El ministro ruso recordó que ha habido fuego
de artillería desde Siria que ha alcanzado en el pasado suelo turco,
pero aseguró que para Moscú nunca ha habido ataques intencionados.
"No vamos a impedir que Turquía ejerza su derecho conforme al
artículo V del Tratado de Washington", dijo Lavrov, en referencia al
punto que establece la defensa mutua de los aliados de la OTAN.
En todo caso, insistió en que para Moscú el aumento del arsenal
militar en la región "aumenta el riesgo de que se use" y de un conflicto
cada vez más militarizado.
Preguntado por la creciente
preocupación en Occidente de que el régimen sirio pueda usar armas
químicas contra la oposición, Lavrov aseguró que Rusia ha mantenido
contactos con Damasco y ha recibido "confirmación" de que no usará ese
arsenal.
El ministro ruso recordó que "no es la primera vez"
que aparecen "mensajes" o "rumores" de movimiento de armas químicas por
parte del régimen, y aseguró que su país no aceptará "ninguna violación
de las leyes y tratados internacionales" en este ámbito.
La
OTAN aseguró hoy a Lavrov que el aumento de las capacidades aéreas en
Turquía tiene fines únicamente defensivos y no será utilizado para
ningún ataque ni para imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria,
algo que la Alianza hizo en Libia.
El secretario general
aliado, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que la OTAN, como "alianza
defensiva", debe tomar medidas para proteger a uno de sus socios.
"No creo que los rusos puedan o deban sorprenderse", añadió.
Según Rasmussen, el despliegue de misiles Patriot debe funcionar como
"disuasión" y contribuir a rebajar la tensión en la frontera
turco-siria.
"El mero hecho de que los misiles Patriot estén
desplegados hace que cualquier agresor potencial tenga que pensárselo
dos veces antes de simplemente considerar atacar Turquía", aseguró el
político danés.
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