

 Según Yuri Karash, reconocido experto en asuntos del espacio: “Sólo un programa espacial tripulado que no se limite a la órbita terrestre, sino que vaya más allá de la órbita lunar, al espacio lejano, puede convertirse en el motor del desarrollo de la ciencia y la tecnología en Rusia”. 

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