Rusia y Ecuador combatirán de forma conjunta el crimen organizado transnacional

Toma impulso la cooperación contra el narcotráfico entre la Federación y  varios países latinoamericanos. Fuente: AFP / EastNews

Toma impulso la cooperación contra el narcotráfico entre la Federación y varios países latinoamericanos. Fuente: AFP / EastNews

Rusia continúa afianzando sus relaciones con los países de América Latina. Esta colaboración tiene un carácter multifuncional: desde el desarrollo de las relaciones comerciales y económicas hasta la toma conjunta de decisiones con respecto a problemas globales relacionados con la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilegal de drogas.

La semana pasada, Ecuador se unió a la lista de aliados de Rusia en la guerra contra el tráfico de drogas.

A. V. Smeyevski, representante especial del presidente de la Federación Rusa en cuestiones de cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado transnacional, ha realizado en Quito una consulta sobre la problemática de los nuevos retos y amenazas junto con D. Ortega, coordinador general del ministerio de asuntos exteriores de Ecuador, y R. Vélez, secretario adjunto del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas.

Ambas partes acordaron desarrollar contactos en ese ámbito, así como proyectos mutuamente ventajosos y programas de seguridad.

La reunión ha sido de carácter puramente consultivo, según comentaba a la redacción de Rusia Hoy, Alexánder Shinkarenko, colaborador científico del Instituto de América Latina de la Agencia de Noticias de Rusia RAN.

Las partes tan solo confirmaron su interés en desarrollar este tipo de relaciones. Durante la visita de Rafael Correa a Moscú en 2009 y en sus reuniones con el entonces presidente ruso Dmitri Medvédev, las partes anunciaron que establecerían relaciones de cooperación estratégica.

Se firmaron declaraciones para fortalecer las relaciones en el ámbito de la seguridad y la defensa en forma de consulta entre las administraciones competentes.

Por lo tanto, la visita de Zmeyevski a Quito ha sido una formalidad, ya que el acuerdo en sí se había firmado anteriormente. Rusia ha adoptado este tipo de medidas para fortalecer la cooperación con otros países de la región, como por ejemplo Venezuela, según dijo Shinkarenko.

En el 2012, Víctor Ivanov, director del Servicio federal ruso para la lucha contra el tráfico ilegal de drogas, hizo varias visitas a países de América Latina.

En marzo de 2012, Ivanov hizo una gira por los países de Centroamérica y México, donde el director del Departamento de Control del Tráfico de Drogas propuso su propio plan para la lucha contra los narcóticos emergentes en Centroamérica y Sudamérica.

Ivanov declaró que América Latina y Rusia deben convertirse en líderes en la lucha contra los centros mundiales de producción de estupefacientes.

Las iniciativas propuestas por la administración rusa  se basan en la cooperación política, en el intercambio de información y trabajadores, y en el control de las sustancias base sin las cuales no se pueden preparar drogas sintéticas.

Ivanov propuso a los gobiernos de México, Nicaragua, Salvador, Cuba y Panamá crear centros especializados en la formación de policías de Centroamérica basándose en los programas de formación de agentes rusos.

Más de 100.000 agentes de policía de varios países de Centroamérica han asistido ya a los cursos de reciclaje del programa 'Lucha contra el tráfico ilegal de drogas' en Managua.

En julio de este año Ivanov visitó Argentina, donde se reunió con miembros del Ministerio de Interior y con el director del Secretariado para la lucha contra el tráfico ilegal de drogas.

Se alcanzaron acuerdos sobre numerosos asuntos, como la ayuda por parte de Rusia en la formación del cuerpo de policía para la lucha contra el tráfico de narcóticos en Argentina.

Algunos expertos opinan que la creciente actividad de Rusia en la cooperación contra el tráfico de estupefacientes en Latinoamérica se debe a motivos puramente políticos.

Las frecuentes visitas de representantes rusos a países occidentales se pueden interpretar como un intento de expandir su presencia estratégica en una región que los EE UU siempre han considerado bajo su influencia.

La cooperación intensiva de los países latinoamericanos con Moscú podría hacer que su vecino del norte sea más complaciente a la hora de tomar decisiones con respecto al narcotráfico afgano.

Rusia insiste en que se deben destruir completamente los cultivos y laboratorios de amapolas en Afganistán, en los cuales se producen gran cantidad de heroína.

Sin embargo, de momento los estadounidenses no están adoptando estas medidas, aduciendo que no desean provocar un conflicto entre las autoridades y la población local.

Los países de Centroamérica y Ecuador nunca han sido productores de drogas. Solo se utilizan como zona de tránsito, subraya Shinkarenko. Pero, según él,  Rusia debe profundizar su cooperación con los países de Latinoamérica en este ámbito, puesto que el éxito de esta lucha podría atraer negocios rusos a la región y posibilitar nuevos contratos.

Rusia ya ha comenzado a concretar pactos con varios países de América Latina, especialmente con aquellos a los que EE UU ha denegado ayuda militar y económica. Para unos se trata de entablar una alianza clave, mientras que para otros lo importante es conseguir una alternativa a Estados Unidos.

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