"Alimentar a 9.000 millones de personas en 2050"

Usted es el primer representante permanente de Rusia en la FAO y al mismo tiempo en el PMA de la ONU. ¿Se está reformando con éxito la FAO?

La reforma comenzó ya con el senegalés Jacques Diouf, que dirigió la FAO durante 18 años y ha continuado con el nuevo director general brasileño José Graziano da Silva. Está focalizada en la descentralización de los trabajos, en llevarlos "al terreno". Nosotros apoyamos completamente esta metodología y es sobre la que trabajamos.

¿Cómo valora la FAO la situación alimentaria en el mundo? ¿Es cierto que los mercados del cereal y de la carne  han sufrido fuertemente por las catástrofes naturales del año pasado?

Evidentemente, la mala cosecha actual de maíz, soja y grano en los principales países productores ejerce  cierta presión.  Pero no se puede comparar con las épocas de crisis de producción que tuvimos hace algunos años.

En primer lugar, se ha alcanzado un indicador mundial muy bueno en la producción de arroz. En segundo lugar, hay reservas de la cosecha del año anterior. La FAO recalca que la situación actual es complicada pero no desesperada.

Se están realizando todos los esfuerzos posibles para no permitir que nos deslicemos hacia una crisis. Sin embargo en los mercados agrícolas hay especuladores interesados en que suban los precios y cunda el pánico.  Por eso hay que estudiar la coyuntura utilizando las estadísticas reales de la FAO.

En los últimos años se ha creado un mecanismo de mercado significativamente más transparente que nos ofrece la posibilidad de avanzar hacia los objetivos establecidos. Pero las tareas a largo plazo siguen siendo complicadas.

Hemos conseguido reducir el número de gente que pasa hambre en el mundo pero no demasiado. En parte por los años de crisis que vivimos. Hoy en día hay 900 millones de personas que pasan hambre.

El objetivo sería poder alimentar a 9.000 millones de personas en 2050, lo que exigirá literalmente duplicar la producción agrícola mundial. Esta tarea es compleja.

Afecta a la producción puramente agrícola, pero también a la pesca, la acuicultura, la cuestión del agua, los bosques y la situación socioeconómica.

Y en todas estas áreas Rusia juega un papel importante. La FAO valora la situación alimentaria en Rusia como estable. En este aspecto nos encontramos al nivel de los países desarrollados.

Aunque Rusia todavía es un importador neto de carne,  estamos convencidos de que nos dirigimos hacia el autoabastecimiento, sobre todo en carne de ave.

En cuanto al grano, Rusia se ha colocado entre los principales productores y esta tendencia se sostiene.

La FAO considera a Rusia como uno de los países que ha hecho que se dé un crecimiento de la producción de alimentos. Señalaría aquí que el tema de la seguridad alimenticia ocupa un lugar prioritario en el programa de nuestra próxima presidencia del G20 y del G8.

Actualmente, en las organizaciones internacionales se refuerza la colaboración de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). ¿Sucede también en la escena internacional de Roma?

Por supuesto. En la FAO, la estrecha colaboración en línea con el BRICS, es permanentemente apoyada a nivel de los representantes permanentes.

Un claro ejemplo de coordinación ha sido por ejemplo la elección de José Grazio da Silva como director general de la FAO. Había dos candidaturas para el puesto, pero después de la votación secreta, salió elegido el candidato del BRICS por dos votos de diferencia.

Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.