"Impedimos el comercio ilegal en un par de
lugares y en otro detuvimos a dos comerciantes ilegales. Mañana ya no
volveremos. Hoy fue algo así como una toma de contacto", aseguró Ígor
Gulichev, uno de los dirigentes de la comunidad cosaca moscovita.
No obstante, un portavoz del distrito central de Moscú aseguró que
los cosacos no habían recibido autorización para asumir funciones de
garantizar el orden público, y que la redada fue una iniciativa personal
de uno de sus atamanes (jefes cosacos).
Las autoridades
aseguran que las patrullas populares de cosacos aún están en proceso de
formación y no entrarán en servicio hasta el próximo año, a razón de 50
cosacos por distrito moscovita.
"Las redadas para garantizar
el orden en lugares públicos son una competencia que corresponde
exclusivamente a los órganos de Interior", añaden.
Además,
precisan que la lucha contra los comercios callejeros ilegales y el
aparcamiento de automóviles en zonas no habilitadas para ello no son
prerrogativa de las patrullas populares.
"Yo mismo soy
moscovita, mi familia vive en Moscú y me gustaría que vivieran
tranquilamente, sin caos en las calles. Por eso, creo que nuestra
función es importante, y si las autoridades valoran positivamente
nuestra participación, pues, bienvenido sea", replicó Gulichev.
Y aseguró que cosacos desarmados llevan ya varios meses patrullando el
distrito Suroeste de Moscú, donde han practicado 35 detenciones.
Por su parte, el jefe del departamento de seguridad regional del
Ayuntamiento, Alexéi Mayórov, estimó en poco más de medio centenar el
número de cosacos que participan en las patrullas populares de
voluntarias, que en total ascienden a unas 19.000 personas.
En
agosto pasado la decisión de Alexander Tkachov, gobernador de la región
de Krasnodar, vecina del Cáucaso, de crear milicias cosacas para luchar
contra la inmigración ilegal fue muy criticada por los activistas de
los derechos humanos.
Estos denuncian que los cosacos están
interesados en rusificar todas las regiones meridionales, para lo que
presionan y asaltan a las minorías étnicas.
Herramienta muy
útil para combatir a los enemigos del imperio ruso desde Iván el
Terrible, los cosacos fueron purgados tras la revolución bolchevique por
apoyar a los zares, lo que condenó a muchos al GULAG o al exilio, pero
ahora se manifiestan dispuestos a recuperar su gloria perdida.
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