Moscú amaneció cubierta por un manto blanco
de nieve que ha alcanzado ya los veinte centímetros de grosor por la
abundante nevada, que no se vivía con tanta intensidad en la capital
rusa desde hace más de medio siglo.
A dos días del inicio
oficial del invierno, que en Rusia se cuenta a partir del 1 de
diciembre, los servicios meteorológicos prevén que la nevada continué en
los próximos días y la capa de nieve supere el medio metro.
El director del Servicio Meteorológico de Moscú, Alexéi Liajin, señaló
que la nevada continuará de manera casi ininterrumpida hasta el próximo
sábado.
"Lo hemos hablado con los meteorólogos. Hace más de 50
años que no sucedía nada parecido en Moscú" a estas alturas del año,
dijo a los periodistas el teniente de alcalde de la capital para
servicios comunitarios, Piotr Birukov.
Moscú está desde la víspera en alerta por fuerte nevada, ventiscas, hielo y vientos de hasta 72 kilómetros por hora.
En menos de 24 horas, las precipitaciones sobre la ciudad han superado el 35 por ciento de la cunatía mensual de noviembre.
El tráfico está prácticamente parado en la ciudad, sobre todo en el
centro, donde numerosos accidentes y la nieve hacen extremadamente
difícil la circulación.
Tan solo durante las primeras horas de
la mañana, se han registrado en la ciudad más de medio centenar de
colisiones entre coches
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