Vladímir Platonov. Fuente: ITAR-TASS
Las partes examinaron los problemas en común que afrontan las megalópolis. “Abrodamos los temas del transporte, del autogobierno local, de las elecciones y del sistema multipartidista, cuando no todos los partidos están representados en el Parlamento, e invitamos a nuestros colegas argentinos a efectuar una visita de respuesta a la capital rusa”, destacó Platonov en la entrevista a Rusia Hoy.
Si realizamos un análisis comparativo entre Moscú y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ¿cuáles son los puntos positivos y negativos de los dos capitales en sus ojos?
Se pueden buscar analogías pero no hay que afirmar que algo es mejor o peor. Somos diferentes.
Sin embargo hay reglas que son universales: el voto secreto, las elecciones, la obligación de todos los diputados de ayudar a sus votantes y proteger sus intereses.
Así como los métodos para solucionar los problemas del transporte, la inseguridad, la salud y la defensa social. Es interesante comparar cómo abordamos estos temas los rusos y los argentinos.
¿Cómo le pareció, por ejemplo, el problema del transporte de la capital argentina a diferencia del de Moscú?
En Moscú hay un subte que tiene mucha importancia. Estamos canalizando muchos recursos para los proyectos de la ampliación de la red subterránea. Tenemos planes para construir 70 nuevas estaciones hasta el año de 2020.
¿Se plantearon temas de cooperación en materia del transporte subterráneo, un tema que atraviesa por dificultades en Argentina? Tras el traspaso del subte de la nación a la ciudad de Buenos Aires, está en tierra de nadie, no pueden llegar a un acuerdo.
Sí, compartimos la experiencia. Lo que pasa es que al caer la URSS la construcción del transporte subterráneo se frenó por unos cuantos años.
En una ciudad grande con patrimonio arquitectónico tiende a bajar al subterráneo, es muy difícil perfeccionar el transporte terrestre. De modo que el subte es el medio de transporte público más útil.
¿Cómo se financia ahora el metro de Moscú?
Del presupuesto de la ciudad de Moscú y también de los fondos de la Federación de Rusia.
En cambio acá se quiere que la ciudad se haga cargo del subte.
La experiencia de Moscú confirma que eso no funciona. No solo los habitantes de la ciudad usan el servicio del subte sino también los visitantes.
Todo el mundo utiliza el transporte subterráneo. Es un cargo adicional. Siempre afirmo que la ejecución de la función capitalina es tanto un honor como un compromiso. Nosotros lo cumplimos con dignidad y los aportes de las autoridades federales facilitan mucho.
Las autoridades de Buenos Aires intentan aliviar el transito creando las bicisendas, ¿qué le parece?
Buenos Aires goza de otro clima. Moscú es una ciudad muy grande y tenemos que crear condiciones para todos. En la capital rusa existen problemas de estacionamiento pero donde el espacio público lo permite se hacen bicisendas.
¿Hay muchos taxis ilegales ahora en Moscú?
Antes era una locura, pero creamos las bases y las condiciones necesarias, aprobamos una ley que impone multas a las personas que desempeñan su trabajo de manera ilegal.
Ahora aumenta la cantidad de taxistas con licencias. Además creamos carriles exclusivos para el transporte público y pasamos los taxis a esta categoría.
¿Qué otras experiencias compartieron?
Hablamos sobre el sistema de permisos para evitar el conflicto de intereses que tenemos en Rusia. Les pareció interesante. ¿Van a implementarlo? Eso ya es otra pregunta. Pero es muy importante para los parlamentarios intercambiar experiencias positivas y negativas.
Su visita coincidió con el paro de recolectores de residuos en Buenos Aires. Moscú de hoy es una ciudad muy limpia.
Mire, no hay dos ciudades iguales. En Nápoles también hubo un paro. En Rusia los paros casi no existen.
Por otro lado, en Buenos Aires separan y reciclan la basura. En Moscú todavía no, por lo tanto la experiencia argentina, aunque no sea exclusiva, nos interesa mucho. Es sabido que en muchos países desarrollados se recicla y se reutiliza el 60-70% de la basura.
¿Y cómo se hace en Rusia?
Todos los residuos van a los basureros y se entierran. Evidentemente, no son basureros como los de hace años. Son más ecológicos, están cerrados y no suponen un riesgo para el suelo y las aguas subterráneas. Se toman todas las medidas de seguridad pero eso no nos honra.
Pero bueno, en resumen, lo importante es que firmamos un protocolo sobre la cooperación, hablamos con nuestros colegas argentinos y nos dimos cuenta de que nos entendíamos. Tenemos muchas cosas en común y seguiremos desarrollando la cooperación.
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