El crecimiento económico: prioridad de Rusia durante la Presidencia del G20

La cumbre del G20 se celebrará en San Petersburgo los días 5 y 6 de septiembre de 2013. Fuente: Flickr / Downing Street

La cumbre del G20 se celebrará en San Petersburgo los días 5 y 6 de septiembre de 2013. Fuente: Flickr / Downing Street

Desde el 1 de diciembre de 2012 hasta el 30 de noviembre de 2013 Rusia preside el club de las mayores economías del mundo, el Grupo de los 20. El G20 representa cerca del 90% del PIB mundial, el 80% del comercio global y dos tercios de la población total.

Como contó a Rusia Hoy Ksenia  Yudaeva, Jefa de la Dirección de Expertos Presidenciales, la cumbre del G20 se celebrará en San Petersburgo los días 5 y 6 de septiembre de 2013 y una semana más tarde tendrán lugar en Moscú las primeras reuniones multilaterales.

Por otra parte, el 13 de diciembre, en la Conferencia Internacional “Ayuda al crecimiento económico y al desarrollo sostenible”, Rusia presentará oficialmente sus temas prioritarios durante su presidencia en el G20.

En un discurso reciente, el presidente Vladímir Putin declaró  que “el principal objetivo de la Presidencia rusa es concentrar los esfuerzos del G20 en desarrollar medidas que fomenten la creación de puestos de trabajo y el crecimiento económico”.

A la luz de estas prioridades, según Yudaeva, Rusia pretende discutir los temas tradicionales de la agenda del G20, como la situación de la economía mundial, el fomento del empleo, la reforma del sistema monetario mundial, la estabilidad de los mercados de la energía global, la cooperación al desarrollo internacional, el fortalecimiento del comercio multilateral y la lucha contra la corrupción.

Los nuevos temas propuestos para ser debatidos por la Federación de Rusia serán dos: la financiación de las inversiones como base del crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo, así como la modernización de los sistemas nacionales de empréstitos públicos y la gestión de la deuda soberana.

Sin embargo, según el Ministro de Finanzas Antón Siluanov, la cuestión clave de la Presidencia es devolver la confianza a los inversores. Su inquietud es fácil de explicar.

El crecimiento económico de las locomotoras de la economía mundial, incluida China, sigue disminuyendo. Y la periferia sur de la Unión Europea no sale de la recesión. No es sorprendente que los grandes inversores no tengan prisa por perder dinero en otra posible crisis futura. Esto afecta especialmente a la mayoría de países en desarrollo, incluidos los latinoamericanos.

Por eso, Siluanov se muestra convencido de que solucionar el gran problema mundial –es decir, reanudar el crecimiento económico– es imposible sin la confianza de los inversores.

Y tampoco sin que se haya abordado el problema de las deudas públicas, que se han acumulado en muchos países, superando hasta el 100% del PIB. Por ello, Rusia centrará su atención durante su Presidencia en la colocación de emisiones de deuda. Según el Ministro, Moscú invitará a preparar programas concretos para la reducción de las deudas estatales.

Preguntado sobre cómo propone perfeccionar la arquitectura mundial financiera, Siluanov respondió que durante la Presidencia rusa hay que resolver la fórmula para el cálculo de las cuotas en el Fondo Monetario Internacional.

La participación de Rusia en el capital del FMI es del 2,8%, mientras que la de Estados Unidos supera el 17% y la de los países de la Unión Europea suma más del 30%. “En la asignación de cuotas el índice del PIB debe ser determinante”, dijo el Ministro de Finanzas.

Con este enfoque se muestran conformes los países BRICS (el grupo de las cinco economías emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los Estados Unidos y otros miembros del G20.

Pero se oponen algunos pequeños países europeos, temerosos de que sus cuotas en el FMI se vean reducidas considerablemente. Siluanov explicó que la asignación actual de cuotas del FMI no corresponde a la realidad: los países en desarrollo ya no son los que eran ni siquiera hace 5-10 años.

“Por eso, es natural que el deseo de esos países sea tener más influencia en el FMI y en el sistema financiero global”¸ añadió.

Por cierto, la singularidad de la Presidencia rusa será una Cumbre de los BRICS, que se celebrará en San Petersburgo al margen de la Cumbre del G20. Los BRICS tienen ya un abultado paquete de propuestas muy prometedoras para la reorganización de las principales instituciones internacionales, ante todo las financieras y las económicas.

Al promover la reforma de la arquitectura financiera internacional, los BRICS no sólo velan por sus intereses. “En el campo de visión de los BRICS hay intereses mucho más amplios”, dice Vladímir Davydov, director del Instituto de América Latina de la Academia de las Ciencias de Rusia.

“Prueba de ello es el programa de reforma del FMI y del Banco Mundial, propuesto por los BRICS. Supone fortalecer la posición de este grupo de Estados en las principales estructuras de la dirección de las finanzas internacionales”.

El profesor del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Exteriores (IMEMO) de la Academia de Ciencias de Rusia Guennadi Chufrin opina que Rusia, en este periodo en que asume la Presidencia del G20, tiene una excelente oportunidad para aumentar el papel de los BRICS en el escenario actual.

 “Ahora, la actividad del FMI y el Banco Mundial se decanta claramente hacia el lado occidental. Hay que corregir esta inclinación en favor de los países en desarrollo y de los BRICS: en la Presidencia del G20 Rusia puede conseguirlo”, considera el experto.

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