Según los investigadores, la obra pertenecía al último emperador de Rusia, Nicolás II, y fue traída a Tashkent en 1880.
Cuarenta años más tarde, en 1920, la "Lamentación sobre Cristo
Muerto", de Veronese, entró en la colección del entonces Museo Central
de las Artes, hoy reconvertido en la principal pinacoteca del país
centroasiático.
Durante casi un siglo, los expertos han
considerado que el cuadro, que representa una escena bíblica, era obra
de un pintor desconocido.
Una serie de análisis químicos han
certificado la autenticidad de la obra del pintor nacido en la ciudad
italiana de Verona, destacado representante del manierismo veneciano.
El museo tiene ante sí un escrupuloso trabajo de restauración del lienzo, concluyó Faizíyeva.
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