El FSB, el exministro de Defensa y la limusina de Fidel Castro

Anatoli Serdiukov. Fuente: ITAR-TASS

Anatoli Serdiukov. Fuente: ITAR-TASS

El sonoro caso sobre una trama de corrupción en el Ministerio de Defensa puede completarse con nuevos episodios. El FSB (el servicios de seguridad) se interesó por el destino de una colección de coches de época del Museo Militar Automovilístico de Riazán, en el que había limusinas ZIS y ZIL de Nikita Jruschov y Fidel Castro.

El costo de la colección única se estima en varias decenas de millones de euros. En el año 2010, el museo se disolvió por orden del entonces ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, y la propia exposición se trasladó a una cochera especial de la capital.

Funcionarios del servicio de seguridad no excluyen que parte de la colección de vehículos haya acabado en manos privadas durante el traslado.

Según comunicaron las fuentes de los servicios de seguridad a Izvestia, hace unos días comenzó el chequeo en Riazán y Moscú. A los investigadores del FSB les interesan las circunstancias de la disolución del museo y el traslado de la exposición a la cochera  n.º 147 del Ministerio de Defensa.

El Museo de Vehículos Militares se creó en 1994 por el Instituto Automovilístico Militar de Riazán (RVAI), por orden del gobierno, para conmemorar el 50º aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Entonces se enviaron coches únicos de anticuario desde todos los puntos del país.

Entre los 150 objetos de exposición, había una limusina Cabriolet ZIL-111, en la que llevaron a Yuri Gagarin desde el aeropuerto hasta la Plaza Roja para dar el informe a la jefatura del país sobre el éxito en el vuelo espacial.

También había una ZIL-117 de año de fabricación 1971, en la que se trasladó el líder cubano Fidel Castro durante una visita a la Unión Soviética;  una ZIS-110 del primer secretario del Partido Comunista, Nikita Jrushchov, y una muestra única del primer Jeep ruso - GAZ-67.

Según estimaciones de los expertos, el valor total de esta colección es de varias decenas de millones de euros, sin incluir algunos vehículos únicos, que prácticamente no tienen precio.

 “Se fabricaron ocho unidades de Cabriolets ZIL-111, ahora el coste de cada automóvil es de 800.000 euros”, dice Yuri Kostkin, director adjunto del taller de restauración del Museo de Automóviles-Vadim Zadorozhni.

 “Un ZIS-110, puede llegar a hasta 600.000 euros. Los Chaika, alrededor de 50.000 euros”, apuntó.

 En el 2010, bajo órdenes personales del entonces ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, el Museo en Riazán se disolvió. Y los ejemplares únicos se enviaron a la cochera nº 147  del Ministerio de Defensa, en Moscú.

 Ahora, los servicios de seguridad sospechan que parte de la colección no llegó a Moscú o que una vez aquí cayó en manos de coleccionistas adinerados.

 El exdirector del museo, Rudolf Vander explicó que hace unos días que empleados del FSB le pidieron toda la documentación relacionada con la transferencia de los automóviles.

 Vander cree que el motivo de la clausura del museo fue capricho un personal de Serdiukov. “Se interesó por nuestra colección inmediatamente después de empezar a dirigir el Ministerio de Defensa. Al saber que entre las muestras había piezas únicas, Serdiukov ordenó que le hicieran un álbum de fotografías detalladas de todos los objetos expuestos”.

 Desde el 2007 hasta el 2009, según palabras  del exdirector, los empleados del museo compusieron tres álbumes que se enviaron al ministro. “Enseguida vino a visitarnos el propio Serdiukov”.

 Desde entonces, comenzaron los problemas para el museo. Al principio, cambiaron el estatus y se convirtió en una sala histórico-conmemorativa del Museo de Historia de las Fuerzas Aerotransportadas.

 Después se emitió una orden del jefe de las Fuerzas Aerotransportadas del Ministerio de Defensa, el coronel Serguéi Klímov, en la que se informaba de que el 11 de marzo del 2010, el ministro de Defensa Anatoli Serdiukov había tomado la decisión de transferir la exposición de automóviles a Moscú.

 En la cochera nº 147 del Ministerio de Defensa declararon que todos los objetos se encuentran en perfecto estado. “Son muestras de museo, por lo que se han ubicado en un depósito especial y no saldrán de allí”, explicó el jefe de la cochera, Alexánder Grabko.

 Los expertos explican que hay muchas maneras de ocultar la venta de este tipo de automóviles. “Más de una vez nos hemos encontrado con un ejemplar de museo, bien sea un coche o un tanque, completamente vacío, hueco. Le  sacaban el motor y todas las piezas, que luego se vendían por mucho dinero a coleccionistas occidentales”, dijo un agente del Ministerio de Interiore.

 El experto en automóviles, Yuri Kostkin también había oído hablar de estafas similares. “El valor de los coches únicos estriba precisamente en las piezas originales, que gozan de gran demanda entre los coleccionistas”, dijo Kostkin. Según sus palabras, después del cierre del Museo de Riazán de Vehículos Militares todas las exposiciones se disolvieron. 

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